Clases de relajación para los sanitarios que están en primera línea: “Hay que mimarlos porque están agotados”

El Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo pone en marcha unos talleres para profesionales que tratan directamente con pacientes afectados por el virus
Cada sesión tiene una hora de duración y en ella realizan ejercicios para estirar, corregir posturas, tonificar musculatura y liberar el estrés
“Se están produciendo contracturas cervicales y lumbares”, cuenta Antonio Chamorro, coordinador de Fisioterapia del centro hospitalario
Trabajan buena parte de su jornada laboral con trajes infernales. Con batas de plástico que no transpiran y con gafas y mascarillas que aprietan tanto que hasta les dejan marcas en la cara. En estas durísimas condiciones trabajan los sanitarios que están luchando en la primera línea de batalla contra el coronavirus. Y el agotamiento y los problemas musculares hacen mella en muchos de ellos.
“Se están produciendo contracturas cervicales y lumbares. También detectamos mucha fatiga derivada del calor que generan los trajes. Hay cansancio y estrés porque hay que tener en cuenta que los sanitarios no solo están pensando en salvar al paciente, también en su propia seguridad. Tienen que colocarse los trajes de una forma determinada, retirárselos de otra para no infectarse. Todo eso también genera mucha tensión”, cuenta Antonio Chamorro, coordinador de Fisioterapia y Terapia Ocupacional en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
Por eso, para ayudarles, en este centro hospitalario vigués han puesto en marcha un taller para liberar estrés. Se trata de unas clases de descarga muscular y relajación dirigidas a profesionales que trabajan en la unidad de críticos y de hospitalización y que están en contacto directo con pacientes afectados por el coronavirus. “Les damos un ambiente de silencio, de tranquilidad. Mueven el cuerpo y eso se traduce en relajación”, explica Chamorro.
Ejercicios de tonificación y de respiración
Cada sesión tiene una duración de una hora. Durante ese tiempo, los sanitarios realizan un calentamiento, ejercicios de tonificación, de corrección postural, estiramientos y, finalizan, con ejercicios de respiración diafragmática. “Es importante enseñarles ejercicios para corregir las posturas, ya que pasan mucho tiempo en posturas mantenidas, inclinados sobre las camas de los pacientes, y eso está generando problemas cervicales”, comenta.
En cada sesión participa un máximo de seis profesionales. Deben hacer los ejercicios manteniendo las distancias de seguridad entre ellos y, también, con los fisioterapeutas que les ayudan. “Algunos nos han pedido terapias manuales porque tienen contracturas. Pero, de momento, esos tratamientos están restringidos porque hay que limitar el contacto”, explica Chamorro.
Desde el servicio de fisioterapia del hospital, al que se han incorporado especialistas de atención primaria que han tenido que posponer sus consultas, quieren arropar a sus compañeros y proporcionarles técnicas sencillas que, luego, también pueden realizar en sus domicilios. “Los necesitamos bien, al pie del cañón. Hay que mimarlos porque están agotados. Hay que pensar que su bienestar es el de todos”, concluye.