La incidencia acumulada de España frena su caída en la tercera ola


La incidencia de España ha pasado de disminuciones de más de 40 puntos a mediados de mes a los 16 de este martes
La incidencia acumulada a 14 días está frenando su caída a medida que la curva de contagios de coronavirus entra en una fase de valle. Desde que España alcanzó el pico de la tercera ola a finales del pasado enero, el indicador epidemiológico ha mantenido una trayectoria descendente que llegó a marcar una bajada de más de 40 puntos y ahora se sitúa en tan solo 16.
El país llegó a la cresta de la ola el miércoles 27 de enero, cuando la incidencia estaba en 899 casos por 100.000 habitantes. Esta es la cifra más alta de la pandemia, aunque teniendo en cuenta que durante la primera ola no había la misma capacidad de detección. Tan solo un día después al citado marcó un descenso de 10 puntos.
En aquellos instantes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, expresó la necesidad imperante de "bajar casi en rápel" la incidencia, para evitar el colapso de las Unidades de Cuidados Intensivos tras unas Navidades repletas de reuniones familiares.
Febrero, un mes clave
El ritmo de descenso se incrementó durante la primera semana de febrero, llegando a un descenso de 32 puntos. En apenas siete días la incidencia cayó en casi un centenar de casos hasta los 815, una vez comenzó a tener efecto el endurecimiento de las restricciones aplicadas por las comunidades autónomas.
Durante la segunda semana del mes prosiguió la aceleración de la bajada hasta su punto álgido con 45 puntos menos el miércoles, cuadruplicando el valor de finales de enero. De esta manera, en dos semanas la incidencia pasó de rozar los nueve centenares de contagios a situarse en medio millar, una reducción de casi la mitad.
A partir de entonces el descenso de la curva, similar al rápel al que aludió Darias, empezó a aminorar. En la tercera semana de febrero volvió a caídas de una treintena de puntos y terminó en la veintena. Tras el fin de semana ese ritmo se ha reducido más aun y este martes tan solo ha sido de 16, la disminución más baja desde el pico de la tercera ola.
Una tendencia tras una ola
Esta deceleración también se produjo a finales de la primera y, recientemente, de la segunda ola. Es habitual que la incidencia acumulada de los últimos 14 días vaya deteniendo su caída conforme se acerca al valor 0, que equivaldría a ningún contagio. Esto último es una utopía por el momento.
Una vez iniciada la pandemia el dato más bajo que ha logrado alcanzar es de 7 casos por 100.000 habitantes a finales de julio, con la caída más lenta de las tres olas. No obstante el país venía de un confinamiento domiciliario nacional, una medida que no se ha vuelto a repetir en España.
En cambio, después de la segunda ola la cifra más baja fue de 188 el 10 de diciembre, aunque sin el citado confinamiento. Aquí la bajada de la incidencia fue algo más acentuada que la correspondiente a la primea ola, superando la veintena de puntos menos, aunque lejos de los más de 40 que ha llegado a anotar la tercera.