El dilema de las reuniones navideñas con familiares que no han querido vacunarse


Comer o cenar con personas no vacunadas aumenta el riesgo de contagios
Tres expertos coinciden en extremar las precauciones en navidades
Y usted, ¿pasaría las navidades con un no vacunado?
Estas navidades puede que las familias ya no discutan por política sino por la vacunación. Porque estas fiestas van a ser en muchas casas las del reencuentro tras pasar las de 2020 separados, y aunque el 90% de la población mayor de 12 años está vacunada contra la covid, puede que entre ese 10% esté alguno de sus allegados. Usted, ¿invitaría a un no vacunado a su casa por Nochebuena, o Año Nuevo, o Reyes? Es un dilema difícil en cuya respuesta han dudado los tres expertos consultados por NIUS. Todos se han alegrado de que en sus familias no exista esa circunstancia.
Manuel Franco, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), se ha tenido que enfrentar a esa situación con algún familiar, que le ha pedido consejo sobre reunirse con amigos no vacunados. "Y llega un momento en el que tienes que tomar una decisión, que debería ser consensuada entre todos", expone Franco el dilema.
Y para él lo mejor es hacer a esas personas conscientes de los riesgos que corren: "Las que corren más riesgo son ellas, aunque es verdad que nos ponen en cierto riesgo a los demás. En ese sentido lo mejor es decirles a esas personas que están provocando una situación en la que asumen peligro de contagio, más que los demás. Y que nos ponen a nosotros en una tesitura muy difícil, porque podemos ser algún vacunado el portador del virus, e infectarles a ellos que están desprotegidos. Es una responsabilidad que no sé si yo podría asumir", duda.
Mascarillas, distancia y ventilación
Para los que decidan acoger a un no vacunado en sus celebraciones navideñas, Juan Antonio Sanz Salanova, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS), propone extremar las precauciones y pasar unas navidades parecidas a las anteriores.
Sanz se acuerda de los niños, que no han tenido la posibilidad de inmunizarse, y ante interacciones con ellos recomienda que "cuando vayan no convivientes se deberían mantener las medidas de mascarilla, distancia y ventilación. Y limitar el número de asistentes".
Es lo que van a hacer en su familia, a pesar de estar todos vacunados. Van a pasar unas navidades con cierta flexibilidad respecto al año pasado, cuando no celebraron ningún encuentro con no convivientes, pero con prudencia: "En mi casa vamos a cenar el menor número posible, el día que más seremos nos juntaremos ocho, y mantendremos las ventanas abiertas y usaremos mascarilla cuando no estemos comiendo. Otros años éramos 18, pero este hemos optado por reducir también el número. Mi opción es tomar las mismas precauciones que el año pasado pero flexibilizando un poco el número de asistentes".
Ante los no vacunados por elección afirma que, de asistir a reuniones familiares, deberían mantener la mascarilla puesta en todo momento salvo para comer o beber, y mantenerse a una distancia prudencial de los demás, además de cuidar mucho la ventilación cruzada de la estancia. Para el preventivista "Es una postura un poco egoísta la de los que no se vacunan por elección, pero tampoco hay que criminalizar a nadie", reflexiona.
Y recuerda, como Franco, el riesgo que los no vacunados están asumiendo, porque "los no vacunados, hay que recordarlo, tienen una probabilidad de contagio cuatro o cinco veces superior a la de los sí inmunizados. Incluso si solamente hay un no vacunado en una comida o cena, y el que está infectado es un vacunado, es probable que el resto de asistentes no se contagien y el no inmunizado sí".
De nuevo, no serán navidades prepandémicas
Daniel López-Acuña, epidemiólogo y ex directivo de la Organización Mundial de la Salud, es el más tajante cuando afirma que "sé que suena duro y tajante pero es un momento en el que hay que extremar las precauciones de burbujas. Yo personalmente preferiría que nadie no vacunado se sentara en la mesa. Por suerte no tengo este problema porque en mi familia estamos vacunados todos".
López-Acuña descarta totalmente que estas próximas navidades sean como antes de la pandemia, porque "vamos a llegar a ellas sin la tercera dosis y muchos niños no estarán todavía vacunados, así que hay que asumir que todavía no podemos tener unas navidades prepandémicas. No nos hemos librado de la covid. Hay que seguir siendo prudentes. La incidencia está subiendo en todo el mundo, y no se sabe todavía si la nueva variante ómicron es más leve o no, o si escapa a la protección de las vacunas".
Para él, sentarse a la mesa con una persona sin vacunar es un riesgo inasumible: "Abrir las burbujas sin protección, y más si la persona no esta vacunada y se va a quitar la mascarilla en la cena, y brindando... corremos mucho riesgo de contagiarnos, porque el no vacunado transmite el virus más que los que sí se han inmunizado. Y puede contagiar a un ya vacunado, que seguramente no ingrese en UCI y pase una covid leve, pero hay un pequeño porcentaje de personas con la pauta completa que enferman gravemente".
Alerta también el epidemiólogo sobre el peligro personal de los no vacunados: "Recordemos que hay 25 veces más riesgo de morir y 16 veces más riesgo de ingresar en el hospital o en una UCI si no estás vacunado. Es decir, para el no vacunado es un riesgo total el entrar en interacciones sociales desprotegidas. A esto unamos que las demás personas de la mesa pueden ser asintomáticas y al reunirse no saben que están contagiadas y que pueden infectar al no vacunado".