El delirio de Hernán en la UCI: “Pensé que la mafia italiana me había raptado para experimentar conmigo”


Después de 45 días en el hospital de Ourense, 24 de ellos en críticos, este paciente relata su lucha física y mental contra el coronavirus
Sufrió alucinaciones y llegó a pensar que se encontraba secuestrado en un hospital de Italia: “¡Hasta escuchaba a las enfermeras hablar en italiano!”
Hernán se reencuentra con Lourdes y Beni. Ellas son dos de las sanitarias que lo atendieron en la unidad de críticos del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense. Ahora ya sabe que no hablan en italiano. Durante un tiempo lo creyó. Las constantes alucinaciones que sufrió durante los 24 días que permaneció en la UCI le transportaron a otro mundo. Fruto de la medicación y el coronavirus, Hernán llegó a creerse rehén de la mafia napolitana.
El suyo no es un caso extraño. Son muchos los pacientes de coronavirus que relatan episodios paranoicos durante el coma inducido. “Yo pensé que la mafia italiana me había raptado para experimentar. Tenía tres vías en el brazo: una era verde, otra transparente y otra roja. Yo no veía cables, yo lo que veía era la bandera de Italia”, relata Hernán. “Creía que estaba en un hospital italiano y que me tenían allí para hacer demostraciones a estudiantes. Cada vez que veía llegar a las enfermeras, pensaba que venían a hacer pruebas conmigo. ¡Hasta las escuchaba hablar en italiano!”, relata este paciente.
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Un delirio similar a una película de ciencia ficción y con él como protagonista de la que, asegura, le costó salir. “Me veía atrapado en ese sitio. Llegué a arrancarme el tubo. Pensé que sería la única forma de escapar de ese lugar. Fue una historia de miedo, muerte y resurrección”, cuenta Hernán, quien no volvió a ser intubado tras ese episodio. “Tuvo que luchar sin tubo durante unos días”, apostilla Beni, una de las sanitarias que lo atendió.
La visita de su mujer le ayudó a orientarse
Hernán cuenta que sufrió pesadillas irreproducibles. “Una vez oí: se nos va. Y yo pensaba… ¿Cómo me voy a morir con lo joven que soy?”, relata este paciente de 48 años y sin patologías previas. “Otra de las cosas que pensaba es que le habían dicho a mi mujer que me había muerto”, añade. Por eso, reencontrarse con la madre de sus hijos en la UCI supuso para él un punto de inflexión. “Su visita fue providencial porque a mí se me estaba yendo la cabeza. No sabía cuánto tiempo llevaba allí, cuánto tiempo me quedaba... Sé que he dado mucha guerra a las enfermeras", sostiene.
Hernán había llegado al hospital en ambulancia con una fiebre que no bajaba y con una enorme sensación de ahogo. Su mujer y siete de sus ocho hijos también habían dado positivo en coronavirus. “Mi mujer tuvo como una especie de catarro y mis hijos lo pasaron bien. Fueron todos asintomáticos, salvo una hija que tuvo algo de fiebre y otra dolor de cabeza. La única que no dio positivo fue la pequeña, de cuatro años”, explica.
Hernán estuvo dos días y medio ingresado en planta. Le diagnosticaron una neumonía bilateral. Pero un empeoramiento en su estado de salud obligó a trasladarlo a críticos, donde tuvieron que pronarlo e intubarlo. “Yo no sabía lo que era intubar”, recuerda. A partir de ahí, ya sólo recapitula malos sueños y una sensación de sed horrorosa. "Yo jamás pensé que esto me pudiera pasar a mí. Pensaba: si cojo la covid, como mucho, tendré fiebre", explica.
Pero la realidad fue mucho peor de lo que se esperaba. “Lo pasé muy mal. La sensación era como de subir una montaña, y otra, y otra… Y nunca llegar a la meta”, explica. Este lunes, después de 45 días de ingreso, su estadía en el hospital llega a su fin. Se marcha para casa con 15 kilos menos de peso y con los recuerdos de las terribles alucinaciones que le provocó la enfermedad. “Ahora, después de subir tanta montaña, ya puedo decir que veo el valle”, concluye.