Diagnosticar COVID-19 por la voz, el último hito de la inteligencia artificial


Las técnicas de inteligencia artificial pueden detectar COVID-19 por la voz o en radiografías que al ojo humano parecen normales
Stella Luna, experta en inteligencia artificial, explica cómo puede ayudar esta tecnología a la salud
Si te cuesta respirar, te cuesta hablar. Basándose en esa premisa tan evidente los investigadores de la universidad de Canergie Mellon, en Pittsburgh, Estados Unidos, comenzaron a desarrollar un modelo de inteligencia artificial que puede detectar la COVID-19 en pacientes a simple vista asintomáticos. Lo explica Stella Luna, creadora y directora de Pentaquark Consulting, una empresa española que se dedica a aplicar técnicas de inteligencia artificial a campos tan dispares como las finanzas, el marketing o la salud. "Se ha descubierto que cuando la gente tiene COVID su rango de voz esta en una cierta longitud de onda. Y eso se puede detectar con técnicas de inteligencia artificial", cuenta.
Es un metodología que ya se usa con otras patologías como la insuficiencia cardíaca descompensada o el infarto. Se trata de que una máquina sea "entrenada para distinguir la longitud de onda que produce la COVID-19 en la voz", explica Luna. Esto se consigue introduciendo en esa máquina muestras de voces de cuantos más pacientes mejor, con datos sobre quiénes tenían COVID. La técnica encuentra un patrón que se repiten en quienes padecían la infección, y "cuando se introduce una nueva muestra, la tecnología la compara con todas las miles que tiene y puede encontrar ese patrón en el nuevo paciente".
El diagnóstico de COVID-19 se está haciendo ya con radiografías, incluso en España. "Se han dado casos de pacientes con sospecha de infección de SARS-CoV-2 a los que la PCR les salía negativa, y las radiografías parecían normales. Pero la inteligencia artificial, comparando esas imágenes con las de miles de enfermos, ha encontrado algunas peculiaridades en esa radiografía que también tenían otros enfermos del nuevo coronavirus", explica la experta. Y esos pacientes acabaron dando positivo en COVID-19. La experiencia comenzó en los hospitales Mount Sinaí de Nueva York con una base de datos de 6.000 pacientes.
Complemento pero no sustituto de la medicina
Stella Luna se preocupa de dejar claro que la Inteligencia Artificial no puede ni debe sustituir a la medicina humana y tradicional. "Siempre hará falta un médico que palpe, que escuche, que trate. La inteligencia artificial es un complemento que puede ayudar mucho", aclara.
Siempre hará falta un médico, pero la inteligencia artificial puede ayudar a comparar datos de muchos pacientes para diagnosticarlos y tratarlos", afirma la experta en IA Stella Luna
Porque al final la capacidad de análisis de datos que tiene una máquina es más rápida que la que pueda hacer un ser humano. "Compara información o imágenes de una base de datos muy amplia de pacientes y puede detectar similitudes entre el paciente que estás analizando y algunos que sean iguales", insiste. Y cuanta más información, más precisión tendrá la conclusión que saque la máquina.

Una técnica que puede aplicarse, por ejemplo, a la farmacología. Por ejemplo, ¿qué tratamientos pueden funcionar con un paciente obeso, hipertenso, de 87 años y con unos análisis con unos marcadores determinados? Contesta Luna que "la inteligencia artificial puede saber en qué dosis, para qué pacientes ha funcionado determinada medicación". Es decir, que la IA puede encontrar un paciente similar y ofrecer en un momento las medicinas y terapias que se le aplicaron.
El futuro es predecir qué enfermos necesitarán qué cuidados, adelantarse a las enfermedades y saber quiénes desarrollarán un cáncer, por ejemplo, o incluso, por qué no, COVID. Una realidad -"no muy lejana", apunta Stella Luna- que parece de ciencia ficción pero que en realidad es solamente la primera: ciencia.