Navarra, al límite: por qué su tasa de contagios la deja a un paso del confinamiento


Varias poblaciones de Navarra, incluida Pamplona, cumplen dos de los tres criterios de Sanidad que las harían merecedoras del confinamiento
La Comunidad Foral se sostiene porque la presión hospitalaria es asumible y por su alta tasa de trazabilidad en los rastreos
Al mito fundacional de que "España tiene la mejor sanidad pública del mundo" le seguía tradicionalmente la afirmación de que "Navarra tiene la mejor sanidad de España". Según esa mitología, la Comunidad Foral sería la zona vip del Olimpo sanitario.
Desde esa atalaya, las autoridades sanitarias navarras se enfrentan a su peor pesadilla: ver a la región con la tercera mayor renta per cápita de España (tras Madrid y el País Vasco) en el epicentro de la pandemia dentro del país con los peores datos de Europa, con permiso de Francia. O dicho de otra forma, en la zona cero del infierno pandémico europeo.
Varias poblaciones de Navarra, incluida Pamplona, cumplen dos de los tres criterios de Sanidad que las harían merecedoras del confinamiento: tener una tasa de incidencia acumulada durante 14 días superior a 500 y una positividad superior a 10%. Se salvan porque la presión hospitalaria en la comunidad autónoma -tercer requisito- está bajo control. Pero cada día la situación se agrava.
Por eso el gobierno navarro ha prorrogado hasta el 8 de octubre la Orden Foral sobre las restricciones generales referentes a aforos en comercios, deporte y cultura; la limitación de consumo en barras de hostelería hasta las doce de la noche, el límite de reunión de seis personas o la prohibición de venta de alcohol hasta las diez de la noche. Además, mantiene confinados a 17.000 navarros de cuatro localidades.
Mano a mano con Madrid
Los datos del ministerio de Sanidad publicados este viernes, señalan que la incidencia acumulada (IA) en los últimos 14 días en Navarra es de 692,13 casos por 100.000 habitantes, (330 en los últimos 7 días), superior a la casi confinada Comunidad de Madrid: 647,1.
Las cifras por ahora son asumibles por la sanidad navarra, que mantiene en UCI a 27 pacientes covid. Los hospitales navarros tienen un 20,93% de camas UCI ocupadas por pacientes covid; un 9% de todas sus camas convencionales tienen enfermos con coronavirus. La diferencia con Madrid es notable, donde los pacientes covid ocupan un 42,6% de camas UCI y un 23% de camas convencionales.
El Hospital García Orcoyen de Estella, Reina Sofía de Tudela y el Complejo Hospitalario de Pamplona, -junto con los centros privados de la Clínica Universitaria, San juan de Dios y Clínica San Miguel- tienen una capacidad potencial de unas 120 camas UCI.
El gobierno regional no se cansa de repetir que en Navarra se detectan muchos positivos porque se hacen muchas pruebas PCR, más que en ninguna otra comunidad. Y tiene razón: por cada 100.000 habitantes, Navarra realiza 3.553 test, frente a los 2.508 de Madrid. Cataluña no llega a las 1.450. La positividad de esas pruebas también marca distancias con la capital de España. En Navarra, los positivos son el 11%; en Madrid el 19,2%. Es cierto que en Navarra ese índice aumenta.
"Zonas naranja"
La presidenta de la comunidad, María Chivite (PSN-PSOE) lleva varias semanas esquivando las 'balas' que comparan a Navarra con Madrid. Pero este viernes -con los datos al alza- admitía que la evolución no es buena. Gráficamente decía que hay varios pueblos "en naranja". No daba nombres, pero Artajona, Cintruénigo, Fitero, Tafalla o la zona de salud de Tudela Este pueden ser esas zonas al límite. Corella o Castejón rozan ya los 900 casos por 100.000 habitantes.
Los próximos siete días van a ser clave para saber si se adoptan medidas extraordinarias en ellos, como ya se ha hecho en Peralta (5.800 habitantes), Funes (2.500), Falces (2.300) y San Adrián (6.200), que se encuentran en confinamiento perimetral. San Adrián, con una Incidencia Acumulada de 1.399 casos por 100.000 habitantes, ha sido el último en ver reducida su movilidad.
Pamplona, al límite
Pamplona también está al filo de la navaja, con una IA media durante 14 días de 774 casos por 100.000 habitantes y barrios muy por encima de los 1.000, como la Milagrosa, (1.213 AI por 100.000 habitantes) o San Jorge (1.110).
Confinar toda la Comunidad Foral (656.000 habitantes) no se contempla, si atendemos a la desigual incidencia del virus en la región. Frente a una notable incidencia en la comarca de Pamplona, grandes áreas del norte y el prePirineo (con menor población y más dispersa), apenas registran casos. Pamplona, con 197.000 habitantes (una población similar a Alcalá de Henares o Fuenlabrada) no tiene parangón en la Comunidad Foral desde el punto de vista demográfico. Sólo otras tres localidades navarras superan los 20.000 habitantes (Tudela, con 35.000 habitantes es la segunda mayor localidad de la región). Confinar municipios parece más efectivo y manejable.
Rastreo de casos
Esa peculiaridad demográfica se refleja también en los datos epidemiológicos del Gobierno de Navarra. Los nuevos casos se cuentan de uno en uno en la mayoría del territorio navarro, con la excepción de Pamplona, donde aunque las cifras son mayores no tienen comparación con Madrid.
También el rastreo de casos y contactos resulta más eficaz. La consejera de sanidad Santos Induráin señala que la tasa de trazabilidad es del 70%.
La cuestión es ¿por qué se producen tantos contagios en una comunidad con una baja densidad de población? (63 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a los 833 de Madrid, 298 de Canarias o 302 de la vecina País Vasco).
¿Relajación general?
Las residencias de ancianos, como en otras comunidades, han sido foco de brotes, el último en Villafranca. También se dio un contagio masivo en la industria cárnica Uvesa, de Tudela, con 175 contagiados.
Sin embargo, la mayoría de los positivos se producen en entornos familiares y sociales derivados de una gran movilidad dentro de la propia comunidad. Uno de los quebraderos de cabeza de la policía local de Pamplona son, desde el comienzo de septiembre las fiestas en pisos, ligadas muchas veces al comienzo del curso universitario. Esta semana, la policía impuso 10.200 euros de sanción a 13 participantes en una de estas reuniones clandestinas. El pasado fin de semana, se interpusieron hasta 111 denuncias por botellón en la capital.
Junto a ello, están las 'no fiestas', desde los ya lejanos 'no sanfermines' hasta los más recientes 'no sanfermines txikis' o las fiestas patronales a lo largo y ancho de la comunidad.
Las populares 'bajeras' son también punto de reunión de los jóvenes navarros y potencial foco de contagio. El alcalde de San Adrián -localidad confinada- Emilio Cigudosa reconocía que se han hecho fiestas "hasta en las huertas". Y aludía a la relajación general, tanto de jóvenes como de mayores.