En tiempos de confinamiento, el pasillo de las conservas es uno de los más concurridos de los supermercados. Los compradores se afanan por llenar la despensa de productos no perecederos y la industria del enlatado está viendo como su demanda no solo se mantiene, sino que aumenta. Para conservar los estantes llenos son muchas las compañías que continúan trabajando a pleno rendimiento. Las conserveras echan humo y sus empleados están al pie del cañón, tanto o más que antes de la llegada del coronavirus.
Es el caso de la empresa Garavilla, gestionada por una multinacional italiana y ubicada en O Grove (Pontevedra). Sus cerca de 300 trabajadores continúan acudiendo a trabajar con todas las medidas de seguridad y con una doble motivación extra. Por un lado, saben que su labor es más importante que nunca y, por otro, la empresa acaba de premiar su esfuerzo con un sobresueldo por su “implicación en el estado de alarma”. Y la gratificación no es pequeña. Cada uno de los trabajadores recibirá un ingreso extraordinario de 1.000 euros brutos en abril, lo que en muchos casos supone una cifra cercana a la nómina mensual.
Detrás de la conservera Garavilla se encuentra la multinacional Bolton Food. Mediante un comunicado que ha dirigido a sus empleados y al que ha tenido acceso NIUS, la compañía ha especificado que se beneficiarán de la compensación aquellos empleados que desempeñan su actividad presencialmente dentro de la nave grovense. Empleados que, además, hayan acudido, al menos, la mitad de los días laborables desde la declaración del estado de alarma (14 de marzo) y hasta el próximo 12 de abril.
Una extra que recibirán, al menos, los trabajadores contratados directamente por Bolton Food, ya que en la conservera Garavilla también hay personal subcontratado.
Exteriores de la nave que Garavilla tiene en O GroveNIUS
