Luis García, intensivista: “Dos pacientes de 50 años han muerto hoy por aguantar en casa sin venir al hospital”


El especialista relata la saturación en la UCI del hospital de la ciudad de Valencia en el que trabaja que ha aumentado su capacidad máxima de 16 pacientes a 29
A la falta de camas para agudos, se suma la carencia de profesionales especializados para atender a los pacientes que llegan en estado muy grave
Los centros de atención primaria valencianos también están colapsados y los médicos tienen que doblar turnos para atender agendas de más de 150 pacientes diarios
La saturación de los hospitales valencianos está llegando a niveles nunca alcanzados y en especial en las UCI. Cada día los intensivistas y las enfermeras especializadas se enfrentan a casos extremos, que en demasiadas ocasiones terminan con el fallecimiento de los pacientes. Solo en la jornada del lunes murieron 98 personas, la cifra más alta de la pandemia.
Víctimas con nombres y apellidos que dejan marca en los sanitarios que los atienden. “Sin duda hay muchos casos que te afectan”, asegura Luis García, intensivista en un hospital de la ciudad de Valencia. Sin ir más lejos, este miércoles, ya han perdido a dos pacientes en su servicio. “En pocas horas han muerto dos personas jóvenes, de unos 50 años. Los dos por tromboembolismos generados por complicaciones de la Covid-19”, señala. En ninguno de los dos casos, los médicos han podido hacer nada para salvarles la vida por demorar en exceso su ingreso en el hospital. “Los dos han aguantado demasiado tiempo en sus casas con síntomas. Uno ha fallecido en la misma ambulancia, mientras lo trasladaban al hospital y el otro ha llegado a ingresar, pero ya estaba muy grave. No les tocaba morir”, lamenta Luís.
En el hospital donde ejerce, la UCI está más que desbordada. En condiciones normales cuentan con 16 camas de agudos, pero ahora ya tienen ingresados a 29 pacientes después de adaptar varios espacios como reanimación y una zona de cirugía. “Estamos en el límite y las camas nuevas que se han adaptado no tienen las mismas prestaciones que las de UCI, ni en lo referente a lo material, ni al personal que las atiende”, afirma el intensivista, que explica que “no hay más profesionales de intensivos disponibles, viene gente nueva que tiene que aprender y los veteranos están sobrecargados atendiendo a los pacientes y tratando de enseñar a los recién llegados”.
Centros de atención primaria al límite
A la saturación de los hospitales, se suma la de los centros de atención primaria de la Comunidad Valenciana. Las agendas de lo médicos de familia no dejan de crecer y los pacientes se ven obligados a esperar más tiempo del habitual para ser atendidos, a pesar del esfuerzo de los sanitarios. “Estamos doblando turnos de mañana y tarde para poder ver a más de 50 pacientes diarios para el control de diabetes, tensión, analíticas y demás”, explica Carmen Sánchez, médico del centro de salud del Alcoi (Alicante). Además, hay que añadir a estas maratonianas jornadas, la atención de los positivos por coronavirus. “Puedes llegar a los 150 pacientes. Hay que llamarlos para preguntarles sus síntomas, hacer seguimiento de la evolución y solicitar PCR cuando es necesario”, señala.
Con este panorama y la voz entrecortada, Carmen afirma que “estamos agotados física y psicológicamente. Soportamos lo inaguantable”, y recuerda que “llevamos un mes advirtiendo de lo que venía, reclamando confinamientos y más restricciones, pero los responsables políticos no nos han hecho caso a los sanitarios”.
Por último, esta médica de familia denuncia que los sanitarios que se contagian de la Covid-19, no reciben el mismo trato que el resto de enfermos y se ven obligados a incorporarse inmediatamente a sus puestos de trabajo. “Nos dan el alta nada más generar anticuerpos, independientemente de la sintomatología que tengamos”, asegura.