Carmen Morata, internista del Hospital de La Fe: "Está muriendo gente que en otras condiciones no moriría”

La unidad de críticos, con 64 pacientes ingresados, ha tenido ya que habilitar otras salas para atender a pacientes no covid
Con 4.594 pacientes ingresados, 624 en UCI, la Comunidad Valenciana vive uno de los peores momentos de la pandemia. Y todavía le queda. Ahora mismo es la región con una mayor incidencia de casos por cada 100.000 habitantes: 1.459,82 en 14 días. La media de España está en 899,93. Si en planta el porcentaje de pacientes covid está al 42,16%, en UCI ocupa ya al 62,97%.
El hospital la Fe de Valencia es el ejemplo claro de la saturación que sufren ahora mismo los hospitales de la región. Desbordado por la tercera ola, la unidad de críticos, con 64 pacientes ingresados, ha tenido ya que habilitar otras salas para atender a los pacientes no covid. "Y no hay mucho más margen", asegura Carmen Morata, jefa de sección de Medicina Interna de este hospital. "Es una lástima que muera gente que en otros momentos, con la epidemia más controlada, no se hubiera muerto. Hablamos de vida o muerte, con solo cuidarnos un poquito más", reconoce esta sanitaria.
Pregunta. ¿Cuál es la situación del Hospital de la Fe de Valencia ahora mismo?
Respuesta. Nuestro hospital, igual que el resto de hospitales de la Comunidad Valenciana, incluso de España, está hace bastantes días en una situación muy complicada porque el número de pacientes que han estado ingresando desde el mes de diciembre y, fundamentalmente, desde después de la Navidad se ha disparado muchísimo y eso ha supuesto que el hospital esté ahora mismo ocupado por un 42% por estos pacientes covid. Y el paciente covid es muy importante, pero el paciente no covid también. El hospital está saturado, con muchos problemas para tener disponibilidad y ocupación para estos pacientes. También nos preocupa mucho la ocupación que hay de críticos, que están mucho tiempo ingresados y desalojan las camas al cabo de muchos días. Es preocupante la situación en la que estamos.
P. ¿Es la UCI lo que peor está ahora mismo?
R. Las UCI están desbordadas. Ha habido que ocupar zonas que habitualmente están ocupadas por otras actividades por parte del servicio de Anestesia para alojar a pacientes no covid que también requieren de cuidados intensivos. Ahora mismo hay 64 pacientes ingresados en camas de críticos. Y esto nos preocupa muchísimo porque la limitación de los pacientes críticos es mucho mayor porque requieren de unas unidades especiales y no puede ser atendidos en cualquier sala ni cualquier sitio. Un paciente covid en hospitalización convencional es un poquito más sencillo alojarlo en sitios que están o estaban destinados a otras cosas.
P. ¿Qué tipo de estancias habéis habilitado por zonas para estos pacientes críticos?
R. Los pacientes críticos con covid están en las unidades de cuidados intensivos y en la unidad de reanimación. Y luego se ha habilitado lo que es la unidad de recuperación postanestésica para pacientes no covid que necesitan por cualquier motivo esa vigilancia intensiva.
P. Y el personal ¿Cómo estáis?
R. El personal está peleando de una manera salvaje. Aunque parezca increíble, hasta con alegría muchas veces. Pero sí se observa un cierto cansancio. Después de la primera parte de la epidemia, las personas que estábamos en primera línea tuvimos un decaimiento hacia el verano, que vino después de la crisis, y ahora mismo hay personas que están cansadas y con un nivel de ansiedad muy importante. No es la mayoría, pero sí hay un porcentaje importante que anímicamente está mal.
P. ¿Hasta cuándo podéis aguantar? ¿Hasta cuándo es sostenible esta situación?
R. Desde el punto de vista personal, uno aguanta y aguanta. Otra cosa es la huella que te deja un estrés de este calibre. Tenemos una profesión que nos prepara algo desde que eres estudiante a enfrentarte con sacrificio y esfuerzo, por eso creo que a nivel humano hay margen. El tema es que si no se controla desde el punto de vista de la población las actitudes y esto sigue aumentando progresivamente, el problema será a nivel hospitalario y tendremos, y tenemos ya, grandes problemas.
P. ¿Cuánta capacidad tenéis ahora mismo para más ingresos?
R. Estamos con una ocupación que es al 200%. Se está ya reinventando sitios y espacios y no hay mucho margen, realmente, para casos covid y no covid. Ahora hay una diferencia importante respecto a la primera epidemia. Y es que durante la primera ola, la población no covid que tenía problemas de salud no venía al hospital. Había una cierta epidemia de salud falsa. Luego hemos visto consecuencias de ello, como de tipo oncológico, en el que se ha retrasado mucho el diagnóstico. En cambio, ahora, la población hace bien y consulta sus problemas y necesita su espacio. El problema es que ahora tenemos más casos covid pero también no covid.
P. ¿Esperáis que en los próximos días llegue lo peor? ¿Que los contagios de ahora se traduzcan en más ingresos?
R. Tenemos dudas de si hemos llegado al pico de la curva de esta tercera ola. Por ser positivos, podemos decir que en los dos últimos días los ingresos respecto a la semana pasada han sido menos. La semana pasada ingresaron casi 60 pacientes diarios durante varios días, con un número de altas inferior y el número de hospitalizados crecía de una manera alarmante. En cambio, ayer ingresaron 35 personas, anteayer 47... ya bajaban de 50. Pero es poco tiempo para decir que ya estamos en el pico. Luego vendrá una meseta, que no sabemos lo que durará, y luego habrá que ver el tipo de curva descendente.
P. ¿Qué les diría a todas esas personas que siguen con actitud irresponsable?
R. El mensaje es muy claro, que, por favor, sigan todas las medidas recomendadas y que no salgan de casa si no es necesario. Estamos en un punto en el que sanitariamente ya no se puede dar mucho más. Es una lástima que muera gente que en otros momentos, con la epidemia más controlada, no se hubiera muerto. Hablamos de vida o muerte, con solo cuidarnos un poquito más.