'Nature' critica la reducción de test y datos de la covid: "Puede tener consecuencias desastrosas"


La revista científica denuncia en un editorial la falta de evidencia científica de la estrategia adoptada por España y los principales países desarrollados
Lo compara con dejar un tratamiento de antibióticos a la primera señal de mejoría: "Incrementa el riesgo de que la infección vuelva con fuerza"
A partir del lunes 28 de marzo ya no será obligatorio hacer un test a una persona menor de 60 años si tiene síntomas leves de covid. Si se hace un autotest, tampoco tendrá que informar a nadie ni hacer cuarentena. Es la "fase de transición", como la llama el Ministerio de Sanidad, hacia el fin de la pandemia que han iniciado no sólo España sino un amplio conjunto de países desarrollados.
Es una propuesta con argumentos sólidos detrás, pero no convence a instancias como la OMS o la revista Nature, que lamenta en un editorial que escuchando a los políticos de los países más ricos "es fácil pensar que ya no merece la pena monitorizar la pandemia de covid-19".
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La revista científica constata que ya se han ralentizado los esfuerzos para seguir la pista de los movimientos del virus y avisa del riesgo que supone hacer esto en un momento en el que la versión BA.2 de ómicron está creciendo. Además, el proceso coincide con el de retirada de las restricciones y de nuevo varios países europeos están registrando incrementos de casos. ¿Cómo se seguirá la evolución del virus cuando los sistemas de recuento no sean tan inmediatos?
Desmontar los sistemas de vigilancia
En este momento, España ya no realiza informes diarios, sino sólo dos por semana. Una de las webs que ha servido de guía durante la pandemia, ourworldindata.org, constata que son muchos los países que han reducido la frecuencia de sus informes sobre la pandemia. Ya no hay datos en tiempo real. Todo el esfuerzo para establecer sistemas de información sobre la covid se ven ahora debilitados y las páginas que ordenaban y recopilaban los datos de multitud de países (y permitían hacer análisis y comparaciones) están perdiendo calidad en el origen de sus datos.
"Estas reducciones no se basan en la evidencia. Son políticas y pueden tener consecuencias desastrosas", afirma el editorial de Nature, que se apoya en el criterio de la epidemióloga de la OMS Maria Van Kerkhove, que considera que "los sistemas que se han desarrollado para la vigilancia, la realización de test y secuenciación deben ser ahora reforzados, no desmontados".
Afrontar las consecuencias de la guerra de Ucrania a costa del esfuerzo en la covid
A la reducción de la periodicidad de la información se suma el fin de los test gratuitos masivos. "Los presupuestos nacionales se están viendo apurados a medida que los gobiernos tratan de incrementar el gasto público para subsidiar los combustibles y la comida", sugiere Nature, que plantea que el interés ha pasado de la pandemia a los efectos de la guerra en Ucrania. "Es como interrumpir un tratamiento con antibióticos al primer signo de mejoría: incrementa el riesgo de que la reinfección vuelva con fuerza", afirman los editores de la revista científica.
Esta crítica no tiene consenso entre los expertos. El sistema de notificación actual de la covid tiene sus limitaciones, por ejemplo a la hora de distinguir entre muertos por covid o con covid. Además, a medida que la gravedad de la enfermedad es menor, es natural que se centren los esfuerzos en las consecuencias sanitarias. El recuento de casos se pasará a realizar con un sistema centinela, similar al de la gripe, una vía que puede ofrecer una foto semanal bastante fiel de la evolución de la covid-19 y otras enfermedades respiratorias. La transición, aún así, es delicada. Y Nature denuncia que se está cayendo en cierta despreocupación o complacencia.
La comodidad de la ignorancia
Los países de rentas más altas pueden confiar en sus altas tasas de vacunación para evitar las peores consecuencias de la enfermedad, a menos que una nueva variante cambie la situación; pero en el 43% de la población del mundo aún no tiene ni una sola dosis de vacuna.
Además, en la medida en la que el control de la pandemia se deja cada vez más en manos de los propios ciudadanos y de sus decisiones particulares, es fundamental que tengan información lo más precisa y actualizada posible.
"Si esta tendencia continúa, la nueva normalidad se va a parecer mucho a la falsa comodidad de la ignorancia", concluye Nature.