La movilidad: la clave que permitió a Euskadi pasar a la fase 1 y dejó a Valencia en la 0

La Comunidad Valenciana presentó medidas para reforzar los servicios públicos, diversificar los modos de transporte y concienciar a la población
El País Vasco optó por poner una entrada a la fase 0 muy restrictiva, limitando la movilidad al municipio
Desde que el Ministerio de Sanidad decidió dejar a buena parte de la Comunidad Valenciana en la fase 0, mientras permitía pasar a todo Euskadi a la fase 1, se han comparado todos los datos de las dos regiones en relación al coronavirus: número de afectados por la COVID-19, en bruto y en porcentaje; capacidad para reaccionar ante un rebrote; la incidencia acumulada del virus, que cifra los casos detectados en los últimos 14 días por cada mil habitantes; el factor R, que mide a cuántas personas contagia cada infectado, etc. Eso sin tener en cuenta las variables políticas, como la importancia que el PNV, que Gobierna en Euskadi, tiene para las votaciones que el Gobierno lleva al Congreso.
Este martes ha entrado en juego otro factor: la movilidad dentro de las comunidades autónomas. En la Valenciana, dice Sanidad, es muy elevada; la de Euskadi, por su carácter industrial, también, pero País Vasco ha sorteado esa dificultad limitando la movilidad de los ciudadadanos al municipio en el que habitan, salvo causas de fuerza mayor.
Después de varios días de queja del presidente valenciano, Ximo Puig, porque el Gobierno no les explicó claramente cuáles eran los motivos de la decisión, el lunes, la consejera de Salud, Ana Barceló, participó en una reunión con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, según ella, "muy aclaratoria". Este miércoles Barceló le explicará los detalles a Puig, y a partir de ahí decidirán si vuelven a solicitar el progreso en la desescalada para el lunes 18 de mayo.
Dos informes muy distintos
En los informes que el Gobierno Vasco y la Generalitat Valenciana presentaron ante los ministros de Sanidad, Salvador Illa, y de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se abordaba el control de la movilidad de maneras muy distintas.
Por parte de la Comunidad Valenciana el documento, que puede consultar aquí, planteabaa las siguientes medidas de cara al progreso de fases en la desescalada, centradas sobre todo en el transporte público:
- Tratar de concienciar a los usuarios en la laminación de las horas punta, lanzando información a través de todos los medios disponibles (Web, app, megafonía, cartelería, etc...)
- Campaña informativa en todos los canales disponibles, con las recomendaciones a los usuarios dirigidas a minimizar riesgos y mantener la máxima distancia posible entre viajeros y evitar aglomeraciones (Instalación de señalética específica para ello)
- Ordenar flujos de acceso a estaciones en caso de ser necesario.
- Facilitar intermodalidad con nuevos medios de movilidad (bicicletas, patines
eléctricos, etc…) incrementando plazas de aparcamiento.- Facilitar coexistencia con nuevos medios de movilidad en aquellos que lo permita, por limitaciones de espacio.
- Encuestas semanales para caracterizar la demanda por sectores y motivación del viaje.
- Monitorización de la demanda a través de los sistemas tecnológicos disponibles y de Vigilancia.
- Medidas de control en el acceso y propia estación a través del incremento del personal de seguridad.
- Canalizar flujos de viajeros para mantener distancia recomendada.
- Nuevos indicadores de gestión para controlar el uso del transporte.
- Instalación de dispensadores de geles hidroalcohólicos en las unidades móviles.
- Demarcación del aforo máximo las unidades móviles
- Incremento de frecuencias de servicios
En su informe, la Generalitat también explicaba que controlar el movimiento, se contaba una importante capacidad de efectivos:
- 1.445 voluntarios de Protección Civil
- Disponibles para organizar en tres turnos
- Con 293 vehículos
- Con189 unidades de megafonía y elementos de balizamiento
- 277 plantillas de Policía Local que se pueden coordinar desde el CEMPOL (Coordinación de Emergencias Policiales).
- Una herramienta cartográfica que permite realizar controles de movilidad en las ubicaciones que se consideren necesarias
- Drones que permiten el control aéreo de la movilidad en caso necesario.
En el informe de Euskadi, disponible pinchando aquí, el planteamiento mucho más restrictivo, lo que ha llevado a la comunidad, como se comenta ya en las calles del País Vasco, a estar en fase 0,5. Este era el planteamiento que presentó la consejería vasca de Salud a los ministros:
- Movilidad dentro del mismo municipio de residencia y excepcionalmente,
en el mismo territorio histórico, es decir, provincia. - Movilidad interterritorial entre municipios colindantes de tránsito
habitual y actividades socioeconómicas ordinarias
Para la movilidad en las grandes ciudades o para los casos en los que el trabajo obligue a desplazamientos, tal y como estableció el decreto del estado de alarma el 15 de marzo, el Gobierno de Iñigo Urkullu planteó las siguientes medidas para la fase 1 relacionadas con el transporte público:
- Incremento de frecuencias al 100%
- Aforo mínimo del 60%, flexibilizado en horas punta, especialmente en los
modos ferroviarios de alta capacidad. - Uso obligatorio de mascarilla
- Toma de temperatura aleatoria en estaciones cerradas
De las dos propuestas, la que prosperó -ya lo sabemos todos- fue la vasca. Ahora, la Generalitat Valenciana tiene que diseñar su segundo plan, pero de momento no ha desvelado si hará suyo el de Euskadi.
Los pcr y la densidad de población, otros factores importantes
La Consejería de Salud valenciana ya se ha puesto manos a la obra sobre otra debilidad señalada por el Ministerio de Sanidad, la escasez de pruebas pcr realizadas a personas con síntomas de la COVID-19, por cierto, otra de las fortalezas del País Vasco. El Gobierno de Ximo Puig ha comenzado este mismo lunes a hacer pruebas en los centros de atención primaria.
En la reunión de la Comisión Interterritorial del Sistema de Salud, y según ha explicado la consejera valenciana, Ana Barceló, el Gobierno también esgrimió la densidad de población de la región, de 213 habitantes por kilómetro cuadrado y en el caso de Valencia, de 5850 habitantes por kilómetro cuadrado. Sobre ese punto, complicado hacer nada, salvo reforzar hasta el máximo las limitaciones a la movilidad de esa población.
Por cierto, la densidad de población del País Vasco es de 302 habitantes por kilómetro cuadrado y la de su principal ciudad, Bilbao, alcanza los 8.461.