“Gracias por cuidar a papá”: la carta de una niña a los sanitarios del hospital de Ourense


Celia, de 10 años, ha enviado un mensaje a los profesionales que están cuidando a su padre, enfermo de coronavirus
Lo hizo después de saber lo bien que lo estaban tratando: “Me dijo que se sentía como en un hotel de cinco estrellas”, afirma su mujer
Miguel tiene 45 años. Lleva 12 días en el Hospital Universitario de Ourense. Tiene coronavirus. Ahora ya se encuentra algo mejor. Bastante fatigado, pero nada comparable al infierno que vivió durante los dos primeros días de ingreso. “A las pocas horas de marcharse de casa en ambulancia, el médico me llamó y me dijo: tiene una neumonía bilateral muy grave y no descartamos meterlo en la UCI”, cuenta a NIUS Natalia Pato, la mujer de Miguel. “Se me vino el mundo encima. Sin poder verlo, sin poder hablar con él, la angustia en ese momento fue enorme”, añade.
Finalmente, los peores presagios no se cumplieron. No entró en la UCI. Natalia reconoce que, durante aquellos días, la preocupación hubiese sido mucho mayor si al otro lado del teléfono no hubiesen estado los sanitarios que atendieron a su marido. “Me llamaban a diario. Me informaban, pero también me tranquilizaban. Siempre con buenas palabras”, explica.
Pero el sentimiento de agradecimiento todavía fue superior cuando, por fin, el tratamiento hizo su efecto y Miguel tuvo fuerzas para hablar por teléfono. “Ahí supe que estaba en las mejores manos. Me dijo que se sentía como en un hotel de cinco estrellas, que el personal era maravilloso y que se encontraba como si estuviera en familia”, explica.
Natalia y sus dos hijos, Roi y Celia, de 13 y 10 años, pensaron que había que hacer algo para dar las gracias a esos sanitarios que tan bien se estaban portando. La pequeña cogió una cartulina y se puso manos a la obra.
El mensaje de Celia
Mientras Natalia encargaba un pastel para endulzar la jornada del personal de la quinta planta norte del Hospital Universitario de Ourense, Celia cogía sus lápices de colores para dibujar un gran corazón dirigido a los sanitarios que están ayudando a su padre. También les escribía el siguiente mensaje:
“Gracias por cuidar a papá. Gracias por vuestro cariño, por vuestra paciencia, por las buenas y cariñosas palabras con las que habláis con mi mamá, y tenéis que estar muy orgullosos por vuestro trabajo. Deseo que esto se acabe pronto, para que así podáis descansar. ¡Os lo merecéis! Muchísimas gracias ¡Ánimo!”
Las palabras de Celia han supuesto un chute de energía para un personal agotado después de meses lidiando contra el virus. “Nos hizo mucha ilusión”, reconocen. "El dibujo es precioso. La verdad es que ha trabajado mucho", comentaba una sanitaria nada más recibirlo. El regalo de Celia está, desde entonces, colgado en uno de los ventanales de la planta.

Los sanitarios, respondieron
La historia entre esta niña de 10 años y los sanitarios que atienden a su padre no ha quedado ahí. Los trabajadores quisieron hacerle saber que su regalo les había llegado. Por eso, una emisaria se trasladó a la casa familiar con el objetivo de hacerle llegar a Celia una mascarilla y una tarjeta firmada por todos:

“Para Cecilia con cariño de todos los que trabajamos en la quinta planta norte del Hospital Universitario de Ourense en agradecimiento por su bonito dibujo y su preciosa dedicatoria. Gracias”.
Ahora, Celia cuenta las horas para poder abrazar a su padre. Lo hace orgullosa, con el mensaje de los héroes que lo han salvado, también colgado, en su habitación.