"Esto no es hacer zumo de naranja", el complejo proceso de fabricación de una vacuna contra la covid-19

Las agencias del medicamento controlan hasta el más mínimo detalle de un proceso descentralizado y extremadamente complicado.
El 70% del tiempo de producción de una vacuna se emplea en hacer pruebas y controles de calidad
Polymun, una empresa familiar con 90 trabajadores, situada en un idílico paisaje de la Austria rural, se ha convertido súbitamente un engranaje clave en la cadena de producción de la vacuna contra la covid.
Lo mismo que Acuitas, en Vancúver (Canadá). Apenas 40 empleados y ni siquiera un rótulo con su nombre en el edificio donde se aloja. Ambas fabrican unas 'bolitas de grasa', nanopartículas lipídicas, un elemento esencial para el éxito de la vacuna de ARN mensajero. Apenas se empezaron a comercializar hace dos años.
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Fabricar una vacuna "no es como hacer zumo de naranja", dijo el director ejecutivo de AstraZeneca, Pascal Soriot. Es un proceso "extremadamente complicado" que tiene tanto de ciencia como de arte.
Una demanda disparada a escala global
Todo se complica aún más cuando la escala de producción es global y se necesitan ingredientes que hasta ahora tenían una baja demanda. Pasa con las nanopartículas de lípidos o con las bolsas técnicamente especiales para la trasladar la sustancia activa.
Una de las partículas genéticas que necesita Pfizer, por ejemplo, sólo se fabrica en una compañía en San Diego (Estados Unidos). Otro cuello de botella son los viales de un cristal especial para soportar la congelación.
El 70% del tiempo se va en el control de calidad
A esto hay que añadir la supervisión constante de las agencias reguladoras del medicamento, como la FDA en Estados Unidos o la EMA en Europa. Hasta un 70% del tiempo de producción de la vacuna se consume en controles de calidad que llevan a cabo las compañías. En cada fase del proceso hay que comprobar que lo que sale es lo que se busca, como catar un plato rico en ingredientes y de elaboración complicada.
En la autorización para comercializar la vacuna, la farmacéutica tiene que especificar en qué plantas va a producir la sustancia activa y desde qué planta va a 'liberar' los lotes.
El último conflicto de Bruselas con AstraZeneca tiene que ver con la producción de una planta holandesa cuya licencia no había solicitado la farmacéutica anglo-sueca. En esa factoría estaba produciendo dosis para exportar fuera de la Unión Europea. De la misma manera, la UE puede recibir la sustancia activa de plantas fuera del continente si han sido autorizadas, como ocurre con Pfizer o la propia AstraZeneca.
110 días para fabricar una dosis
Las farmacéuticas no son muy transparentes a la hora de mostrar su cadena de producción. Salvo Pfizer/BioNTech, que ha abierto sus puertas a distintos medios en Estados Unidos y ha permitido vislumbrar el complejo proceso de fabricación de su vacuna.
El ciclo de producción ronda los 110 días. Es decir, las dosis que se están inyectando hoy se empezaron a producir a principios de diciembre o incluso antes. La farmacéutica estadounidense, asociada a la alemana BioNTech, quiere reducir el ciclo a 60 días.
Un proceso en tres plantas a miles de kilómetros
El proceso de Pfizer/BioNTech, vacuna basada en el ARN mensajero, se divide en tres fases. Cada una de ellas se lleva a cabo en plantas diferentes, a miles de kilómetros de distancia.
Como detallan Elizabeth Weise y Karen Weintraub en USA Today, la primera parte se lleva a cabo en Chesterfield, Missouri. La segunda en Andover, Massachusetts a 2.000 kilómetros de la primera. Y la tercera en Kalamazoo, Michigan.
Producir y colar la plantilla de ADN
El dogma de la biología molecular dice que "el ADN produce el ARN y el ARN produce la proteína". En la primera fase, se fabrica el ADN que servirá como plantilla genética del ARN mensajero. El ARN mensajero producirá dentro de nuestras células la proteína de pico del coronavirus que estimulará nuestro sistema inmune para crear anticuerpos.
Los fragmentos circulares de ADN, conocidos como plásmidos, se multiplican por biosíntesis en grandes recipientes con una solución de color ámbar que contiene bacterias E. coli especialmente diseñadas para el proceso.
En unas dos semanas, los plásmidos circulares de ADN se purifican, se cortan , se 'desenrollan' y la solución se introduce en bolsas del tamaño de una de supermercado que se congelan a -40ºC para su traslado. En alguna ocasión, Pfizer ha utilizado el jet y el helicóptero de los ejecutivos de la empresa.
Pasar el ADN a ARN mensajero
En la segunda fase, los hilos microscópicos de ADN se convierten en ARN mensajero (el encargado de dar la información genética a la célula) mediante un proceso en el que se mezclan enzimas y numerosos productos químicos.
La solución se elabora en recipientes de 40 litros que pueden producir hasta 10 millones de dosis de la vacuna. Un proceso con constantes tomas y análisis de muestras para comprobar la calidad y eficacia de la vacuna. Cada semana de la planta de Pfizer en Andover sale sustancia activa para 20 millones de dosis.
El ARN mensajero se envuelve en grasa
Tras retirar el exceso de sustancias químicas, el ARN mensajero purificado se vuelve a empaquetar y a congelar para la tercera fase, en la que las frágiles hebras de ARNm se encierran en pequeñas bolsas de grasa conocidas como nanopartículas lipídicas.
Son los recipientes microscópicos que transportan el ARN mensajero desde la jeringa por el torrente sanguíneo hasta las células y evitan que nuestro cuerpo lo destruya. Algo así como envolver el chocolate en una fina capa de caramelo para que este se derrita en la boca y no en la mano.
Cuando la solución está lista, se envía a una máquina de llenado de viales de alta velocidad, que coloca una cantidad precisa de seis dosis. Esta tercera fase dura tan solo tres días, pero el control de calidad y las pruebas, semanas.
La producción en Europa
Las vacunas que se inoculan en Europa siguen una cadena de producción similar. Además de Estados Unidos, Pfizer fabrica su sustancia activa en Alemania. Moderna, también basada en ARN mensajero, hace en Suiza su sustancia activa que envasa la farmacéutica Rovi en España.
AstraZeneca es una vacuna más tradicional basada en un virus modificado del catarro de chimpancé. El virus crece en unas células especiales dentro de biorreactores. Pero el cultivo puede estropearse cuando las condiciones no son las óptimas. Las células son muy sensibles a pequeños cambios de temperatura y oxígeno.
El fallo de una planta en Bélgica fue la explicación de AstraZeneca para justificar que sólo iba a entregar a la Unión Europea un tercio de lo pactado. AstraZeneca produce su sustancia activa para Europa en plantas de Estados Unidos, Bélgica, Holanda y el Reino Unido.