Los test anales para detectar la covid en España: dónde se usan y para quiénes están indicados


Las pruebas anales que se están extendiendo en China no son una novedad en España: aquí se utilizan desde el inicio de la pandemia
Galicia efectúa este tipo de test en casos muy concretos, cuando tomar muestras nasofaríngeas resulta complicado
China ha empezado a recurrir a los test rectales para detectar el SARS-CoV-2. Los utilizan, por ejemplo, para testar el estado de salud de las personas que llegan desde el extranjero. También para hacer cribados en barrios con presencia de coronavirus. Consideran que estas pruebas son más precisas que las nasofaríngeas, ya que el virus permanece durante más tiempo en el ano que en las vías respiratorias.
Sin embargo, por extraña que pueda parecer, la exploración anal para detectar el coronavirus no es novedosa. Hace mucho tiempo que también se realiza en España. En Galicia, por ejemplo, hacen test anales desde que comenzó la pandemia. Eso sí, solo los efectúan en casos muy concretos. Según ha podido saber NIUS, la comunidad gallega realiza pruebas rectales a pacientes que presentan un cuadro grave. Sobre todo, a enfermos cuyas vías respiratorias están comprometidas o precisan de ventilación mecánica.
Pero no es el único caso. Los sanitarios también utilizan los test rectales para detectar el coronavirus en pacientes a los que resulta complicado tomar una muestra nasofaríngea. Por ejemplo, en bebés o en niños pequeños. También en pacientes que presentan determinadas patologías psiquiátricas.
Menos doloroso, pero más embarazoso
Aunque en China empiezan a extenderse con buenos resultados, por el momento aquí solo se utilizan en casos aislados. Los test anales son menos invasivos que las pruebas nasales o a través de la garganta. También, para las autoridades chinas, son más fiables y precisos para saber si el virus ha desaparecido, ya que las trazas del coronavirus permanecen más tiempo en el ano y en las heces que en las vías respiratorias.
Sin embargo, es rechazada por muchos por ser más embarazosa. La prueba consiste en introducir un bastoncillo de algodón de entre dos y tres centímetros en el ano para tomar muestras de las heces. Es el mismo instrumento empleado para recoger las muestras de la nariz. El proceso es igual de rápido: dura unos diez segundos.
En Galicia reconocen que se descarta por el momento su uso en cribados masivos. En estos casos se seguirán haciendo pruebas nasales y de saliva. Es decir, los ya conocidos test PCR o de antígenos mediante muestra nasofaríngea.