Quizá en otro momento habría pasado desapercibido, pero ahora, juntar las palabras brote, virus y China, es suficiente para hacer saltar las alarmas. Esta vez, se trata de un brote de norovirus en la provincia de Sichuan. Se ha detectado en una escuela y hay 50 niños infectados. En el último mes, se han producido infecciones aisladas en otras escuelas y universidades del país.
Los datos no parecen alarmantes, pero son suficientes para que Pekín se muestre preocupado. Y por consiguiente, Occidente también. Los norovirus infectan cada año a unos 65 millones de personas en todo el mundo. ¿Qué son y cuáles son sus peligros?
Según los CDC estadounidenses, son un grupo de virus relacionados y altamente contagiosos que suelen provocar una inflamación del estómago o los intestinos, lo que provoca una gastroenteritis aguda. Este tipo de infecciones pueden llegar a ser graves en algunos casos.
En general, la infección por norovirus suele desaparecer a los pocos días y no es mortal. Pero en algunos casos, especialmente en niños, personas mayores, pacientes inmunodeprimidos y mujeres embarazadas pueden surgir complicaciones que pueden provocar deshidratación grave, malnutrición y, en casos extremos, la muerte.
Los síntomas más frecuentes son:
Esos son los principales, pero pueden venir acompañados de fiebre o dolores de cabeza y de cuerpo. Los síntomas más frecuentes pueden provocar, además, deshidratación.
Según los CDC, los norovirus se pueden se propagan con mucha facilidad, y se pueden contraer de las siguientes maneras:
Todavía no hay ningún medicamento específico para hacer frente a esta infección. Para paliar sus síntomas y prevenir complicaciones, los CDC recomiendan, sobre todo, beber mucho líquido para reponer las pérdidas producidas por los vómitos o la diarrea.
También, prestar especial atención a los síntomas que alerten sobre esa posible deshidratación: fatiga, sequedad en la boca y la garganta, languidez, mareos y una menor producción de orina. En bebés y niños pequeños es posible que lloren, con pocas lágrimas o sin ellas, además de estar inusualmente somnolientos o molestos.
Se recomienda buscar atención médica si la diarrea no cesa en unos días, si se presentan vómitos intensos, heces con sangre, dolor abdominal o deshidratación.
Más que curar, lo importante es prevenir el contagio. Y para ello, recomiendan algunas medidas. Las dos primeras son similares a las que ya utilizamos para protegernos del coronavirus: