Cómo fijar los límites para las cenas de Navidad: por unidades familiares o por personas


El presidente de la Xunta de Galicia señala que puede ser más segura una reunión con 12 personas de dos núcleos de convivencia distintos que seis, de tres grupos diferentes
Los expertos señalan que cuantas menos personas y menos grupos familiares de convivencia, mejor
Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, las propuestas para imponer limitaciones se suceden. Aunque se trabaja en un acuerdo común -el ministro Salvador Illa ha advertido que "no habrá 17 Navidades" distintas- lo cierto es que el Gobierno abrió la puerta el pasado miércoles a las comunidades para que decidieran ellas qué limitaciones establecer para esas fechas dentro de su territorio.
La última propuesta de Galicia es, quizás, la más novedosa: más que el número de personas que se reúnan en Nochebuena o Nochevieja, propone tener en presente de cuántas unidades de convivencia provienen los comensales.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha señalado que puede ser más segura una reunión con 12 personas que provengan de dos núcleos familiares distintos que una reunión de seis personas procedentes de tres núcleos familiares diferentes.
¿Qué opinan los expertos? "Lo importante es que se reúnan las mínimas personas posibles de los mínimos núcleos familiares posibles", señala el epidemiólogo Pedro Gullón. "Doce personas son muchas personas y las posibilidades de contagiar a más gente se multiplican, teniendo en cuenta que luego cada una de esas 12 personas tiene su propia red de contactos a la que también puede contagiar", explica.
El médico de Salud Pública y ex directivo de la OMS, Daniel López Acuña, insiste en que lo importante es que se preserve la burbuja habitual de convivencia. "Estamos dando combinaciones y cifras que todas son hasta cierto punto arbitrarias. Lo que tiene lógica es que mientras podamos preservar las burbujas únicas de convivencia habitual familiar, mejor", asegura.
"Si hay una unidad familiar que tiene ocho personas no entraña más riesgo que lo estipulado de seis, porque estamos hablando de la unidad que está conviviendo regularmente. Lo importante es que las celebraciones navideñas se concentren en las unidades que conviven regularmente. En la medida que salgamos de esa burbuja, sean una, dos, tres o cuatro unidades de convivencia, estamos incrementando el riesgo, porque son ecosistemas distintos con relación a la interacción con ellos".
El presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, señala que sí parece lógico que sean más importantes la unidades de convivencia a la hora de planificar cuántos comensales pueden reunirse. "Si juntamos seis personas y las seis son de una reunión de trabajo, de seis domicilios distintos, el riesgo de contagio es mucho más alto que si juntamos 10 personas de dos núcleos de convivencia", defiende.
Un debate que genera confusión
El catedrático de Salud Pública Ildefonso Hernández va más allá: "Entiendo que si Núñez Feijóo hace una propuesta de medida de salud pública debe ser porque se la ha propuesto su consejero de Salud. Por tanto, imagino que estará basada en un informe científico técnico de su departamento. Si esto es así, es recomendable que lo diga y que, además, su consejero lo haya remitido al Ministerio de Sanidad para debatirlo en Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud". Y añade: "Si no es así, es mejor que no haga propuestas en público pues puede contribuir a crear desconfianza y dudas en la población sobre las medidas a adoptar", añade.
La recomendación del Ministerio de Sanidad a día de hoy es no superar los seis comensales, pero comunidades como Madrid o Cataluña ya han anunciado sus propias propuesta que pasan por ampliar hasta 10 personas las reuniones navideñas.
"La ventaja del número seis es que ha sido una limitación constante en los meses anteriores de pandemia. Por lo tanto, es fácil de comunicar y entender por parte de los ciudadanos porque es coherente con lo que se ha ido aplicando anteriormente", defiende Gullón.
¿Que no cuenten los menores de 10 años?: "No nos la podemos jugar"
Eso en cuanto al número de comensales, pero ¿deberían contar igual los menores de 10 años, una vez que algunos estudios apuntan a que se infectan y contagian menos que los adultos? Feijóo ha sugerido que a esta cuestión también hay que darle una vuelta: "El cómputo de niños sobre adultos debería de tener una metodología distinta", ha señalado.
En este punto, la filosofía tiene que ser la misma: cuantas menos personas posibles y menos núcleos familiares, mejor, según los expertos. "Los niños tienen menos potencial para contagiar porque tienen menos contactos sociales, pero puede ocurrir que después del día de Reyes, donde se juntan con más gente, vuelvan al colegio y contagien a sus compañeros", asegura Gullón. "Aunque tengan menos capacidad para contagiar, no nos la podemos jugar", añade.
López Acuña no está de acuerdo tampoco con el planteamiento de Galicia sobre los menores. "Podemos tener la misma probabilidad de asintomáticos positivos transmisores en niños que en adultos. Los niños también se infectan pero son más asintomáticos", asegura este médico de Salud Pública.
Tampoco a López Hoyos le convence la propuesta gallega. "Los niños pueden contagiar igual que los mayores, la gente contagia al mismo nivel, salvo los que son supercontagiadores, algo que se demuestra en los estudios epidemiológicos”.