Mi vecina, con 85 años, nos ha cantado desde su ventana el "Resistiré" del Dúo Dinámico
He tardado dieciocho días pero hoy, por fin, lo he conseguido. ¡He hecho ejercicio! Desde que empezó el confinamiento y se acabaron mis largos paseos con el perro necesitaba hacer algo para sustituirlo. Cada día lo ponía en mis propósitos y cada día lo aparcaba por otra cosa. Deberes, cocina, limpieza, trabajo…todo parecía aliarse en mi contra. Volver a ordenar el tiempo y las prioridades cuando todo ha cambiado es complicado. Al final no ha quedado otra y, como siempre, he tenido que robarle horas al sueño. Lo importante ahora es incorporarlo a esta nueva rutina que todos nos hemos visto obligados a inventar.
Lo bueno de este confinamiento en que estamos sumidos es que las redes se han llenado de tablas de ejercicios y entrenamientos domésticos adaptados a todas las edades, limitaciones físicas, de espacio y de medios. El que no se mueve es porque no quiere. Mi madre, a sus 77 años, camina todos los días 20 minutos a ritmo fuerte por el pasillo de casa. “Hasta sudo”, me dice. Si eso no es voluntad…
Mediamos la semana y las cifras no mejoran. Hoy, de nuevo, más muertos que ayer, y que antes de ayer. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón apreciaba una mejora. “Parece que estamos descendiendo el pico”, ha dicho. Seguro que es así pero es desolador pensar que desde el sábado, cada día, más de 800 familias lloran la pérdida de uno de sus seres queridos.
A las ocho salimos a aplaudir. Entre las palmas se ha colado la voz fuerte de una de mis vecinas. Con más de ochenta años a sus espaldas, cuatro hijos y una operación de corazón a vida o muerte nos ha callado a todos cantando, a capela, el “Resistiré” del Dúo Dinámico. Los aplausos, hoy, se los ha llevado ella. Lección de vida. Mañana volveremos a salir. Y quedará un día menos.