El laboratorio de las 300.000 PCR, un año después: "Nos llegaban las muestras amontonadas en cubos"


El laboratorio que más PCR hace de España repasa para NIUS el año de la pandemia
Es la una y media de la tarde y el servicio de microbiología del hospital Gregorio Marañón parece un batallón de primera línea de una guerra. Prepaparados y en sus puestos, técnicos, residentes, microbiólogos y médicos tienen todo listo para el momento pico del día: "A esta hora llegan las muestras de los centros de salud, unas trescientas de golpe, y hay que tenerlo todo listo para empezar a procesarlas", dice una de las capitanas del batallón, la viróloga del hospital, Pilar Catalán. Ella fue la que desarrolló la técnica de las PCR para covid a principios de febrero de 2020. En el Gregorio Marañón llevan 390 días haciendo PCR las 24 horas del día. Durante la peor etapa casi cien personas se dedicaban a diagnosticar la infección, y son el laboratorio que más pruebas ha hecho de España, unas 300.000 desde que recibieron la primera, el 24 de febrero de 2020.
"Ni un solo día hemos dejado de hacerlas, hemos diagnosticado a cincuenta mil personas... yo creo que hemos cumplido con nuestro deber", dice Patricia Muñoz, jefa del servicio de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del Gregorio Marañón. Una tarea en la que muchos de sus soldados cayeron en el campo de batalla: "Se nos contagiaron casi todos los infectólogos. Fue muy duro".
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Febrero de 2020: inventarse la PCR
A finales de enero de 2020 Patricia recibió la llamada de la entonces directora de salud pública de Madrid: "Si esto se desmadra, ¿podéis hacer diagnóstico de covid?", les preguntó a ella y a los responsables de los servicios de microbiología de otros tres hospitales de la región. Y entre los cuatro se pusieron a desarrollar la técnica de la PCR para SARS-CoV-2. Tardaron dos semanas, y lo hicieron entre menos de una decena de personas.
Porque los virólogos y especialistas en genética de virus y bacterias eran personas muy especializadas, más científicos de laboratorio que asistenciales. "Era la zona tranquila, reposada, la parte más minuciosa del laboratorio", sonríe Patricia Muñoz. Pero les tocó arremangarse, y vaya si lo hicieron. Desbordante de energía, Pilar Catalán explica cómo se hizo listas de compañeros para ir enseñándoles a hacer las PCR de covid. Porque su trabajo comenzaron a realizarlo todos los del departamento, incluso los investigadores. "Cien personas nos dedicábamos a hacer PCR todas las horas del día", recuerda la jefa, Patricia.
Y aún así, no daban abasto. Tenían muestras guardadas en todas las neveras disponibles, a veces más de dos mil. Hacían primero las de la gente que estaba en la UCI, luego los ingresados y más tarde las que les llegaban del SAMUR, que las hacía en las casas de los aislados leves. Pero era difícil diferenciar, y cribar, cuando entraban "cubos y cubos altos llenos de muestras", en palabras de Patricia.
Marzo de 2021: nuevas cepas y vacunados
Ahora, un año y un mes después, están tan organizados que, como se explica al inicio de este artículo, parecen un batallón en formación, o una fábrica de producción en cadena. Conocen los horarios de los picos de trabajo, los protocolos están definidos y todos saben cómo se hacen las cosas. Incluso tienen un retén de gente formada, que trabaja en otras áreas, del que pueden tirar si hay un pico por un brote.
Pero el nuevo año les ha deparado una sorpresa más: las variantes. Así que en 2021 cada PCR se hace dos veces: una para saber si es positiva y otra para saber qué variante es. "Este martes -16 de marzo- el 90% de las PCR positivas que hemos procesado eran de variante británica", explica Patricia. Es un día puntual, porque el cómputo general en Madrid de variante británica es de un 70% de los positivos en covid.
Y en esa reinvención constante a la que tienen que hacer frente desde que llegó la pandemia, Roberto Alonso, responsable de serología, ha tenido también que innovar: "Hemos tenido que incorporar marcadores en nuestros análisis que nos permitan hacer un seguimiento no solamente de la enfermedad sino de la vacuna". Serán ellos los que nos puedan decir cuánto tiempo nos protegen las vacunas. En su laboratorio, con sus pipetas, reactivos, neveras con cientos de botecitos etiquetados, harán un seguimiento a semanas y meses. Patricia dice que el equipo está cansado, pero no se les nota. A simple vista, siguen siendo ese batallón en alerta para sacar el arma de la ciencia contra la covid.