Expertos avalan el final de la mascarilla obligatoria en exteriores a partir de julio

Los expertos se pronuncian sobre la posibilidad de dejar de usar las mascarilla en las próximas semanas tal y como ha anunciado el presidente de Castilla-La Mancha
Antoni Trilla, jefe de Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, cree que el horizonte para dejar la mascarilla debe estar en el inicio del verano, en el mes de julio
Llegar a una incidencia acumulada por debajo de 50 y aumentar el número de vacunados con pauta completa son algunas de las recomendaciones de los expertos para flexibilizar el uso de la mascarilla
¿Podremos pasar el verano sin mascarillas?¿Cuándo dejarán de ser obligatorias? Hay ganas de deshacerse de ellas y se nota, porque el debate ha saltado de las calles a la arena política. Este lunes, el presidente de Castilla-La Mancha ya daba una fecha concreta, Emiliano García-Page, anunciaba que su Gobierno pretende eliminar la obligatoriedad de las mascarillas en espacios abiertos antes de que acabe junio.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, también manifestaba su deseo de que "en julio o agosto podamos salir a la calle sin ellas". Mientras que otras comunidades, como la andaluza o la balear, se inclinan por una desescalada más lenta. La presidenta del Govern Balear aseguraba que en Baleares están todavía lejos de tomar la decisión de quitar la mascarilla, y Juanma Moreno ya dijo que veía "prudente" mantenerlas al menos hasta que el 80% de la población esté inmunizada.
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La ciudadanía comienza a impacientarse
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, también abría este lunes la puerta a que los vacunados con pauta completa fueran los primeros en dejar de utilizar la mascarilla en exteriores, muy probablemente a finales de julio, una idea que está más alineada con lo que opinan los expertos consultados por NIUS.
Ya el pasado 17 de mayo, Simón, avanzó que "es muy probable" que "en no muchos días" se pueda relajar la mascarilla en exteriores. Sanidad ha confirmado a NIUS que es un tema que será estudiado por la Ponencia de Alertas y llevado al Consejo Interterritorial, pero que aún no hay fecha para tratarlo.
Sanidad planteará esta medida cuando se llegue a la horquilla del 50% y el 70% de la población vacunada, siendo la segunda cifra la necesaria para alcanzar la inmunidad de grupo. La ciudadanía, sin embargo, se impacienta.
Los expertos coinciden: debe bajar la incidencia acumulada
Ildefonso Hernández, portavoz de SESPAS (Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria) aboga por la cautela, insiste en que de momento no se va a poner una fecha para el fin de la mascarilla ya que es contingente y pone como ejemplo lo ocurrido en Reino Unido: "Imagínate que hay un brote, como ha pasado en Reino Unido. Allí, que van con un 70% de vacunación de primera dosis se han visto obligados a modificar su desescalada".
Por eso insiste Hernández en que "no se debe aventurar ninguna fecha. En el mes de junio no creo que haya novedades y hasta que no haya mayor estabilidad en la incidencia y no se esté por debajo de 50 cada 100.000 habitantes yo no plantearía nada al respecto".
En la decisión de permitir no llevar mascarilla también se deberá tener en cuenta el número de personas vacunadas con pauta completa, "porque aparte de las medidas colectivas e individuales, luego está la parte de percepción de la población que en un momento dado puede ir asumiendo que la cosa está mejor y va camino de resolverse y eso da algunos relajamientos en las distancias cortas que pueden favorecer la transmisión porque, hasta ahora, la gran parte de la población está respetando mucho las medidas individuales, pero claro, hay mucha gente sin vacunar, sobre todo la gente más activa, la que más sale, la que más interacciona".
"Hasta que no veamos que hay un cambio importante en la incidencia y efectivamente la tendencia se consolida, pues no se puede hablar de este tema" ha puntualizado. Porque "no se puede hacer esto con incidencias por encima de 100, como las tenemos ahora, ni de 50 tampoco. Veamos si este verano se alcanza el objetivo de estar por debajo de 50, y cuando se haya llegado ahí y se mantenga, pues entonces podremos empezar a hablar".
Una opinión que comparte Antoni Trilla, jefe de Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona. "Aún estamos en cifras altas como para tomar estas medidas. Ahora mismo, con una incidencia acumulada cercana a los 100 casos por cada cien mil habitantes no estamos en las mejores condiciones. Yo apostaría por una incidencia acumulada cercana a los 50 casos".
Cómo debería ser la desescalada en el uso de la mascarilla
El cuándo parece bastante claro entre los expertos: cuando se consolide la tendencia a la baja de la incidencia acumulada y esta baje de 50, pero ¿cómo habrá que hacerla?
"Lo lógico sería relajar el uso de la mascarilla en exteriores, pero no en cualquier sitio", explica Rafael Ortí, presidente de la Asociación Española de Medicina Preventiva. "Lo idóneo sería hacerlo inicialmente en sitios donde hay brisa, a la orilla del mar, en el monte, en lugares donde no haya aglomeraciones y se pueda guardar la distancia de seguridad", apunta, "y solo después de un tiempo de verificar que no hay contagios, se podría abrir la medida a otras escenarios, también exteriores, como calles, terrazas de bares, etc".
"Eso en el caso de población general sana, porque si hablamos de población vulnerable, de gente con patologías previas, inmunodeprimida, lo recomendables es que sigan llevando la mascarilla", dice Ortí.
En el momento en que los indicadores permitan dejar la mascarilla en casa "habría que trabajar fino para hacer recomendaciones y pautas específicas para los distintos grupos poblaciones", recomienda.
¿Mascarilla solo para los no vacunados?
Sobre distinguir entre personas vacunadas y no vacunadas a la hora de usar la mascarilla, como ocurre en algunos países como EEUU, Antoni Trilla sugiere que "las medidas, en salud pública, cuanto más sencillas sean más fácil es que la gente las cumpla. No podemos saber quién está vacunado y quién no, así que una medida unificada sería lo más razonable". Aunque lo cierto es que "sin mascarilla, el riesgo de contagio entre una persona vacunada y otra que no lo está, en el exterior, es bajo", ha puntualizado.
Y sobre las discrepancias que se puedan dar entre las comunidades autónomas a la hora de permitir la retirada de la mascarilla, Trilla ha recalcado que "la medida debe ser común o debe estar encima de la mesa para que todos la puedan adoptar, pero con cierto margen, dependiendo de la situación del territorio, pero que estén en la mesa las condiciones y que los territorios puedan valorar según los indicadores que presenten".
Lo mismo opina Ildefonso Hernández que ha insistido en que "hay medidas que no se pueden tomar localmente, a pieza suelta. Mensajes que son de conductas individuales tienen que ser homogéneos para toda la población".
El efecto de la vacuna en el fin del uso de la mascarilla
La vacunación contra la COVID-19 en España prosigue con el objetivo de llegar en esta primera semana de junio a los diez millones de personas con la pauta completa. Junio será también el mes en el que se generalice en todas las comunidades la vacunación de las personas entre 40 y 49 años, que ya ha empezado en territorios como Castilla-La Mancha, Baleares, Canarias y Ceuta.
"La inmunización avanza pero aún no es la idónea. En Junio sería muy precipitado relajar el uso de la mascarilla, pero a finales de julio o agosto podría ser una realidad", asegura Ortí. "Con 5 millones más de vacunas todas las semanas es posible que en tres semanas haya tanta gente vacunada que la transmisión empiece a ser difícil", lo cual sí podría acelerar el fin de la mascarilla, destaca.
Comenta además Ortí que la llegada de turistas de fuera también puede servir de acicate. "Muchos extranjeros van a venir sin mascarilla porque en sus países ya no es obligatorio su uso y eso puede generar conflictos entre los que la usen y los que no".
¿Tendremos entonces un verano sin mascarillas? Antoni Trilla prevé que "si sigue el ritmo de vacunación de los últimos días y alcanzamos el 50% de la población adulta vacunada, y una caída del número de casos nuevos con la mejora y estabilización de los indicadores, sin sustos, creo que en espacios exteriores vacunados y no vacunados nos podremos quitar la mascarilla con tranquilidad".
Pero de momento Trilla prefiere ser cauto: "Si me tengo que posicionar entre los que abogan por flexibilizar su uso o ser cautos, yo me coloco más con los de la cautela. Sin embargo, creo que avanzaremos en las próximas semanas en esta cuestión".
La luz al final del túnel estaría en todo caso, para Trilla, de cara al mes de julio "Creo que el horizonte estará después de las fiestas de San Juan e inicio del verano. Sería una buena celebración para todos empezar el verano sin mascarilla".