El matrimonio de humilde origen turco detrás de la vacuna de Pfizer


BioNTech ha desarrollado con Pfizer la primera vacuna que ofrece resultados esperanzadores en fase avanzada
La firma alemana BioNTech, fundada por una pareja de investigadores médicos, ha multiplicado por cuatro su valor en un año
Un matrimonio alemán de humildes orígenes turcos se encuentra detrás de la noticia de la vacuna que ha sorprendido al mundo por una supuesta eficacia del 90% y, de paso, ha disparado la cotización en las bolsas. Los fundadores de BionTech, la biotecnológica alemana aliada con el gigante farmacéutico Pfizer, son Ugur Sahin y Özlem Türezi.
Ugur nació hace 55 años en el sur de Turquía y llegó a Alemania con cuatro años cuando su padre emigró para trabajar en la factoría de Ford en Colonia. Su mujer, Özlem, de 53 años, nació en el sur de Alemania, país al que su padre se había trasladado desde Turquía para trabajar como médico. La pareja se conoció en la Universidad del Sarre en Homburgo y se casaron en 2002. Según ha contado Özlem, empezaron el día de su boda trabajando en el laboratorio y sólo hicieron una breve pausa para acudir al registro civil a firmar los papeles del matrimonio. Tienen una hija adolescente.
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Orgullo turco
Su éxito es un chute de orgullo para los turcos de Alemania, víctimas a menudo de estereotipos que los caricaturizan por su escaso nivel educativo. Una idea tan arraigada que, hace diez años, un antiguo dirigente político auguró en un libro la disolución de Alemania porque los inmigrantes turcos estaban rebajando el nivel educativo de la nación.
En un año, su compañía ha multiplicado por más de cuatro su valor bursátil y se sitúa por encima de la aerolínea Lufthansa.
La pareja de investigadores/emprendedores de origen turco figura entre el centenar de alemanes más ricos del país. Hace un año su compañía valía en bolsa 4.000 millones de euros. Este lunes, después de una subida del 23%, su valor rondaba los 18.000 millones de euros, cuatro veces más que la aerolínea alemana Lufthansa. A todo esto, hay que sumar los 1.500 millones de euros que obtuvieron por la venta de sus primeros laboratorios, Ganymed Pharmaceuticals, a los japoneses. Pese al éxito financiero, la pareja nunca ha dejado de estar involucrada en la investigación y la enseñanza.
Türeci y Sahin fundaron BioNTech en 2008 junto con el oncólogo austriaco Chrisoph Huber. Desde su sede central en Maguncia, la compañía empezó a desarrollar nuevas inmunoterapias para pacientes con cáncer, algunas de ellas basadas en la novedosa técnica del ARN mensajero.
La alianza con Pfizer
Cuando a principios de año tuvieron las primeras noticias del coronavirus, decidieron aplicar la nueva técnica al desarrollo de una vacuna y destinaron al proyecto a 500 de sus 1.300 trabajadores. En marzo ya habían desarrollado 20 “candidatos” de vacuna de los que sometieron cinco a prueba.
Pero también eran muy conscientes de que son una compañía pequeña para responder el enorme desafío que supone la fabricación y distribución global de una vacuna contra la covid. Firmaron una alianza con la multinacional farmacéutica Pfizer con la que ya venían trabajado desde 2018 en vacunas contra la gripe. Pfizer ha adelantado 185 millones de dólares para el desarrollo de la vacuna y pagará otros 563 millones cuando el desarrollo se complete. BioNTech firmó también un acuerdo menor con la china Fosun Pharma.
El millonario Sahin suele ir a las reuniones de negocios en vaqueros, con el casco de bicicleta en la mano y una mochila a la espalda.
Vacunas de nueva técnica
Si se confirma, el anuncio del lunes es un salto de gigante para BioNTech y los últimos avances biotecnológicos. Su vacuna se basa en el llamado ARN mensajero, que convierte a las propias células en la fábrica de los anticuerpos contra el virus.
Se trata de una técnica prometedora que están ensayando otros laboratorios que trabajan en vacunas contra la covid. Una técnica tan nueva que hasta la fecha no hay ninguna vacuna en el mundo con esta tecnología que haya sido aprobada para uso masivo en humanos por las autoridades regulatorias. La vacuna de Pfizer era una de las grandes apuestas de Trump para dar la sorpresa antes de las elecciones. Hoy lo ha celebrado en Twitter. Su Gobierno firmó un acuerdo preliminar de 2.000 millones de dólares.
“A pesar de sus logros, Sahin nunca ha dejado de ser una persona humilde”, ha declarado a Reuters Matthias Kromayer, consejero de la firma de capital de riesgo MIG AG, cuyos fondos han apoyado a BioNTech desde su fundación. Kromayer cuenta que Sahin suele ir a las reuniones de negocios en vaqueros, con su casco de bicicleta en la mano y una mochila a la espalda. No sólo en Silicon Valley, también en las riberas del Rin, el estilismo de los nuevos visionarios/millonarios tecnológicos ha desterrado el traje y la corbata.