Diario de confinamiento. Día 23

Se empieza a vislumbrar muy a lo lejos la salida del confinamiento. Otra cosa será lo que nos espera cuando salgamos
Hay que cruzar los dedos pero los datos son esperanzadores. Llevamos tres días seguidos en los que han muerto menos personas. La cifra, en cualquier caso, sigue siendo brutal. Hoy 637 (parece increíble que hablemos con esta normalidad de esa cantidad de vidas robadas). Y pienso en que hace sólo tres días fueron más de 900 y sin dejar de ser tremendo, el dato de hoy es positivo. Y ver que cada día menos familias se suman a esa interminable lista de tristeza, anima.
Además, estamos en el ecuador de nuestro confinamiento. Al menos, de momento. Me gusta pensar que quedan menos días de estar encerrados que los que llevamos ya. Y en cualquier caso, si prorrogan el estado de alarma también llevaremos más días confinados que los que nos queden por delante. Eso anima.
Y los políticos y los expertos empiezan a hablar de cómo salir de este confinamiento. Se empieza a ver la salida aunque no tenga fecha aún. Pero se lee y se oye hablar de ella. Y eso, también anima.
Otra cosa será salir y recuperarse. Esa será otra lucha. Muy dura. Para los que han perdido a alguien. Para los que han luchado sin descanso para ganarle la partida al virus. Para los que han tratado de hacer la vida más fácil a los demás. Para los que han perdido su medio de vida. Para los que cuando esto acabe sólo les espera la incertidumbre. Para todos los que hacemos de nuestro confinamiento una pequeña lucha personal. La vida, en realidad no será igual para ninguno de nosotros. Pero será vida. Y eso anima.
A las ocho salimos a aplaudir. Para animarnos a seguir fuertes en nuestra lucha diaria. La de vencer al virus desde nuestras casas. Confinados. Y ahí seguiremos. Mañana también. Y quedará un día menos. ¡Ánimo!