Madrid, Navarra, La Rioja, Aragón... Las comunidades más afectadas en la primera ola vuelven a serlo en la segunda

En todas estas comunidades los casos por cada 1000.000 habitantes superan los 400 y su ocupación en UCI está en torno del 30%
Tenemos un conocimiento parcial de por qué la epidemia de coronavirus se ensaña con unos lugares y nunca llega a desbordar otros; pero en la segunda ola la historia se repite de tal manera que parece haber algo más que azar. Hay territorios que por alguna razón son más frágiles o tienen unas características que multiplican las probabilidades de contagio.
Las regiones españolas más golpeadas por la pandemia durante la primera ola vuelven a ser azotadas con fuerza en la segunda. Los nombres se repiten. Los últimos datos sitúan a Madrid, Navarra, Aragón, Castilla y León y La Rioja como las comunidades con la mayor incidencia en esta segunda ola, todas por encima de los 400 casos por 100.000 habitantes, con una ocupación de UCI preocupante, en torno y por encima del 30% y con un grado de positividad (porcentaje de confirmados por número de pruebas) que supera el umbral del 10% fijado por el Ministerio de Sanidad para cerrar Madrid. En situación preocupante está también las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, pero son casos poco comparables.
Cataluña es otra comunidad donde las cifras no son tan altas, pero sí la velocidad de propagación. No es la primera vez en esta segunda ola. Varias comarcas catalanas, la zona metropolitana de Barcelona y Aragón y su capital, Zaragoza, fueron las primeras zonas en experimentar un repunte en la segunda ola a finales de julio y principios de agosto. En esas fechas también el País Vasco tuvo un repunte preocupante. Todas ellas son las mismas comunidades autónomas que se vieron fuertemente golpeadas en la primera ola del coronavirus.
El mapa de la primera ola
A finales de abril y principios de mayo, la curva de la epidemia caía ya en picado. En el balance de la primera ola, tanto en número de casos como en el de fallecidos por cada 100.000 habitantes, destacaban estas comunidades:
- Casos por cada 100.000 habitantes: La Rioja, Madrid, Castilla-La Mancha, Navarra, Castilla y León, Cataluña, País Vasco y Aragón.
- Fallecidos por cada 100.000 habitantes: Castilla-La Mancha, Madrid, Castilla y León, La Rioja, Navarra, Cataluña, País Vasco y Aragón.
- Presión hospitalaria: Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra y La Rioja, según la web Datadista con cifras de finales de mayo.
- Seroprevalencia: Si tomamos la tercera oleada del estudio de seroprevalencia de julio, las comunidades que estaban por encima de la media son Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra y Cataluña. Aragón queda solo unas décimas por debajo de la media (5,2%).

¿Por qué el coronavirus vuelve donde más golpeó?
Madrid, Navarra, La Rioja, Aragón, Castilla y León... Las mismas comunidades de la primera ola se repiten ahora en la segunda, salvo Castilla-La Mancha (por ahora) que sufrió un fuerte embate en mortalidad. En las zonas metropolitanas de Madrid y Barcelona la recurrencia del coronavirus se suele atribuir a la alta densidad y movilidad que propician la multiplicación de contactos entre su población.
Pero no todo obedece a las condiciones sociodemográficas, según los expertos. Apuntan también a la mala gestión al final de la desescalada: a la reapertura en todo el país, rápida y sin apenas restricciones, le siguió la incapacidad de aislar a los positivos, hacer pruebas a mansalva y rastrear las cadenas de transmisión.

Mala gestión y respuesta tardía
Y tanto desde el Gobierno central como desde las comunidades, la respuesta fue tardía a falta de unos criterios claros. Si en China, Australia o Nueva Zelanda toman medidas drásticas en cuanto hay una decena de casos sin origen conocido, en España las administraciones no han actuado hasta tener una incidencia de 200, 500 o incluso 1.000 casos por cada 100.000 habitantes. Europa recomienda actuar con sólo 50.
La irradiación que puede venir de lugares como Madrid, con una altísima movilidad de ciudadanos. "Cuanto más aislada esté una comunidad, cuanto menos densamente poblada esté y más rastreo, diagnóstico precoz y aislamiento de positivos haya, menos será el riesgo de incidencia", asegura el epidemiólogo y exdirectivo de la OMS Daniel López Acuña.
En el caso de Castilla y León su proximidad a Madrid la ha hecho especialmente vulnerable por la cantidad de población que se mueven entre una y otra a diario. Pasó en la primera ola y puede estar pasando en la segunda. Pero ¿cómo se explica en regiones más alejadas como Navarra, La Rioja o Aragón?
Los casos de Navarra y Aragón
En Navarra, con la mayor incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días (en torno a 800 casos) las razones son múltiples, según el propio Gobierno foral. Actualmente, es la comunidad que más PCR está haciendo entre su población (3.302,74 por cada 100.000 habitantes del 5 al 11 de octubre) frente a los 1.965,54 que hizo Madrid en esa misma fecha. Según datos de la Consejería de Sanidad, aquí el 50% de los contagios son asintomáticos y el 50%, contactos estrechos. Es decir, los contagios se están produciendo en encuentros privados y familiares y el patrón está ligado también con las llamadas "no fiestas", según las autoridades navarras. "Hemos visto como en muchas localidades las no fiestas han sido el detonante de brotes muy importantes", ha señalado la consejera de Sanidad navarra, Santos Induráin.
En el caso de Aragón, a pesar de haber contenido la primera embestida de la segunda ola con medidas novedosas, como un seguimiento domiciliario de las personas de estratos sociales más desfavorecidos, no están pudiendo evitar ahora los rebrotes. Su número de PCR en la actualidad se sitúa en 1.699,32 por cada 100.000 habitantes del 5 al 11 de octubre. Cifra parecida en La Rioja, con 1.680,25.
Lo cierto es que el hecho de que todas estas regiones hayan sido las más golpeadas al inicio de la pandemia y de que hayan tenido una seroprevalencia mayor que la media nacional no las ha hecho inmunes. "En ningún caso hemos tenido proporciones de población amplias que hayan sido afectadas por este virus. En el mayor de los casos la seroprevalencia llegó al 14,2% (Soria). Eso significa que todavía había un 85% de la población en estas zonas virgen al coronavirus que no había sido infectado y que tenía la potencialidadad de hacerlo", explica López Acuña. Según los expertos, para controlar esta pandemia, el porcentaje de población inmunizada debería ascender al 60%.
Comunidades que no aprendieron de la primera ola
Todo indica que de la primera ola, algunas regiones no aprendieron lo suficiente. Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, apunta en esta dirección: "Está claro que algunas comunidades no han hecho los bien los deberes como sí lo han hecho países de los que tenemos que tomar ejemplo, como Italia, donde en la primera ola estaba tan mal o peor que España, pero ahora tiene una incidencia mucho menor. O Alemania. E incluso Asturias. ¿Cuál es el común denominador de estas tres áreas geográficas? Estudio de contactos bien hecho, diagnóstico precoz y potenciar la atención primaria".
Unos y otros coinciden en que lo importante es actuar antes de que se complique más la pandemia. Poner en marcha todo lo que se pueda hacer con medidas anticipatorias y no esperar a que la incidencia se remonte hasta altísimos niveles. "Las medidas que han tomado en los últimos días Asturias o Cataluña son importantes porque las han hecho antes de llegar a incidencias mayores y eso va a tener mucha más efectividad”, señala López Acuña. Habrá que esperar para comprobar si eso es así.