Gonzalo, 19 años, cambió su rutina por miedo a la covid-19. Dejó el baloncesto federado donde el contacto físico es evidente y se apuntó al gimnasio por hacer deporte. “Fue un día a las 8 de la mañana, y pocos días después empezó a notar síntomas. No ha salido a ningún otro sitio, por lo que creemos que ahí empezó esta cadena”, cuenta a NIUS su madre, Eva Herrera, de 49 años, ingresada en el hospital Virgen del Rocío junto a su marido, Luis Parejo, 50 años, desde la semana pasada y donde ahora comparten habitación.
El cuidado constante de esta familia no ha evitado que el virus entrara en sus vidas. Su hijo comenzó con fiebre y malestar por lo que “se encerró en su cuarto”, cumpliendo los protocolos vigentes. Días después empezaron los síntomas en el resto de la familia, la hija pequeña Julia, de 14 años, Eva y Luis, que el pasado jueves ingresó en el hospital con una tos muy fuerte. Allí le hicieron una radiografía y le diagnosticaron neumonía bilateral.
Al día siguiente, Eva se sentía muy cansada y con un fuerte dolor en el pecho. “Cuando llegué al hospital y me dieron el mismo diagnostico, no podía ni hablar, estaba destrozada”, relata esta profesora de Química, enlace Covid en su colegio, quien a pesar de ser la responsable de trasladar las cifras al centro de salud y estar en contacto frecuente con las consecuencias del coronavirus, no imaginaba ser protagonista de esta historia.
El matrimonio que comparte habitación en el hospitalniusdiario.es
Fue su marido quien avisó al médico de que ella estaba en el mismo hospital esperando habitación, y pidió que los pusieran juntos. Tardaron unas horas hasta que ella entró por la puerta. “Dice mi cuñada que nos hemos tomado en serio esto de para lo bueno y lo malo”, explica en tono jocoso. Juntos desde los 15 años, suman ya 13 de novios y 21 de casados. Ella insiste en que ha sido “fundamental” tener a su marido a su lado para afrontar esta batalla con más optimismo. Juntos, y haciendo videollamadas a cada instante con sus hijos y el resto de familiares.
“Estamos mejorando los dos muchísimo”, asegura Eva a NIUS mientras agradece al personal del hospital el trato “tan humano con nosotros, desde el primero al último”. Al mismo tiempo no se quitan de la cabeza ni un segundo a sus hijos que los esperan en casa ya sin síntomas.
