“Hola, soy tu enfermera Azahara”: el cartel en un EPI que cambia la vida de los enfermos


Una enfermera del Hospital de Valdepeñas (Ciudad Real) escribe su nombre en su equipo de protección para que los enfermos puedan identificarla
"Desde que me puse el cartel, están mucho más animados", cuenta Azahara a NIUS
Azahara es enfermera en el Hospital de Valdepeñas (Ciudad Real). Está en primera línea de batalla, atendiendo a los afectados por Coronavirus. Son casi un centenar los hospitalizados en el centro. Como la mayoría de sanitarios españoles, hace ya días que esta enfermera no da abasto, apenas tiene tiempo y siempre anda con prisas. Sin embargo, su vocación es cuidar y hacerlo desde la cercanía. A pesar de las medidas de seguridad a las que obliga el virus.
Por eso, con una pegatina, un rotulador e ingenio, Azahara ha conseguido hacer la vida más fácil a los enfermos que permanecen aislados y lejos de sus familiares. “Hola, soy tu enfermera Azahara”, ha escrito con grandes letras en su pantalla protectora, junto al dibujo de una cara sonriente. Ahora, ellos pueden reconocerla, como al resto de sanitarios que, poco a poco, se han ido sumando a la idea. “Desde que me puse el cartel están más animados y hablan mucho más”, nos dice satisfecha.
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Pacientes que pasan largas horas solos, con el único contacto de los sanitarios que entran y salen para atenderlos y a los que el EPI impide identificar. “Llevamos gafas, mascarilla, gorro, pantalla... ni siquiera nos reconocemos entre nosotros”, nos explica la sanitaria. Un simple gesto, “una tontería”, como dice ella, que sin embargo, lo cambia todo. “Antes nos confundían y se quedaban siempre con la duda de saber si estaban hablando con la misma persona a la que ya habían pedido algo o no”, se lamenta.
Ahora, cuando estos enfermeros entran a ver a un enfermo, son algo más que eso. Son Azahara o María o Rosa. Sus pacientes saben quién es quién. Y aunque no pueden verles ni los ojos, ese letrero los humaniza. Azahara anima a todos para que se sumen a esta iniciativa. Porque, a veces, los héroes tienen que tunear su capa para no perder la magia.