Investigan a un médico negacionista tras la muerte de un bebé en un parto en casa: "Esto venía de lejos"


El médico Ruiz -Valdepeñas ya fue sancionado por el colegio de Médicos de Baleares en mayo de 2021 por negar la pandemia
NIUS ha hablado con él que ha confirmado que participó en el parto y que todo salió bien
La Guardia Civil trata de esclarecer el grado de participación en el parto del médico inhabilitado
El doctor Ángel Ruiz- Valdepeñas nació en Avilés (Asturias) en 1966. Lleva tres décadas trabajando como médico, fundamentalmente en el campo de Urgencias. Es médico colegiado especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y ejercía en las urgencias de atención primaria del Centro de Salud de Formentera (en las Islas Baleares) con contrato eventual "como refuerzo y para cubrir guardias".
El pasado mayo el Colegio Oficial de Médicos de Baleares (Comib) le sancionó con una suspensión de colegiación durante seis años y una multa de 16.660 euros por negar la pandemia de COVID-19. El viernes pasado volvía a saltar su nombre a los medios por su participación, el lunes pasado, en un parto domiciliario en Santa Eulalia, en el que la bebé sufrió una parada cardiorrespiratoria y murió el viernes en el hospital mallorquín de Son Espases.
La Guardia civil ha abierto diligencias
NIUS ha conseguido hablar con él este lunes y ha confirmado que Ruiz-Valdepeñas participó en el parto a petición de la familia. Ha constatado que el bebé nació bien y que entró en parada cardiorrespiratoria por motivos que se desconocen. A la pregunta de si ha atendido partos privados en viviendas ha señalado que "no tiene nada más que decir y que remitirá la información correspondiente al Colegio de Médicos de Baleares por escrito en los próximos días".
Ahora la Guardia Civil ha abierto diligencias contra Ruiz-Valdepeñas, el médico antivacunas suspendido. Por su parte, el vicepresidente del Colegio Oficial de Médicos de Balears (Comib), Carles Recasens, ha explicado a NIUS que se personará como acusación particular en caso de que la investigación determine la responsabilidad del sanitario en esta tragedia.
También ha señalado que han hablado con Ruiz-Valdepeñas "hace unos minutos" y que no ha querido aportar ninguna información de palabra. "Nos ha dicho que remitirá toda la información de lo sucedido por escrito al presidente del Colegio de Médicos de Baleares". Tras intentar localizar a Ruiz-Valdepeñas desde mediados de la semana pasada, no ha sido hasta este lunes cuando han conseguido hablar con él "unos minutos".
"Viene de lejos"
En mayo de 2021 el Comib ya sancionó a este médico con una suspensión de colegiación durante seis años y una multa de 16.660 euros por negar la pandemia de COVID-19 por vulneraciones graves de múltiples artículos del Código de Ética y Deontología Médica. "Esto viene de lejos", dice Recasens, "el expediente se abrió en septiembre de 2020, a raíz de manifestaciones en redes sociales y otros medios de comunicación negando la pandemia por SARS-CoV2 y llamando a no usar mascarilla y a desobedecer las medidas de distanciamiento social establecidas por las autoridades". Así, el Comib consideró que los hechos "son de extrema gravedad y de una gravísima irresponsabilidad, pues suscitan un estado de confusión, miedo y alarma social, lo que supone un importante riesgo para la salud pública".
El colegiado Ruíz-Valdepeñas, según el Comib, cometió 12 faltas graves relacionadas con la calidad de la atención médica, publicidad médica o trabajo en las instituciones sanitarias, al haber promovido el médico expedientado acciones contrarias a la evidencia científica, así como una inadecuada praxis profesional. La Junta de Gobierno del Colegio balear aprobó la sanción por unanimidad.
"Durante este tiempo, el hospital de Formentera le suspendió de empleo y sueldos y hay constancia de que no ha ejercido la profesión en ningún centro público de las Islas pero desconocemos si ha tratado partos en viviendas como él mismo ha asegurado a algún medio de comunicación. Sabemos que ha interpuesto un recurso en el juzgado de lo Contencioso Administrativo de Palma porque no estaba de acuerdo con la sentencia, pero a día de hoy, este recurso no interfiere en la suspensión de la colegiación y por lo tanto no puede trabajar", apunta Recasens.
Defensor del paciente
Por su parte, la presidenta de la asociación del Defensor del Paciente, Carmen Flores, envió una carta al Fiscal Superior de Baleares, Bartolome Barceló, en la que le reclama que investigue lo sucedido "profundamente". Asimismo, le vuelve a pedir la prohibición de los partos atendidos en domicilios, porque, en su opinión, "se pone la vida en riesgo del bebe y la madre si surge una eventualidad y no hay medios para ser subsanados, sea o no en las circunstancias añadidas de este caso".
Médicos por la verdad
Es una organización negacionista de la pandemia que nació en Alemania y se fortaleció en España y se extendió por latinoamérica. En el España, la médico Natalia Prego y el doctor Ángel Ruiz-Valdepeñas fundaron la organización. Se describen como un grupo de "médicos y profesionales que investigan la verdad sobre los acontecimientos que desencadenaron la denominada pandemia global del SARS-CoV-2, y sobre las extremas medidas sanitarias ejecutadas por gobiernos sin fundamento científico". Critican "la cuarentena para personas sanas, las vacunas como única solución, autopsias prohibidas, mascarillas, enfermos asintomáticos, realización de testeos masivos que no sirven para diagnóstico y se utilizan para inflar cifras".
Es una amalgama de entidades y redes sin una estructura organizativa clara, convertida en una maraña de desinformación en la que confluyen diferentes portavoces, cada uno con una teoría propia, que en ocasiones se contradice con las de los demás.
Así, algunos niegan la existencia de la covid-19 y la consideran una farsa, producto de esa citada conspiración internacional, que pretende el control de la sociedad con motivaciones económicas. Otros, sin embargo, admiten la existencia de la enfermedad pero rechazan las medidas adoptadas por parecerles dañinas, en una concepción de la práctica de la medicina basada en pseudoterapias. Lo que todos comparten es la desconfianza hacia las instituciones oficiales, la clase política y los medios de comunicación, a los que acusan de manipular a los ciudadanos.