Éxito contra el coronavirus: la terapia con plasma que ensaya España funciona en enfermos graves

Tres estudios demuestran que la transfusión de plasma de personas que han superado el COVID-19 ayuda en la curación de enfermos en cuidados intensivos
Frente a los largos plazos necesarios para implantar de una vacuna o un tratamiento farmacológico específico, esta terapia se puede aplicar de manera casi inmediata
La clave es extraer el plasma a los curados cuanto antes para que la carga de anticuerpos sea alta y transfundirlo antes del colapso de los pulmones
La primera terapia que se está demostrando eficaz contra el coronavirus es la más antigua: la transfusión a los enfermos de plasma sanguíneo de pacientes ya recuperados. La lógica también es muy simple: ese plasma contiene ya los anticuerpos que el enfermo recuperado generó contra el virus y se espera que esos mismos anticuerpos derroten al coronavirus en el nuevo enfermo. La técnica funcionó contra otros coronavirus anteriores, como el SARS y el MERS; también contra el virus de la gripe A de 2009, pero no contra el del ébola.
España está iniciando estos ensayos, coordinados por el Hospital Puerta de Hierro de Madrid y destinados a 300 pacientes de todo el país. Y ya antes de tener resultados, los investigadores cuentan con excelentes noticias de al menos tres estudios internacionales.
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Las transfusiones de plasma se empezaron a utilizar precisamente con la mal llamada gripe española de 1918 y desde hace un siglo vienen demostrando su utilidad ante diferentes epidemias.
Frente a los plazos, de hasta más de un año, que requieren la implantación de una vacuna o de un tratamiento farmacológico, esta terapia podría ponerse en marcha de manera casi inmediata. Es la mayor esperanza a corto plazo.
Los estudios publicados en los últimos días demuestran que la transfusión de plasma salva vidas y también previenen sobre las condiciones que deben cumplir para ser efectivas. En los tres casos, la mayor limitación es el escaso número de pacientes incluidos, pero los resultados son rotundos.
De la uci a la curación
En el ensayo más grande, se transfundió plasma de personas que acaban de superar el COVID-19 a diez pacientes graves que estaban en la uci, tres de ellos con ventilación mecánica. Su edad media era de 52 años, todos eran de Wuhan.
- Les administraron una sola dosis de 200 mililitros de plasma.
- Sus síntomas mejoraron a los 3 días.
- La infección desapareció a los siete.
- Todos se recuperaron de sus lesiones pulmonares.
- No hubo efectos secundarios relevantes.
La clave: el tiempo y la carga de anticuerpos
A todos se les administró plasma de personas más jóvenes y el estudio, publicado por la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, establece qué detalles son importantes para que la terapia funcione. Los tiempos son fundamentales.
- Los resultados son mejores cuanto mayor sea la carga de anticuerpos del plasma.
- A los 40 donantes les extrajeron la muestra tres semanas después del inicio de su enfermedad y sólo cuatro días después de haberla superado. Así se garantiza una carga de anticuerpos óptima.
- Todos habían sido pacientes locales en los mismos hospitales donde se realizaba el estudio.
- La transfusión se llevó a cabo, de media, a los 16,5 días de haberse iniciado los síntomas de los enfermos. Se aconseja realizarla antes del día 14. Se entiende que los anticuerpos del plasma lo que hacen es aliviar la sobrerreacción inflamatoria del sistema inmunitario que bloquea los pulmones. Hay que intervenir cuando esa reacción va a producirse.
- El plasma fue tratado con azul de metileno y luz para neutralizar su carga vírica
Donde fracasaron otros fármacos, funcionó el plasma
Otro de los retos del estudio era garantizar que era el plasma y no otras de las medicaciones que también estaban recibiendo los pacientes lo que marcaba la diferencia. Por eso se estableció un grupo de control con pacientes que recibían el tratamiento estándar. Los resutados de este segundo grupo fueron peores.
En este aspecto es aún más elocuente otro estudio, más pequeño, llevado a cabo en Corea del Sur, y publicado en el Journal of Korean Medicine, con solo dos pacientes. Se trataba de dos personas de 71 y 67 años. Su estado era crítico y no habían reaccionado con los medicamentos para la malaria, el VIH o la neumonía que se están probando también en los hospitales. Después de recibir la transfusión de personas jóvenes que habían superado el COVID-19, ambos se curaron.
Un tercer estudio en China ha arrojado conclusiones similares con cinco pacientes. Todos mejoraron en un plazo de diez días después de recibir esta terapia.
Más estudios en camino
Pronto habrá más resultados de estudios más amplios. El de España será relevante porque incluye a 300 pacientes. Francia ha iniciado esta semana otro con 60 candidatos. En Estados Unidos la terapia ha sido ya aprobada y se aplica de manera experimental en Nueva York. Y Canadá ha anunciado el mayor de todos estos ensayos clínicos hasta la fecha, con un total de mil pacientes incluidos.