Cierre total, grupos reducidos o bares en la picota: las diferentes estrategias de Valencia, Madrid y Cataluña

Juan Navarro, Daniel López Acuña, Benito Almirante y Manel Cervantes analizan las medidas adoptadas por estas comunidades
Los epidemiólogos inciden en la importancia de llegar a la campaña de vacunación en un escenario lo menos complicado posible
"La Navidad es la tormenta perfecta para la propagación del coronavirus", advierten los expertos
Valencia, cerrada. Madrid, abierta, pero con grupos reducidos. Cataluña, "un paso atrás" en su desescalada. A falta de un único plan de navidades, España vive pendiente de los anuncios de última hora de los gobiernos de las distintas comunidades autónomas de cara a las fiestas. Medidas más o menos restrictivas que no siempre concuerdan con el grado de incidencia de la pandemia.
"La Navidad tiene un potencial de contagio terrible que todavía no se ha cuantificado, es la tormenta perfecta para la propagación del coronavirus", advierte Juan Navarro, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva. "El puente de la Inmaculada o el Black Friday puede ser un juego de niños si lo comparamos con las navidades y desde luego –subraya el experto- nos pone en un escenario complicadísimo para empezar a poner la vacuna que es lo que nadie quiere".
Por eso, explica el doctor Navarro a NIUS, "aplaudimos y felicitamos la rectificación en toda regla de la Comunidad Valenciana, cuando el Ministerio de Sanidad dio a conocer las medidas de cara a las navidades, la verdad es que nos quedamos sorprendidos".
Críticas a la falta de un único criterio
"El personal sanitario está exhausto y los hospitales castigadísimos. Procedía, como finalmente se ha hecho en Valencia, decretar el confinamiento perimetral, limitar los aforos y los horarios", continúa el experto. El Gobierno valenciano ha trasladado a la ciudadanía "un mensaje muy contundente: nos jugamos muchísimo y este año no toca celebrar una Navidad descontrolada".
Juan Navarro considera que lo ideal hubiera sido la puesta en común de todas las recomendaciones. "Ahí el Ministerio de Sanidad no ha ejercido un papel unificador". "Todas las cadenas son tan débiles como su eslabón más débil -argumenta- así que la comunidad que tenga peor sistema de control será la que transmita al resto". "Yo creo que esto desconcierta y daña la credibilidad", concluye.
"Sinceramente, yo a veces me pierdo con lo que está permitido y con lo que no, y me afecta en mi trabajo", coincide Manel Cervantes, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Parc Taulí de Sabadell.
Aplausos a la decisión de reducir el número de comensales
Limitar los grupos a seis personas, tal y como ha decretado Valencia o Madrid, "es muy aconsejable, sobre todo en espacios cerrados donde es francamente difícil mantener las condiciones de ventilación adecuadas en la época invernal". Así lo explica a NIUS Benito Almirante, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d´Hebron. Lo ideal, asegura el epidemiólogo es que estas seis personas formen parte del mismo núcleo familiar y esta limitación "se aplique en todo el territorio nacional".
De hecho, argumenta, las medidas tienen que ir encaminadas a reducir la interacción social, no la movilidad. Por ello, considera que Cataluña se ha quedado "un poco corta" al mantener las reuniones de hasta 10 personas de dos núcleos familiares. "La movilidad en sí no es un problema -insiste el doctor Almirante- el problema viene dado por la interacción social que pueda condicionar esta movilidad".
El "paso atrás" de Cataluña con la restauración
Reducir la movilidad y disminuir la estancia en espacios cerrados son las dos cosas en las que coinciden todos los epidemiólogos, explica a NIUS Manuel Cervantes. "Todo lo que vaya en esa línea se debe probar", insiste. "Es una pena limitar el acceso a unos establecimientos que sufren una crisis económica muy fuerte, pero me parece un buen mensaje decir: aquí dentro no podemos estar mucho rato". "Las medidas son congruentes con el mensaje: no vamos bien pero la situación no es catastrófica todavía. Estamos mucho mejor que hace seis semanas y como la situación está empeorando, tomamos medidas", dice el experto en enfermedades infecciosas.
Pero para Benito Almirante, la situación ya es preocupante. "En los últimos días ha habido un aumento importante de casos a nivel de transmisión comunitaria y todo hace pensar que esto se traducirá en una mayor presión en los centros de salud, en los hospitales y en las UCIs", advierte.
Preocupación por "llegada de la tercera ola y la factura de enero"
Coincide con él Daniel López Acuña. Con estas cifras "deberíamos adoptar medidas más restrictivas en toda España, tal y como están haciendo otros países de Europa". De lo contrario, advierte el ex director de emergencias de la OMS, "vamos directos a la tercera ola y pagaremos una factura muy alta en enero".
Hay que restringir la interacción social y la movilidad, subraya el experto, "porque el virus no hace excepciones por Navidad". Daniel López Acuña ve mejor las medidas adoptadas por Valencia que la laxitud de otras comunidades autónomas como Andalucía o Madrid.
"Es una sola Navidad. Tratemos de no desplazarnos para evitar irradiar el virus. Hay que impedir que el frenesí navideño nos conduzca a una tercera ola". Una ola que, asegura el epidemiólogo, impactaría de lleno en la campaña de vacunación.