El coronavirus es mucho más contagioso de lo que se creía, según un nuevo estudio

El mayor contagio eleva por encima del 80% la población que debe estar inmunizada para frenar al coronavirus
El coronavirus SARS-CoV-2 puede ser mucho más contagioso que lo estimado inicialmente, según una investigación del Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Estados Unidos. Este dato es clave de cara a cualquier estrategia de contención, desescalada y vacunación.
El llamado número R0, o ritmo básico de reproducción, indica cuantas personas puede llegar a contagiar un infectado en ausencia de medidas distanciamiento social. A partir de los primeros casos en la zona donde se originó el brote, en Wuhan (China), este número se situó entre el 2,2 y el 2,7: un infectado contagia a entre 2 y 3 personas de media.
Sin embargo, los investigadores de Los Álamos creen que estudiar la dinámica de una nueva epidemia en su etapa inicial resulta complicado: “La escasez de los datos, la insuficiencia inicial de la capacidad de diagnóstico, los cambios en el seguimiento y en la definición de ‘caso’ y un sistema sanitario saturado dificultan las estimaciones sobre la propagación del brote”.
Según el estudio, la tasa de contagio en ausencia de medidas sería el doble de la estimada hasta ahora
Para reducir todos estos sesgos, el estudio examina 140 casos de fuera de la provincia de Hubei, recoge los datos de movilidad en esos días iniciales y aplica dos modelos matemáticos. Conclusión: la tasa de contagio se duplica. De los dos o tres contagios por persona, pasa a los 5,7. El mes pasado otro estudio del Imperial College de Londres también elevó la tasa de contagio inicial al 3,87 al analizar los datos de 11 países europeos.
Esa tasa de reproducción hace al coronavirus más contagioso que la gripe estacional, que se mueve entre el 1,4 y el 2,8, o el ébola, entre 1,5 y 2.5, pero mucho menos que el sarampión con un 15 de media o la varicela, entre 10 y 12.
Según los investigadores norteamericanos, el ritmo de la infección también se dispara. Los casos se duplican cada 2,3-3.3. Mucho más rápido que los cálculos iniciales que lo situaban en 6-7 días. Son estimaciones siempre en ausencia de medidas de distanciamiento social. El confinamiento en España ha reducido el número R0 por debajo de 1 en la mayor parte de las comunidades.
Con una alta tasa de contagio, más de un 80% de la población debería ser inmune para frenar la expansión del coronavirus
El número R0 no sólo es fundamental a la hora de planificar el grado de distanciamiento social, también modifica el umbral de la llamada ‘inmunidad de grupo’, el porcentaje de la población que debe ser inmune bien porque ha superado la enfermedad y ya cuenta con anticuerpos o bien porque se ha vacunado.
Hace unas semanas, los expertos del Imperial College de Londres situaban esta inmunidad de grupo en un 60%; es decir, un 60% de la población debería ser inmune para dificultar la transmisión del coronavirus y proteger a los más vulnerables.
Pero con una tasa de contagio más alta, “con un R0 de 5,7, el umbral se eleva al 82%; es decir un 82% de la población debe ser inmune por la vacuna o por una infección anterior para alcanzar la inmunidad de grupo y frenar la transmisión”.
En España, el Ministerio de Sanidad pondrá en breve en marcha un estudio de seroprevalencia -análisis de sangre para detectar anticuerpos- a una muestra de 62.000 personas con el fin de estimar qué porcentaje de la población ha pasado la enfermedad. Este estudio llevará semanas. El Gobierno no ha aclarado, sin embargo, si va a esperar a sus resultados para decidir qué hace con el confinamiento después del 10 de mayo.
“Los resultados muestran que la cuarentena y la detección de personas con síntomas pueden ser eficaces cuando el porcentaje de personas no identificadas es bajo”, dicen los investigadores de Los Álamos. “Sin embargo, cuando el 20% de los contagios se debe a personas infectadas sin identificar se hace necesario fuertes medidas de distanciamiento social para contener el virus”.
Esos contagios sin identificar son los llamados asintomáticos, cuyo papel en la transmisión del coronavirus se ha ido revelando como clave en la difusión rápida y silenciosa del SARS-CoV-2. Pero las estimaciones sobre su procentaje varían mucho. Así, por ejemplo, en los barcos con infectados -citados por los epidemiólogos como buenos observatorios de la dinámica de contagio-, los porcentajes de asintomáticos oscilan entre el 30% del crucero Diamond Princess y el 60% del portaaviones Roosevelt de la armada de Estados Unidos.