Epidemiólogos critican la nueva ley sobre mascarillas: "Han perdido el norte, el problema no está al aire libre"

El Boletín Oficial del Estado publicaba este martes una nueva ley de medidas urgentes de prevención y contención del Covid-19 que impone el uso de mascarillas en cualquier espacio público, independientemente de la distancia interpersonal que pueda existir. Así que será obligatorio llevarla, entre otros lugares, en las playas, en la piscinas o en el campo.

Hasta ahora la normativa estatal obligaba el uso de mascarilla al aire libre sólo cuando la distancia entre personas era inferior a un metro y medio, aunque existían diversas regulaciones autonómicas que modificaban esta normativa dependiendo de circunstancias. A partir de mañana la mascarilla en los espacios al aire libre será obligatoria por ley en toda España: no habrá excepciones por comunidades autónomas.

La mayoría de los expertos critican esta nueva ley y se basan en que prohibir la mascarilla en espacios abiertos y guardando la distancia de seguridad no tiene base científica. Lo dice en su tuit, Alberto García Salido, intensivista pediátrico del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid: La "fatiga pandemica" también es tomar medidas que no tienen base estando al aire libre. En ausencia de aglomeraciones obligar a esto generará agotamiento e incumplimiento. Se pierde la confianza en quien decide. Creo que es una decisión que caerá en no mucho tiempo".

Al epidemiólogo Alex Arenas, físico, catedrático en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, en resumen, le parece absurda esta ley. "Hay que promover la vida al aire libre, donde el contagio es 20 veces menor", asegura. Este físico ha sido muy contundente con sus críticas al ministerio de Sanidad. "Sanidad hace meses que ha perdido el norte, y científicamente son muy mediocres. Pero esto es lo que ocurre cuando descartas el asesoramiento científico de los mejores, y escuchas solo aquello que quieres escuchar. Aire libre y distancia, así se combate el virus", concluye Arenas.

Coincide con él, Ignacio López-Goñi, catedrático de microbiología de la Universidad de Navarra, que dice no ser capaz de dar una explicación lógica de porque ahora hacen obligatorio el uso de la mascarilla en el exterior. "Si es difícil de explicar y comprender, es difícil de cumplir, en una situación en la que llevamos un año hablando de mascarillas", asevera.

"Las medidas que obligan o limitan libertades básicas deben ser pocas, fáciles de seguir, coherentes, y deben explicarse y comunicarse bien. El ciudadano debe entender la razón de esas medidas a seguir. El uso de mascarilla debe exigirse en interiores donde se comparte el aire interior, por ejemplo, en el trabajo, aunque haya distancia de seguridad", explica el catedrático.

No obstante, el Gobierno ha asegurado que este miércoles "se analizará la norma publicada sobre las mascarillas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud por si hay que matizarla", ha explicado la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero. El motivo, es que la norma, aunque se haya publicado el martes, inició su camino en junio y fue aprobada por el Congreso el pasado 18 de marzo. "Existe un decalaje en la ley, publicada para una realidad ya superada", por eso, se revisará el texto para analizar "si hay alguna cuestión que se haya publicado que no esté exactamente en consonancia con todo lo aprendido", ha dicho Montero.

Algunos epidemiólogos como Daniel López Acuña, exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguran, sin embargo, que esta ley "tiene todo el sentido del mundo para extremar precauciones y reducir contagios. Es una ley que ha tardado en oficializarse y corresponde a medidas de salud publica recomendadas hace ya un buen tiempo", explica. Cree que es bueno que la recomendación de salud publica "pase a tener una obligatoriedad vinculante que ojala haga que la ciudadanía extreme las medidas de protección, particularmente durante este periodo de Semana Santa".

López-Acuña insiste en que la distancia no es suficiente aun en sitios al aire libre y por ello, la mascarilla debe usarse en la playa, de esa manera reduciremos el riesgo de contagios", explica. "El mensaje debe ser: no incurras en el riesgo de participar en aglomeraciones, ni en interiores, ni al aire libre. Por supuesto las restricciones en espacios cerrados y mal ventilados deben ser tajantes", concluye este experto.

El profesor de la Universidad de Colorado (EEUU), José Luis Jiménez, asegura en un tuit que parece que en España damos un paso para adelante y dos para atrás. Considera un grave error obligar a llevar mascarillas en sitios donde se puede mantener la distancia, como el campo, o la playa.

El epidemiólogo Joan Carles March, insiste en reforzar el uso y buen uso de la mascarilla pero no cree que sea necesario en la playa a no ser en espacios con mucha gente y con gente de diversos grupos familiares. "Lo normal es que si uno va a la playa tome el sol (sin mascarilla) o nade (sin mascarilla)", explica.

"Creo que es fundamental poner énfasis en el uso de mascarilla (y adecuada, ajustada, No bajada, normalmente renovada) en los interiores. En España se utiliza en los exteriores también y yo creo que hay que mantenerlo (y más en situaciones de masificación) pero no creo que añada mucho valor utilizarla en al playa. De hecho Andalucía lo puso el verano pasado y no creo que haya ningún contagio en la playa", dice.

Este experto insiste en que dado que la probabilidad de contagio al aire libre es al menos 20 veces menor que en interiores, debería promoverse las actividades en el exterior y revisar algunas medidas que resultan contraproducentes. Mantener abiertos parques y jardines, donde el riesgo de contagio es muy bajo. Además de ser una medida beneficiosa para la población, reducirá las reuniones en interiores donde la probabilidad de contagio es muy superior. Lo importante es revisar normativa y ser vigilantes con los espacios de terraza con cerramientos que impidan la ventilación, ya que pueden ser peores que los interiores tradicionales", concluye.