Ómicron da los primeros signos de desaceleración en la incidencia a 7 días e ingresos UCI


Una incidencia de 7 días por debajo del 50% de la de 14 días es un primer síntoma de que el ritmo de contagios frena
Cabe recalcar que esta cifra no implica una bajada inminente de la curva de contagios
El ritmo de ingresos en las UCI también ha caído en las últimas dos semanas: del 18,9% al 11,4%
La subida de esta sexta ola de covid, protagonizada por la muy contagiosa variante ómicron, se ve todavía como una pared casi vertical. Sin embargo, hay una magnitud que invita al optimismo: la incidencia acumulada a 7 días está por debajo de la mitad respecto a la IA a 14 días. ¿Y por qué es importante este dato? Porque es un primer síntoma de que la curva está desacelerando su ritmo de escalada.
Esta diferencia entre ambas incidencias ha pasado del 58% al 48% en una semana, de acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Sanidad. Aunque cabe recalcar que esta disminución de 10 puntos no implica una bajada inminente de la curva de contagios. De hecho, los positivos siguen disparados, con la incidencia casi a 3.000 casos por 100.000 habitantes. Pero, es una señal temprana de que el pico máximo de esta ola podría estar acercándose.
Observemos que pasó en la quinta y tercera ola, aquellas con incidencia más alta hasta ahora -de la primera, de marzo de 2020, no hay datos concluyentes-. En la anterior ola, la de verano de 2021, la incidencia máxima se alcanzó el 27 de julio. Cuatro días después de que la IA a 7 días bajase de ese 50%. En la tercera ola, el pico de contagios también llegó un día 27, de enero del año pasado en este caso. La incidencia acumulada a siete días alcanzó la cifra clave cinco días antes.
Aunque cabe recalcar que en estos episodios de transmisión alta la IA máxima no llegó a los 900 casos. La cifra de ahora la triplica. Además, tampoco había surgido una variante como la ómicron, que se ha probado extremadamente transmisible.
Otra magnitud en la que es importante fijarse es el ritmo de aumento semanal en los pacientes hospitalizados y en UCI. En el caso de los ingresados en planta, se ha pasado de 12.339 a 16.496 desde el pasado lunes. Es decir, una subida del 33,7% en 7 días. Es una cifra que supera la de las dos semanas previas.
En cambio, en el caso de las unidades de cuidados intensivos el incremento semana a semana de los ingresados es cada vez menor. Entre el 20 y el 27 de diciembre fue del 18,9%. Entre el 3 y el 10 de enero el número de pacientes en UCI ha pasado de 2.056 a 2.200. Son más. Pero "solo" un 11,4% más. Así, el ritmo de ingresos en las unidades para pacientes más graves ha descendido 7,5 puntos en dos semanas.
Esto no quiere decir que haya que bajar la guardia. Todavía hay indicadores sobre los que hay que estar pendiente. Especialmente en cuanto a la saturación del sistema hospitalario. Los ingresos siguen superando a las altas, con 2.023 pacientes nuevos y 997 que vuelven a casa en las últimas 24 horas.
Asimismo, el porcentaje de camas ocupadas por pacientes covid en planta y en UCI es de alto riesgo, de acuerdo al semáforo aprobado en la Comisión de Salud Pública. Están al 13,4% y 23,58%, respectivamente. Apenas a punto y medio de entrar en la categoría de muy alto riesgo. Nueve comunidades autónomas, lideradas por Cataluña, ya se encuentran en ese nivel en sus unidades de críticos. Lo mismo ocurre con cinco CCAA en cuanto a las hospitalizaciones en planta.