Han sido el objeto más deseado en los últimos días, las colas para conseguirlos daban vueltas a las manzanas de las farmacias, y los que se han distribuido gratuitamente (como los de la Comunidad de Madrid) se han agotado a las horas de comenzar a repartirse.
Después de unas navidades -las pasadas- más solitarias de lo normal la gente quiere reunirse con sus familias. Y, ante el incremento de contagios, se han lanzado a por test de antígenos de autodiagnóstico para intentar ir sobre seguro.
Lo primero que hay que dejar claro es que un negativo no implica que no se tenga el virus, pero sí que la carga viral es tan baja que el test no lo detecta. Y una carga viral baja implica poca contagiosidad. Así que el infectado no contagiaría a otros.
El problema es que eso puede cambiar en cuestión de horas, sobre todo con la variante ómicron, que según las primeras investigaciones se replica con más rapidez en vías aéreas y convierte a una persona en contagiosa en la mitad de tiempo que delta.
A diferencia de la PCR, que detecta y amplifica el material genético del virus (ARN, en este caso), los test de antígenos detectan proteínas del virus. Es decir, estructuras que forman parte de su envoltura exterior. Una PCR, al amplificar el material genético, puede dar positivo en una persona que ya no puede contagiar por su baja carga viral. Un test de antígenos puede dar negativo en una persona cuya carga viral aún está creciendo y va a ser contagiosa horas después.
Rosalía Gozalo Corral, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, enfatiza que se trata de "pruebas preliminares", con "sospechas" de positivos o negativos, que se deben analizar caso a caso. "Hay que tener un autotest en casa como si fuera un termómetro. Antes de una comida o de una cena haces el test y te quedas tranquilo", asegura Gozalo. Eso sí, insiste, todas las medidas son complementarias, no basta solo con hacer el test hay que seguir manteniendo la distancia en las cenas, que el lugar esté ventilado, y llevar mascarilla. "Una medida aislada es insuficiente".
Hacerse un autotest de antígenos es fácil, aunque incómodo. Si hay alguien que pueda hacérnoslo, nos aseguraremos de no sacar el hisopo -el palito que se mete por la nariz- antes de tiempo por incomodidad.
El resultado será válido si se ilumina una línea en la C. Y el test será positivo si se dibuja una línea en la T. En caso de serlo, en todas las comunidades menos en Madrid hay que confirmar el resultado con una prueba en el centro de salud.
La prueba autodiagnóstica de antígenos tiene un 96,77% de sensibilidad (capacidad para detectar la enfermedad en sujetos enfermos), un 99,20% de especificidad (capacidad para detectar la ausencia de la enfermedad en sujetos sanos).
Los estudios demuestran que dentro de los primeros cuatro días de la enfermedad se presenta una mayor carga viral, por lo que es más fácil de detectar vía nasal.
Tras un contacto con un positivo, también debería hacerse a los cuatro o cinco días, por el mismo motivo. Será entonces cuando el test tenga la mayor probabilidad de dar un resultado fiable, con menos margen de error.