Italia echa el cierre ante el coronavirus

Milán cierra colegios, institutos, universidades, cines, teatros y museos
Venecia suspende los últimos días de carnaval
Las autoridades italianas siguen en busca del 'paciente cero'
El incremento descontrolado de los positivos por coronavirus en Italia ha provocado todo tipo de medidas para intentar aislarse ante una cadena de infecciones que avanza sin frenos y sobre la que no hay apenas certezas. Se busca sin éxito el origen del virus que ya ha contagiado a más de 150 personas y ha dejado tres fallecidos. La última víctima mortal es una mujer de la ciudad de Crema, en la región de Lombardía, que se recuperaba de un tratamiento de cáncer, pero que ha dado positivo por coronavirus.
Mientras tanto, el país ha echado el cierre con una serie de decisiones drásticas, que tienen como objetivo aislar a la mayor parte de personas posibles y tranquilizar a la población. El éxito de esto último está en entredicho tras el pánico desatado.
Cancelan el carnaval de Venecia
Una de las cancelaciones más llamativas es la del carnaval de Venecia, uno de los acontecimientos del año en Italia y maná para el turismo de esta ciudad. En el Véneto, cuya capital es Venecia, el número de contagiados asciende a 24. Sin embargo, en la ciudad de los canales sólo ha habido dos casos positivos.
Ante la aglomeración de gente, la región ha decidido cortar por lo sano y suspender los últimos días del carnaval. Al gobernador del Véneto, Luca Zaia, le han preguntado si se trata de una medida demasiado dura y ha respondido que “habrá todavía más”, en relación al número de contagiados.
Milán baja la persiana
En la capital económica del país el caos es total. Primero fueron los colegios y universidades los que anunciaron el cierre. Y, más tarde, el resto de lugares públicos, como cines, teatros o museos. La ópera de La Scala ha suspendido sus funciones hasta nuevo aviso y también la Pinacoteca de Brera está cerrada al público.
El principal foco de infección se encuentra Lombardía, cuya capital es Milán, aunque los pueblos que componen la ‘zona cero’ están a casi una hora en coche de esta ciudad. Sin embargo, en las últimas horas se han producido varios contagios que han llevado la alarma a una urbe de casi un millón y medio de habitantes. El presidente de Lombardía, Attilio Fontana, ha afirmado que aislar Milán “sería impensable”.
Supondría un daño demasiado grave para la economía. Pero entre la población ya se ha desatado un miedo difícil de controlar. Por las redes sociales han comenzado a aparecer imágenes de desabastecimiento de los supermercados, de clientes haciendo acopio de todo lo que está a su alcance. Italia es la economía de la eurozona que avanza más lentamente -según la UE este año sólo crecerá un 0,3%- y la paralización de Lombardía y el Véneto, que aportan cerca de un tercio del PIB, supondría un efecto devastador.
Ma hai visto a #Milano gli scaffali dell’Esselunga così vuoti #coronavirusitalla pic.twitter.com/MFtmYxiDXm
— Adriano Attus (@adrianoattus) February 23, 2020
Más medidas extraordinarias
Estas medidas, adoptadas por las diferentes regiones, se suman a lo dispuesto por el Gobierno de Roma. El primer ministro, Giuseppe Conte, anunció la prohibición de entrar y salir de los pueblos aislados, para lo que ha movilizado incluso al ejército. Los 50.000 habitantes de la decena de localidades afectadas sólo tienen acceso a la comida a través de una especie de ‘corredores alimenticios’, gestionados por personal sanitario esterilizado.
Además, han quedado prohibidos los viajes escolares por todo el territorio italiano y se han suspendido distintos partidos de la primera división de fútbol, que debían jugarse en el norte del país. Italia intenta así cerrarse herméticamente, pero el número de infectados sigue creciendo. El último balance es de 132, de los que 89 se concentran en Lombardía.
En busca del ‘paciente cero’
Ésta es ahora mismo la principal preocupación de las autoridades sanitarias italianas. Los exámenes definitivos a la persona que estuvo en China, principal sospechoso de estar en el origen de la cadena en Lombardía, han resultado negativos. El comisario elegido para la emergencia, Angelo Borrelli, ha señalado que dar con el origen del brote es “muy importante y por eso se ha establecido este cordón sanitario tan amplio. Sólo si lo encontramos se puede reconstruir la cadena de posibles contagios”.
Pero Italia continúa sin haber dado con él. En el otro foco, en Véneto, se está examinando a varios ciudadanos chinos que habrían estado en un mismo bar de uno de los fallecidos, pero tampoco se ha encontrado ningún positivo entre ellos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también advierte de que “lo que más preocupa de la situación italiana es que no todos los casos registrados parecen tener una clara historia epidemiológica, es decir, un vínculo con viajes a China o con contactos con otros casos ya confirmados”. Así lo ha señalado el director de la OMS en Europa, Hans Kluge, al diario La Repubblica. Kluge anunció también que su organización va a enviar un comité de expertos a Italia para estudiar la situación.
Otras consecuencias
Los 274 migrantes rescatados por el barco Ocean Viking de la ONG Médicos Sin Fronteras también han debido pasar los exámenes por coronavirus a su llegada al puerto de Pozzallo, pese a que no hay constancia de infectados en África. Y también se están produciendo casos de discriminación entre italianos, ya que la isla napolitana de Ischia ha prohibido el acceso a ciudadanos lombardos, vénetos y también chinos.