El informe negacionista del COVID-19 del decano del Colegio de Biólogos de Euskadi: los asintomáticos "no contagian"

El decano de los biólogos vascos publica un polémico documento en el que critica todo lo que se está haciendo en la crisis del coronavirus en España
Sobre las pruebas PCR: "Se puede deducir que de todos los casos positivos que se detectan, al menos el 50% son falsos positivos”
Sorprenden también sus afirmaciones sobre los asintomáticos: "No contagian", o sobre las mascarillas: "¿Por qué se obliga a su uso en exteriores?"
Que “lo que se está considerando un rebrote no es tal”, que” los asintomáticos no contagian”, que mucho cuidado con las pruebas PCR porque generan "al menos un 50% de falsos positivos", o que las mascarillas en el exterior no valen para nada. ¿Les sorprende todo esto? Pues no lo dice cualquiera. Lo dice el presidente del Colegio de Biólogos de Euskadi al analizar la gestión de la crisis del coronavirus que se está haciendo en España. Y no es lo único. Hay mucho más.
El documento que ha elaborado, y que acaba de hacer público, pretende “reflexionar sobre las diferentes medidas adoptadas por la administración sanitaria” en la primera fase de la crisis de Covid-19 y en la desescalada. Y en él, Jon Ander Etxebarria no deja títere con cabeza. Su análisis se podría resumir en dos palabras: todo mal.
Jon Ander Etxebarria es Decano del Colegio de Biólogos de Euskadi pero su ocupación profesional, según su perfil en Linkedin, es la de Jefe de Control de Calidad del Agua en el Consorcio de Aguas Bilbo - Bizkaia. Su informe está siendo muy difundido desde cuentas negacionistas del COVID-19 en redes sociales, pero también ha recibido numerosas críticas de otros profesionales de la biología que califican sus conclusiones como un "batiburrillo de medias verdades, errores y malas interpretaciones bastante preocupante". Así lo define el microbiólogo y divulgador Ignacio López-Goñi, doctor en Biología por la Universidad de Navarra en su cuenta de Twitter.
Las reflexiones del decano del colegio de biologos de Euskadi son un batiburrillo de medias verdades, errores y malas interpretaciones bastante preocupante. Yo también soy biólogo y no me representa. Me confirma que no debo colegiarme. https://t.co/uVSNFMUdnJ
— microBIO (@microBIOblog) August 7, 2020
Otras fuentes del ámbito de la microbiología consultadas por NIUS sostienen que las afirmaciones de Etxebarría parecen más un intento de sostener unas ideas preconcebidas buscando para ello sólo los datos que le convienen e ignorando el resto. Y que para ello busca correlaciones donde sólo hay casualidades y no causalidad.
Confinamiento: cuanto más estricto, peor
Etxebarria asegura que los países que han llevado a cabo confinamientos más estrictos y duraderos, como España, son los que han registrado un mayor número de casos de Covid-19 y las mayores tasas de mortalidad.
“Los estados con un confinamiento más estricto y de una mayor duración, como han sido Bélgica, España y Reino Unido, son los de mayor tasa de mortalidad por 100.000 habitantes de Europa, frente a países con un confinamiento más flexible, de menor duración e incluso sin confinamiento”. Y se refiere, en este último caso, a Suecia, cuyo epidemiólogo jefe ha admitido públicamente hace poco que se había equivocado en la decisión de no confinar.
Pero Suecia es referencia también, para Etxebarria, en número de casos. “Los países con mayor número de casos son los que han llevado un confinamiento más estricto y con una mayor duración, frente a los de confinamientos más flexibles y bastante más flexibles con una menor duración en el tiempo, e incluso un país como Suecia, que no ha realizado confinamiento alguno”.
En las tablas de datos por países que presenta Etxebarria en su informe, sin embargo, se omite a los dos más castigados por la pandemia en el mundo y que tampoco han sido demasiado estrictos a la hora de confinar a sus poblaciones: Estados Unidos y Brasil, que entre los dos acumulan tres cuartas partes de los más de 10 millones de contagios de todo el continente americano, según datos de este viernes de la OMS. En cuanto a muertes, Estados Unidos supera ya las 157.000 y Brasil roza las 100.000.
Pruebas PCR: la mitad son falsos positivos
Considera Etxebarria que el test PCR, que está siendo la prueba de referencia para medir los contagios y la incidencia del coronavirus en la población, no es muy fiable, y que por tanto, no debería ser la herramienta que se utilice al gestionar la desescalada.
“La prueba de PCR es complicada, desde el punto de vista que un pequeño fragmento se amplifica millones de veces, por lo que cualquier fragmento de ARN que pudiera haber en la sangre o en una muestra celular se amplificaría, de ahí que pudiera haber muchos falsos positivos, por lo que se puede deducir que de todos los casos positivos que se detectan, al menos el 50% son falsos positivos”.
Tras lanzar esta advertencia, que choca de frente con el consenso médico y científico al respecto, explica que el problema básico, en su opinión, es cómo se está utilizando. “Uno de los problemas que se ha generado con estos test es como se ha llevado a cabo su utilización. En una primera fase de escalada del virus, aún con las incertidumbres del mismo, y admitiendo que todos los positivos fueran enfermos con el virus, esta técnica se podía utilizar como herramienta para la planificación sanitaria con el fin de ordenar los colapsos que se dieron en los centros hospitalarios”.
Considera que la técnica es válida para evitar el colapso sanitario, pero no como herramienta que guíe la desescalada. “Teniendo en cuenta todas estas incertidumbres del test… /… en el momento de la desescalada no se puede utilizar como principal herramienta una técnica con tantos falsos positivos para tomar medidas de tipo socio-político, de influencia directa en la economía del país”.
El consenso científico dice todo lo contrario. Que es más fácil tener un falso negativo que un falso positivo en una PCR y que en ningún caso se trata de una prueba inespecífica. Es más, se la la considera la más fiable para detectar la presencia del ARN del virus en el organismo.
Existe, no obstante, un grupo que se ha denominado 'Médicos por la Verdad' y que sostiene esta y prácticamente la totalidad de las afirmaciones que el Decano de los Biólogos de Euskadi defiende en su escrito. De hecho, el propio Etxebarría cita en sus referencias un vídeo en Youtube en el que este grupo de negacionistas del COVID-19 ofrece todos sus argumentos en una rueda de prensa en la que atacan, sin pruebas, la efectividad del confinamiento, de las mascarillas, de las pruebas PCR e incluso afirman, como hace Etxebarría, que el coronavirus grave y la vacuna contra la gripe están relacionados. Afirmaciones, todas ellas, que no están basadas en la evidencia científica y que desde diversas cuentas de divulgación científica se está atacando como teorías de la conspiración que "no se pueden consentir".
🔴Esto no se puede consentir, el decano del @COBEuskadi realiza un análisis del COVID-19 basándose en vídeos conspiranoicos de Youtube y otras redes sociales.
— ParaMicroBio (@ParaMicroBio) August 7, 2020
Soy biólogo y este señor no me representa y pido al @CGCOB1 que actúe contra él. https://t.co/ZWSULXLB5J pic.twitter.com/JbGp9zDbMN
Entre las fuentes que menciona el Decano de los Biólogos de Euskadi se incluyen, también, artículos de Facebook y otros vídeos de la teoría de la conspiración del COVID-19 subidos a Youtube.
Asintomáticos: no contagian
Etxebarría Considera que la utilización de este término puede inducir a equívoco con el de "presintomático". Y, acto seguido, explica: El asintomático “no contagia”, el presintomático “muy difícilmente contagia” (se tendrían que dar unas condiciones de relación personal más bien en intimidad), y el sintomático “es difícil que contagie en el exterior”.
Afirmaciones del representante de los biólogos vascos que, de nuevo, chocan frontalmente con lo que aporta la evidencia científica al respecto.
Para apoyar lo que dice, Etxebarria cita “un estudio de la infectividad de los asintomáticos portadores de SARS-CoV-2, que concluyó que la propagación de los asintomáticos no era motivo de preocupación”. La gran mayoría de estudios al respecto, sin embargo, dicen lo contrario.
Cita también a la OMS, que “confirma que es raro que una persona asintomática trasmita el virus a una persona secundaria”. La OMS ha sido muy criticada, entre otras cosas, por sus bandazos en este asunto. Hace unas semanas, sin embargo, que la OMS ha admitido que este contagio es posible y que lo está estudiando.
Mascarilla: en contra de su uso por la calle
Sobre este asunto, comienza explicando que “para contagiarse se necesita por una parte carga viral y, por otra, tiempo de exposición, y esos dos factores al aire libre son altamente improbables”.
Y vuelve a apoyarse en la OMS. “En su circular de 5 de junio de 2020, no establece la obligatoriedad del uso de las mascarillas en espacios exteriores, ya que considera que no está demostrado que prevenga del contagio de la COVID-19. Igualmente, la OMS afirma que sólo hay que usar mascarilla si se tiene tos o fiebre, o cuando estemos con una persona enferma”.
Etxebarria considera que no hay evidencia científica de que la mascarilla evite el contagio. Y alude a la gripe para rebatir su uso obligatorio. “En ningún momento de la época de gripe se ha exigido a la población el uso de la misma. Por lo tanto, como no se han realizado estudios sobre la prevención de las mascarillas respecto al SARS-CoV-2, lo único científicamente válido por su semejanza vírica es lo que se investigó en su momento para la gripe, donde no se hallaron evidencias de que se previniese el contagio con las mascarillas”.
Todo esto le lleva a hacerse una pregunta: “¿Cuál es la razón para que el estado español sea el único país de Europa que obligue al uso de las mascarillas en espacios exteriores cuando a OMS no lo establece como obligación?”. Las razones las han explicado, varias veces, científicos y autoridades sanitarias. Las sociedades de Inmunología, Salud Pública y Medicina Preventiva coinciden en que su uso es positivo en lugares con mucha afluencia, aunque insisten en que lo más importante es mantener la distancia social.
Inmunidad de rebaño: deberíamos estar contentos
En este asunto, Etxebarria critica lo que considera “una nueva contradicción en las administraciones sanitarias” de nuestro país. “Ahora, que, con esos test de PCR a los que se les da absoluta fiabilidad, se habla de rebrotes de contagios en la mayoría de los casos asintomáticos, sin ingresos en hospitales ni UCIs, se continua con la dialéctica del miedo en la población tomando medidas que restringen las libertades individuales”. Obvia al decirlo que están aumentando los casos asintomáticos, sí, pero también los ingresos en hospitales y en las UCI.
Y, tras recordar que los resultados del estudio de seroprevalencia de Sanidad fueron un jarro de agua fría (sólo un 5% de la población está inmunizada), se pregunta: “¿No tendría que estar la administración sanitaria contenta por estar ahora consiguiendo aumentar esa inmunidad de rebaño, que es lo que inicialmente esperaban que fuesen los resultados de seroprevalencia?. ¿No es la mejor prevención de cara a enfrentarse con el virus el que se consiga una mayor inmunidad en la población, como ocurre con la gripe?.
Propone, por tanto, algo tan sorprendente como alegrarse por los rebrotes y el aumento de casos asintomáticos, porque suponen aumentar la inmunidad de rebaño.
El pasado fin de semana, por ejemplo, el jefe de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, el epidemiólogo Jesús María Aranaz afirmaba que promover la inmunidad natural grupal o "de rebaño" contra la COVID-19 "no es aceptable, ni ética ni epidemiológicamente", ya que alcanzar un 60 por ciento de la población inmunizada de esta manera supondría en España unos 400.000 fallecidos.
Rebrotes: no son tales
Las afirmaciones que Etxebarriía hace sobre este asunto, que cada vez preocupa más a las autoridades sanitarias, no pueden ser más tajantes: “Lo que se está considerando rebrote no es tal, ya que los hospitalizados y fallecidos son muy inferiores a los que, con números de casos positivos semejantes, se dieron en fechas del mes de mayo”.
Entonces, dice Etxebarria, “estábamos en la desescalada, y con el final de las fases y la vuelta a la nueva normalidad”, y “en ningún momento se plantearon por parte de las administraciones sanitarias las medidas que se están poniendo en práctica actualmente”.
Se refiere, con ello, a “decisiones coercitivas con la población que trasgreden los derechos de los individuos, cosa que no está ocurriendo en otros lugares de Europa”. Esto, cuando acabamos de saber que España está ya a la cabeza de Europa en número de casos de Covid-19, precisamente por los rebrotes. Este mismo viernes Sanidad informaba de 3.273 nuevos casos detectados en España en los últimos 7 días de los que 677 han tenido que ser hospitalizados, 46 de ellos en la UCI.
Gripe: tan pandemia como la Covid
Tras un capítulo dedicado a analizar si la vacuna de la gripe es efectiva, y concluir que no lo es, Etxebarria compara las tasas de mortalidad de la gripe y la Covid-19 en España. “La tasa de mortalidad/1000 habitantes es de 61 parara la COVID-19, frente al 38 para la gripe”.
Pero, tras explicar que la vacuna de la gripe sólo es efectiva en la mitad de las personas que se vacunan, concluye que “la tasa de mortalidad sin vacuna de la gripe se elevaría al 69, es decir, del orden de los valores de la COVID-19”.
Y no acaba ahí. Esto le lleva a afirmar que “si se ha declarado pandemia por parte de la OMS, quizá todos los años se tendría que haber declarado con la gripe”. La propia OMS ha advertido de que la tasa de mortalidad del SARS-COV-2 es diez veces superior a la de la gripe.
Es difícil elegir una barbaridad entre todas las que cita, pero cuando cite una mortalidad de la gripe del 8-9%, y un artículo conspiranoico sobre el HIV como referencia a la utilidad de la PCR en el diagnóstico de enfermedades, se autodefine.. no tiene ni pies ni cabeza..
— LaMicroMola (@LaMicroMola) August 7, 2020
Vacuna: ni fiable ni eficaz
Con respecto a las vacunas que se están desarrollando contra el coronavirus SARS-COV-2 en todo el mundo, el representante de los biólogos vascos advierte sobre los riesgos del acortamiento de los plazos.
“Puede tener grandes incertidumbres de eficacia y de efectos secundarios, ya que, en primer lugar, estamos hablando de que para desarrollar una investigación fiable de una vacuna se necesita de un período de tiempo mayor, cercano a los 6 años y que, por otra parte, al igual que con la de la gripe, estamos hablando de cepas que pueden ir mutando con gran rapidez”.
No es ese, en absoluto, el criterio de la Organización Mundial de la Salud que este mismo viernes afirmaba que las posibilidades de una vacuna eficaz y segura en los próximos meses son alentadoras con seis prototipos ya en su última fase de ensayos clínicos.