La fiebre del papel higiénico: el mejor ejemplo de la sinrazón del miedo al coronavirus

Candados para evitar robos en Japón, racionamiento en los supermercados de Australia: ¿por qué el miedo al coronavirus provoca compras masivas de papel higiénico?
La imagen muestra lo frágil que puede llegar a ser la civilización ante el miedo. En Japón, una de las sociedades más cívicas del planeta, han tenido que asegurar el papel higiénico con una candado de bicileta.
Eso en un país donde no hace falta ponerle candado a la bicicleta. Y para evitar el robo de uno de los productos más baratos del mercado.
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これは草 pic.twitter.com/wjtKbygqBg
— み̸ーと̸く̸ん̸@DQNILLEGAL SOUND Ⓙ (@DJ_meatkun) 1 de marzo de 2020
Los rollos de papel desaparecen de los supermercados, los clientes se los llevan de los baños públicos (algunos locales han decidido cerrar los aseos). El desabastecimiento comenzó cuando el primer ministro, Sinzo Abe, anunció el cierre de las escuelas y recomendó el teletrabajo: habrá que pasar tiempo sin salir de casa.
La imagen ha sido además un golpe en el orgullo de los japoneses, que presumen de tener los retretes más sofisticados del mundo, con calefacción, limpieza con chorros de agua ajustables,.. Pero al final, hay que tirar del papel de toda la vida. El principal fabricante del país, Toto, ha reconocido esta semana que sus ingenios no son una alternativa.
Los japoneses no son los únicos. La mayor cadena de supermercados de Australia, Woolworths, ha decidido racionar el papel higiénico. A partir de ahora limitará a cuatro el número de paquetes de rollos de papel que puede llevarse cada cliente, después de que el miedo al COVID-19 haya provocado desabastecimientos.
Seriously WTF Australia? Panic buying of toilet paper at Woolies pic.twitter.com/VyYnct4rAV
— Andrew Backhouse (@Andytwit123) 4 de marzo de 2020
En un supermercado de Sídney ha llegado a esgrimirse un cuchillo en una discusión motivada por ver qué cliente se llevaba los últimos rollos de papel higiénico. También se va a limitar a dos el número de botes de gel desinfectante para lavarse las manos.
Imágenes similares de estanterías de papel higiénico totalmente vacías se han visto en Estados Unidos o Reino Unido. El comportamiento se extiende como un virus, pero no tiene lógica. El papel higiénico es ligero y voluminoso, por eso a los supermercados no les parece útil tener mucho almacenado. Es fácil reponerlo con frecuencia y a la vez incómodo acumularlo en las instalaciones.
Eso hace que sea fácil ver una estantería medio vacía a poco que a un número significativo de clientes les dé por comprar este producto. Esa imagen genera una sensación de escasez, un comportamiento de rebaño. La civilización se rasga con la misma fragilidad que un papel de una sola capa.