"No hace falta toser": el vídeo que muestra cómo puedes infectar al hablar si no llevas mascarilla


Un vídeo muestra que basta hablar para emitir las gotitas que pueden contener el virus y que una mascarilla lo evita
Varios estudios han demostrado que estos aerosoles pueden contener partículas del virus, pero no que sean suficientes para contagiar
Ante la duda y viendo el papel de los asintomáticos en la difusión del SARS-CoV-2, las autoridades empiezan a recomendar el uso de la mascarilla
Las gotitas que emitimos al estornudar, toser estaban desde el principio en el centro de las investigaciones sobre cómo se transmite el coronavirus, pero ahora las sospechas también afectan a las partículas que emitimos simplemente al hablar: ¿puede transmitir la enfermedad simplemente hablando alguien que aún no tiene síntomas?
A medida que avanza ese conocimiento, o se reconoce cuánto no se sabe, también evoluciona la idea que nos formamos de cuál es el uso más útil y cívico de la mascarilla.
El vídeo que encabeza este artículo, elaborado con luz láser, forma parte de un estudio publicado por el New England Journal of Medicine para comprobar cómo en el simple acto de hablar emitimos esos aerosoles. Y extrae varias conclusiones.
- Esas gotitas son más pequeñas que las de un estornudo, invisibles para el ojo humano.
- Cuanto más alto se habla, más partículas se producen y más lejos llegan.
- Una mascarilla o una simple tela en la boca frena la emisión de esas partículas.
"No hace falta que la gente tosa para diseminar un virus", explica el aerobiólogo Donald Milton, de la Universidad de Maryland, en una revisión científica publicada por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Al hablar emitimos partículas, ¿pero suficientes para contagiar?
La base de esta conclusión es un estudio de 2018 que demostró que sólo con respirar o hablar, los enfermos de gripe emitían partículas con presencia del virus. Lo que no se demostró es que la exposición a esos minúsculos patógenos fuera suficiente para contagiar a otra persona.
Ante las dudas, una llamada a la máxima precaución en la actualidad en es el hecho de que las personas asintomáticas no tosen, pero se considera demostrado que han tenido un papel importante en la difusión del coronavirus, aunque aún se desconozca a través de qué mecanismos.
"Esas partículas de aerosol miden en torno a una micra y pueden mantenerse en el aire durante mucho tiempo", explica el ingeniero químico William Ristenpart, de la Universidad de California. Ahora bien, ¿esa nubecilla de micropartículas es contagiosa? Nadie lo ha demostrado. "Eso significaría que si entras en una habitación, sólo con respirar quedas infectado", explica en la misma revisión científica Yvonne Maldonado, de la Universidad de Stanford. La epidemióloga considera que ese escenario es improbable.
Ante la duda, mascarilla... para proteger a los demás
De momento hay pocas evidencias. Una investigación de la Universidad de Nebraska ha detectado la presencia del SARS-CoV-2 en el aire de las habitaciones ocupadas por pacientes, algunos de ellos sin síntomas de tos ni estornudos, pero este estudio aún debe ser revisado.
Mientras que las partículas que se emiten al estornudar son de mayor tamaño y caen al suelo por efecto de la gravedad, las que emitimos al hablar pueden quedar suspendidas en el aire. Los asesores de la Casa Blanca están realizando estudios y consideran que estos interrogantes son relevantes, pero advierten de que no se pueden extraer conclusiones en este momento.
Son tantas las incertidumbres sobre cómo se transmite el SARS-CoV-2 que al final las autoridades sanitarias de casi todo el mundo están recomendando el uso de la mascarilla como protección adicional. No para quien la lleva, sino para quienes le rodean.