Menús sanos para residencias y comedores sociales: "Desde casa se puede ayudar, y mucho"


Gracias a donaciones particulares han recaudado más de 30.000 euros para elaborar menús y hacerlos llegar a los más necesitados
La iniciativa surge desde el Grupo Makkila y la Fundación iHelp para repartir comida saludable a los más vulnerables
En tiempos de coronavirus otro proyecto solidario, otra vez lo mejor de las personas. Es ayuda desinteresada. Poner el granito de arena para que el vecino, el amigo e incluso los desconocidos puedan superar los malos momentos. Y aunque parezca que el confinamiento en casa limita los movimientos, con un ordenador se puede llegar a mucha gente.
Eso lo sabía Antonio Pedrosa, socio del grupo Makkila. Cerró un par de días de antes que los demás por responsabilidad social, pero no se quedó quieto. "Pensé, yo tengo la posibilidad de llegar a mucha gente solo necesito saber como organizarlo".
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Ante la situación tan grave que se vive en España a causa de la pandemia producida por el Covid-19, el Grupo Makkila, junto a la Fundación iHelp y Platerío, han creado un proyecto solidario de crowdfunding con el objetivo de hacer llegar menús sanos y seguros de una manera rápida y directa a aquellos que están sufriendo las consecuencias del coronavirus de una manera más acusada. Todo sin ánimo de lucro.
De esta forma están llegando a comedores sociales, residencias, u hogares de ancianos donde cuidadores y cocineros han caído enfermos. El proyecto está concebido como un conjunto de donaciones, donde cualquier persona puede unirse, y para ello, han desarrollado un reto semanal, que se irá renovando a medida que se vaya necesitando.
"Nuestra vocación es ayudar a una parte de la población que se ve, en algunos casos, en una situación desesperada y, a través de nuestra experiencia, tenemos capacidad para llevar a cabo este proyecto, junto a la colaboración de la Fundación iHelp, Salycop, Platerío y, por supuesto, de todas las donaciones anónimas"
Y se han dado cuenta de que está funcionando, la gente colabora sin pensarlo. "Desde casa aunque no te lo creas, se puede ayudar, y mucho. Una empleada nuestra que acababa de perder el trabajo donó una cantidad que casi no tenía", asegura Pedrosa visiblemente emocionado.
En total han repartido más de 6.500 menús y han recaudado más de 30.000 euros gracias a donaciones particulares. "Ya han empezado también ha colaborar algunas marcas, por ejemplo Pascual ha donado más de 3.000 yogures que hemos repartido. Y ahora hemos pensado hacer un plato único más grande en vez de primero y segundo porque así será más barato y llegaremos a más gente", explica Pedrosa.
El primer reto, publicado en la plataforma iHelp el viernes 20 de marzo del 2020, con un objetivo inicial de 10.000€, se logró el mismo sábado 21 de marzo y a la semana siguiente se abrió el segundo, que será entregado a lo largo de esta semana. En la primera semana de actuación, correspondiente al primer reto, cada euro recaudado se destinó a producir, transportar y hacer llegar menús a los siguientes puntos de la Comunidad de Madrid:
- El Refugio (Madrid capital) – 1.184 comidas
- Orden de Malta (Madrid capital) – 720 comidas
- Residencia Mensajeros de la Paz (Buitrago) – 80 comidas
- Misioneras de la Caridad (Madrid capital) - 240 comidas
- Parroquia San Juan de Dios (Madrid capital, Vallecas) – 580 comidas
- Residencia Esclavas de la Virgen Dolorosa (Pozuelo) – 220 comidas
- Parroquia Patrocinio de San José (Madrid capital, Vallecas) – 120 comidas
- Parroquia San Ramón Nonato (Madrid capital, Vallecas) - 80 comidas
- Foodie Angels (Alcobendas)- 40 comidas
Los menús se irán repartiendo día tras día a través de todos los colaboradores, haciendo un seguimiento exhaustivo de cada menú comprado, y con el compromiso de hacer llegar una propuesta de platos sanos y ricos para todos los beneficiarios.
El proyecto, por el momento, está enfocándose en dos colectivos vulnerables:
1. Residencias de ancianos: este grupo se encuentra en una situación de extrema gravedad. Muchos empleados han tenido que quedarse en sus casas para hacer cuarentena, por lo que las plantillas están mermadas para ocuparse de preparar comidas. Por otro lado, las personas mayores han tenido que cambiar sus rutinas, por la necesidad de aislamiento que afecta tanto a su movilidad, como a la propia realización de las comidas, complicando así el día a día. Por último, les es complicado garantizar la esterilización de los platos.
2. Comedores Sociales: prácticamente todos han tenido que cerrar sus puertas por problemas de seguridad (con la gran afluencia, es muy complicado garantizar que las personas no se agolpasen en la puerta, rompiendo la distancia de seguridad indicada por las autoridades en estos momentos). Además, ha habido muchas bajas de voluntarios que se tienen que quedar en casa y también tienen difícil conseguir ofrecer platos seguros y totalmente estériles.