La historia de amor de dos "almas predestinadas" que tuvieron que luchar contra el coronavirus

Cris Borruel, enfermera, cuenta cómo la historia le hizo sentir que no debía perder el ánimo y la esperanza ante la crisis sanitaria
Con tan solo 18 años, se conocieron en el barrio barcelonés de Sant Andreu. Lo suyo fue "amor a primera vista", cuenta Cris Borruel, enfermera del Hospital San Rafael de Barcelona. Cinco años después, en 1963, se casaron y desde entonces no se habían separado. Sin embargo, ellos tuvieron que hacer frente al enemigo común de millones de personas durante las últimas semanas: el coronavirus.
La enfermedad separo al matrimonio, de unos 80 años, durante tres días, que para ellos fueron "una eternidad", dice Borruel. Ambos comparten habitación en el hospital "donde retoman su día a día con la facilidad que da el hábito de mucho tiempo". En esta ocasión, con otro elemento más, el COVID-19.
Él me dijo: "Son los tres peores días de mi vida, haber estado separados y sin saber si volveríamos a vernos. En el hospital supimos que había llegado su mujer y conseguimos ponerlos juntos en la misma habitación. A partir de ahí encontraron su sitio, su rutina. En esa habitación había amor en cada esquina", cuenta Cristina.
"Esa mañana lo encuentro a él moviendo las mesitas para desayunar. Siempre comen juntos y sin saber cómo, me encuentro moviendo los sillones al lado de la ventana para que pasen el día", escribe la enfermera a través de Twitter.
Esa mañana lo encuentro a él moviendo las mesitas para desayunar. Siempre comen juntos y sin saber como me encuentro moviendo los sillones al lado de la ventana para que pasen el día ( al lado de él aún necesitado de oxígeno ratos) pic.twitter.com/dHcGUMdcrk
— Cris Borruell (@crisborruell) April 4, 2020
"Es un querer tan profundo, tan natural, tan presente en ellos que al entrar en su habitación se te queda impregnado", afirma Bourrel. Ambos representan un amor incondicional, de más de 60 años de historia. "Para ella conocerle ha sido el mejor regalo de la vida", comenta la enfermera. Según ella él la mira "como aquel chaval que se enamoró en Sant Andreu".
Ayer llegó el día del alta a su domicilio, hacia su espacio compartido y querido. Ser su enfermera me ha regalado poder ser testigo de un amor inquebrantable, que en la enfermedad ha sido la ayuda de los dos. pic.twitter.com/nx1mqa6iAt
— Cris Borruell (@crisborruell) April 4, 2020
A y M.L. recibieron el alta después de 10 días y regresaron a casa. "Ahora que las residencias están en el punto de mira debemos mirar hacia los domicilios donde el cuidado surge del cariño entre dos personas", escribe Borruell.
La pareja de ancianos mantuvo una relación de ayuda y cariño que se vio quebrantada por el virus. A., al que la enfermera define como "el más cuidador de los dos", fue el que peor ha estado de los dos a causa del COVID-19. Y ella ha estado siempre a su lado. Se sentaba en su cama para que el pudiera tener puesto el respirador".
La enfermera del Hospital San Rafael de Barcelona cuenta que antes de la irrupción de este virus en la vida de tantas personas "ya se detectaban situaciones en las que la atención sanitaria y social formaban una suma". Para ella, un asunto de gran importancia, que debe situarse "en la parte alta de una lista de prioridades".
Por ahora to me quedo con la imagen de A y ML de la mano.
— Cris Borruell (@crisborruell) April 4, 2020
Nos han regalado momentos de #Felicidad, sacado #sonrisas y me hace sentir que no hemos de perder el ánimo y la #Esperanza aunque no siempre sea fácil.
Por ahora seguimos!!
La historia de A. y M.L forma parte de la 'cara b' de un virus que azota la vida de miles de personas y hace sacar lo mejor de ellas. A Bourrel, la pareja de ancianos le regaló "momentos de felicidad" y "sonrisas", y da un mensaje de ánimo y esperanza ante una crisis sanitaria difícil de afrontar para el personal sanitario.