Ahora que sabemos que los aerosoles juegan un papel importante en la transmisión de la covid-19, nos preguntamos: ¿Valen todas las mascarillas que utilizamos para protegernos de ellos? Para responder a esto, hay que empezar recordando que los aerosoles son esas partículas minúsculas (de saliva o fluido respiratorio) que emitimos al hablar o, simplemente, al respirar. Son mucho más pequeñas que las que emitimos al estornudar o al toser, por lo que permanecen más tiempo suspendidas en el aire.
Y hay que empezar, también, desmontando la imagen que probablemente tengamos en la cabeza, cuando pensamos en una mascarilla. "Tendemos a pensar que la mascarilla es como un colador, que deja pasar sólo las partículas más pequeñas, pero no las grandes. Nada más lejos. Es una de las ideas que hay que desmontar”, advierte José Luis Jiménez, profesor de la Universidad de Colorado (EE.UU) experto en aerosoles, que nos ayuda a explicar cómo funcionan.
La mascarilla es un filtro que nos ponemos, y su eficacia puede variar bastante en función de los materiales con los que esté hecha y los mecanismos de filtraje con que cuentan. “No hay que imaginarse un colador, funciona mediante otros mecanismos. Una mascarilla puede filtrar aerosoles mucho más pequeños que los agujeros que tiene la mascarilla”.
Unos mecanismos que explica muy bien el siguiente vídeo y que hacen que las partículas, cualquiera que sea su tamaño, queden atrapadas en la fibra al tocarla. El vídeo se refiere a las mascarillas N95 (FFP2 en Europa), y explica muy bien por qué son las más eficaces.
Más que con un colador, las mascarillas se pueden comparar con “una telaraña, capaz de atrapar a cualquier insecto que la toque: independientemente de su tamaño, quedará atrapado”, explica el vídeo. Porque "a escala microscópica, todo es pegajoso”, asegura Jiménez. “Los aerosoles son muy muy pegajosos, si tocan la superficie se quedan ahí pegados”. Ése es uno de los mecanismos, pero no el único.
El vídeo explica otros dos. Que este tipo de mascarillas utilizan muchas capas de fibras entrelazadas, lo que las hace más filtrantes. Y que tienen un campo eléctrico que atrae a todas las partículas, desde las más grandes hasta las más pequeñas. Este mecanismo se llama atracción electroestática, y "es la razón principal por las que las N95 y las quirúrgicas son mejores”, explica Jiménez. Es por ello, también, por lo que hay que cambiárselas cada cierto tiempo: porque con el uso, al ir humedeciéndose, van perdiendo esa carga electroestática y pierden eficacia.
Todo esto convierte a las mascarillas N95 (FFP2) en las más eficaces, tanto filtrando aerosoles como gotas más grandes. Filtran el 95% de los aerosoles de todos los tamaños, de ahí su nombre. En España, están recomendadas sobre todo para sanitarios y personas de riesgo.
Las siguientes en eficacia, según los estudios realizados hasta ahora, son las quirúrgicas, que filtran el 80% de las partículas grandes y pequeñas. Hablamos de quirúrgicas homologadas, es decir, que el etiquetado debe tener el sello CE que asegura que cumple con la legislación.
El portal científico Science Alert ha recopilado información de diferentes estudios realizados al respecto y ha elaborado un ranking de mascarillas , según su eficacia:
Uno de esos estudios, realizado por investigadores de la Universidad de Duke en Durham (Estados Unidos), comparó hasta 14 tipos de mascarillas. Los resultados establecieron la eficacia de las quirúrgicas con los aerosoles en el 89,5%. Y comprobaron que las de tela con dos capas de algodón y una de material sintético son bastante eficaces, con un rendimiento para aerosoles superior a las quirúrgicas (94%). La OMS recomienda que las mascarillas de tela tengan tres capas.
Pero está claro que, si se puede elegir, las FFP2 son las mejores. “Primero, porque la tela filtra mejor, y segundo, porque es la más fácil de ajustar. Las que llevan gomas por la nuca son todavía mejores, porque tienen muchas menos fugas”, insiste Jiménez.
Y esta es la segunda parte del asunto, tan importante como la primera: se lleve una u otra mascarilla, para que sea eficaz hay que llevarla bien ajustada. "Hay muchas FFP2 que tienen un hierro en la nariz, por ejemplo, pero si no se ajusta bien el hierro, no está haciendo su función", avisa el experto.
“Si quedan huecos alrededor de la nariz o en los lados de la cara, el virus entra por ahí, la mascarilla es decorativa”. Jiménez insiste en esto cada vez que tiene ocasión. “Porque veo que en España, mucha gente las lleva mal colocadas”. Al advertir sobre el riesgo de contagio de los aerosoles, hace unas semanas, ya advertía también de los riesgos de no ajustarse bien la mascarilla.
Porque si no, “no estará haciendo su papel. Los aerosoles no son proyectiles que hay que parar, están en el aire que se cuela tranquilamente por los huecos de la mascarilla si no va ajustada. Hay que llevarla siempre al hablar, y no digamos al gritar. Al hablar se emiten diez veces más aerosoles que al respirar, y al gritar se emiten 50 veces más”.
La Universidad Tecnológica de Delft ha realizado un experimento al respecto. El objetivo: comprobar, de manera muy visual, cómo varía el riesgo de contagio según la mascarilla esté mejor o peor ajustada a la cara. Aunque utilizaron distintos tipos de mascarilla, se trataba de ver si esos aerosoles que exhalamos al respirar o al hablar (y que, recuerden, funcionan como el humo) se escapan más o menos en función del ajuste. El vídeo del experimento no deja lugar a dudas. Vean.
Sorprende, además, viendo el vídeo, que en contra de lo que pudiéramos pensar, cuando hay fugas, corre más riesgo de contagio el que está detrás de la persona que el de delante. Imagínense ahora lo que ocurriría en ese mismo experimento si el maniquí no llevara ninguna mascarilla… Por eso, es tan importante ponérsela siempre que estemos en lugares cerrados.
“Cualquier mascarilla hace algo, es como ponerte un abrigo. Tendrás menos frío que si no te pones nada. Aunque unos abrigos te abrigarán más que otros”. Así que si pueden elegir, ya saben, “abríguense” boca y nariz con una mascarilla FFP2 o con una quirúrgica. Y siempre, sea cual sea, salgan con ella bien ajustada.