El 'milagro' de las monjas clarisas de Baeza: todas superan la Covid, una de ellas con 93 años


Como agradecimiento han organizado una venta extraordinaria de sus dulces navideños
La priora del convento ha asegurado que "no les ha faltado de nada" gracias a los vecinos
La decena de monjas clarisas del monasterio San Antonio de Baeza, en Jaén, ha logrado en su totalidad vencer al coronavirus tras resultar todas ellas contagiadas y verse obligadas durante un mes y medio a cerrar sus puertas al exterior de este convento de clausura. Ahora, con la ayuda de la Agrupación de Cofradías, han organizado una venta extraordinaria de sus dulces navideños, cuya venta representa el único sustento de su modo de vida.
Ha sido la priora del convento, sor Elena, la que ha remitido una carta en la que da las gracias en nombre de la comunidad a cuantos las han ayudado. Y es que hasta la hermana de más edad, con 93 años, ha logrado superar la enfermedad.
Sor Elena ha apuntado que toda Baeza se ha volcado con ellas cuando se vieron obligadas a cerrar las puertas del convento por encontrarse todas contagiadas. "No nos ha faltado de nada", ha dicho la priora, al tiempo que ha querido agradecer "todas y cada de una de las muestras de cariño" que han recibido.
Fue el pasado 6 de octubre cuando el convento se vio obligado a cerrar sus puertas después de que dos de sus monjas comenzaran a sentirse mal. Tras hacerles las pruebas, las dos dieron positivo, pero también lo dieron el resto de hermanas. El obrador de dulces, su único medio de vida, quedó también parado.
Para seguir ayudando a las madres clarisas tras el revés sufrido por la pandemia, la Agrupación Arciprestal de Cofradías ha organizado, para los días 5, 6 y 8 de diciembre, al finalizar la eucaristía en las distintas parroquias de Baeza y en el Convento de las Agustinas, la venta de dulces de Navidad que las mismas monjas realizan en su propio obrador de manera artesanal.
Roscos de todo tipo, yemas, pestiños, toda una variedad, dispuesta a endulzar la navidad. Por el momento, ya han elaborado 400 cajas y siguen trabajando. De las diez hermanas, nueve trabajan en el obrador, mientras que la de mayor edad, con 93 años, se dedica a rezar mientras el resto se emplea en la dulce tarea de la repostería navideña.
Sor Elena también tiene palabras para "cuantos sufren en el lecho del dolor y para los que no han podido siquiera despedir a sus seres queridos" con la "esperanza de que entre todos se conseguirá vencer a este virus traidor que nos ha cambiado la vida".