Las mascarillas, una barrera más para las personas sordas: “No podemos leer los labios"


La lectura labiofacial forma parte de la lengua de signos
Voluntarios de Jerez confeccionan mascarillas transparentes para personas sordas
Alejandro es de Jerez de la Frontera (Cádiz), tiene 39 años y una sordera profunda bilateral. A la incomunicación propia del confinamiento que todos sufrimos, se suma la que acarrean las mascarillas con las que nos protegemos del covid-19. “La boca forma parte de la lengua de signos y con la mascarilla no podemos leer los labios”, se lamenta a NIUS.
Una nueva barrera que encuentra cada vez que sale a la calle. “El otro día en el supermercado, un hombre me miraba y yo no podía saber si me estaba hablando o, simplemente, observando”, nos explica. Un mismo gesto, en lengua de signos, puede tener distintos significados. Es la comunicación no verbal de la cara la que aporta la connotación exacta. “Para nosotros, es fundamental, es similar a lo que sería la entonación y el acento de la voz”, señala.
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Este problema llevaba días rondando en la cabeza de Francisco Zuasti. Es experto en accesibilidad y también miembro de un grupo de voluntarios de Jerez que llevan semanas fabricando mascarillas para grupos de riesgo. Ahora, el nuevo reto: hacerlas también accesibles. “Miles de personas de todo el país estamos haciendo mascarillas y nos habíamos olvidado de este colectivo que tiene un handicap”, se lamenta.
Tras barajar distintas opciones de material, han hecho una primera tanda de medio centenar de unidades. Han utilizado la capotas de lluvia de los carritos de bebé. Un material plástico resistente y transparente con el que dejan una ventana central por la que se ve la zona de la boca. “Habrá que ir perfeccionándolas porque se empañan un poco”, reconoce su creador. Pero es un primer paso. “Ojalá sirva de ejemplo para que se hagan iniciativas parecidas en el resto del país”.
Las están repartiendo entre las asociaciones de personas sordas de Jerez. Alejandro está a la espera de recibir la suya. Agradece la iniciativa, pero insiste en que no es suficiente si las personas oyentes, como policías, sanitarios o atención al público, no las llevan puestas. “Si me para la policía y me habla, ¿qué debo hacer? ¿pedirle que se quite la mascarilla?”, se pregunta. Y, como él, el millón de personas con discapacidad auditiva que hay en España para las que las mascarillas se han convertido en otra barrera más.