Vuelta de los hosteleros de Lugo a ritmo de Gabinete Caligari: “No hay como el calor del amor en un bar”

Los dueños de los negocios tararean la mítica canción ochentera en un vídeo y lanzan un mensaje optimista a su clientela: “volvemos con más fuerza que nunca”
Cartas que se consultan mediante un código QR, ausencia de periódicos y servilleteros y desinfección escrupulosa tras cada cliente: la nueva vida de los bares
Son las siete de la mañana en Monforte de Lemos (Lugo). Julio abre, 58 días después, la terraza de su céntrica cafetería-restaurante. Lo hace utilizando seis de las trece mesas que tiene disponibles. También, con muchos cambios. Los camareros ahora sirven los cafés con guantes, mascarillas y hasta con pantallas protectoras. Limpian las sillas y las mesas con esmero tras el paso de cada cliente. Sobre las mesas, ya no hay servilleteros ni periódicos. Tampoco cartas. Los clientes que quieren consultar la lista de tapas y raciones deben hacerlo a través de sus teléfonos móviles, con un código QR. Así es la vuelta de los bares en la época del coronavirus.
Julio no dudó en ningún momento en abrir la persiana en este primer día de terrazas al 50% de su capacidad. Él ya estaba dando servicio a los clientes a través de comidas para llevar. “Pensamos en cómo podíamos reinventarnos y el servicio a domicilio está siendo un éxito”, comenta Julio Méndez, propietario del Restaurante Cafetería La Polar. Ha rescatado ya del ERTE a 7 de los 16 empleados que tiene en plantilla. “Llevamos desde primera hora sirviendo desayunos. Uno detrás de otro”, comenta. La clientela, dice, está respondiendo bien. “Toman el café y ellos mismos dicen: venga, que hay que dejar la mesa libre para el siguiente”, comenta este hostelero.

Julio no es el único que ha decidido abrir su negocio en este día de reapertura de terrazas. También lo ha hecho Horacio. Él tiene una Pensión Restaurante en Quiroga (Lugo). En su comedor caben unas 300 personas, pero en esta primera fase de desescalada solo puede utilizar doce mesas de su terraza. “Abrí porque me lo pidieron los vecinos”, comenta a NIUS Horacio Rodríguez. También porque quería prestar servicio a los cientos de camioneros que cada día pasan por este punto de la N-120. “A esta hora (once de la mañana) han parado ya unos diez o quince”, comenta.
Entre las novedades, la rigurosa distancia de seguridad entre mesas. También, la desinfección y el cambio de la mantelería de papel tras el paso de cada cliente. “De momento sólo estamos sirviendo cafés y refrescos. No hemos abierto la cocina”, comenta. Lo que sí ha puesto a disposición de sus clientes han sido las habitaciones del hostal. “Solo podemos prestar alojamiento. No está permitido dar de comer y tampoco podemos tener abiertas las zonas comunes”, puntualiza Rodríguez. Este hostelero espera a pasar de fase para sacar a sus cinco empleados del ERTE. “De momento, solo estoy yo atendiendo a la clientela”, comenta. “Esperemos que me dé para cubrir la cuota de autónomos y pagar los gastos del negocio”, comenta.

Ritmo ochentero para pedir a los clientes que regresen
Horacio es uno de los muchos hosteleros de Lugo que han bailado al ritmo del grupo Gabinete Caligari en un vídeo promovido por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería. Tarareando su ochentera canción “Al calor del amor en un bar” reclaman el apoyo de la clientela. Les piden que vuelvan a los bares, a esos lugares, como dice la letra, “tan gratos para conversar”. “La idea era lanzar un mensaje optimista. Decir a los clientes que seguimos ahí y que volvemos con más fuerza que nunca”, comenta Beatriz Vila, una de las responsables de esta asociación.
Aunque la reapertura de los negocios en Lugo está siendo gradual, ya que no todos disponen de terraza o reúnen las condiciones para abrir durante la fase 1, el ambiente visto en los que han dado el primer paso deja buenas sensaciones. Las cafeteras han vuelto a echar vapor y las conversaciones entre clientes empiezan a devolver, poco a poco, la vida y el calor a los bares.