Pere Soler, pediatra del Vall d'Hebron: "Si un niño quiere quedarse en casa no pasa nada"

Recomienda ver los paseos como una posibilidad y como un "componente terapéutico familiar"
La necesidad de salir de cada niño depende de la amplitud de la vivienda o de si sus padres le pueden dedicar tiempo o no, señala
Estudios preliminares elaborados en Italia, Alemania y Francia indican que los niños tienen menor capacidad transmisora del coronavirus
Si un niño quiere quedarse en casa, donde tiene espacio para entretenerse y moverse, no pasa nada en cuanto a su salud y no tiene que salir a la calle como una obligación, asegura el pediatra del Hospital Vall d'Hebron Pere Soler.
El médico recomienda a los padres y madres que vean la próxima salida de los niños a la calle tras más de un mes de confinamiento como una posibilidad y no tanto como un deber.
Un niño tendrá la necesidad de salir en función del lugar en el que vive, de si el piso es pequeño y no tiene salida al exterior, con espacio para entretenerse o si sus padres le pueden dedicar tiempo, opina el también responsable y coordinador de enfermedades infecciosas e inmunología pediátrica del Hospital Vall d'Hebron.
"La medida de protección más prudente es la distancia con otras personas, y la decisión de salir o no se debe relativizar como una opción más", ha indicado el pediatra, que dice que hay muchos niños encantados de estar en casa y pasar más tiempo con sus padres.
Soler ve la salida a pasear con el padre o la madre "como un componente terapéutico familiar", el hecho de estar juntos y recuperar una cierta normalidad que aún tardará meses en ser normal del todo.
El Gobierno ha informado de que los menores de 14 años podrán salir a la calle acompañados por un adulto para correr, saltar y hacer ejercicio, pero sin alejarse más de un kilómetro de casa.
Así, desde este domingo, los menores de 14 años podrán dejar sus casas, entre las 9 y las 21 horas, para dar un paseo por la calle, según las instrucciones del Gobierno.
Esa amplia franja horaria de salida, que abarca casi todo el día, contrasta con el plan diseñado por la Generalitat, que establece que los niños y adolescentes puedan salir en tres horarios: de 12 a 14 horas las familias con niños de hasta 6 años; de 16 a 18 horas los que tienen menores de 6 a 16 años; y de 18 a 20 horas los jóvenes mayores de 16 años, que podrían salir sin un adulto, pero bajo la responsabilidad de su tutor o progenitor.
Estas franjas son necesarias, según la consellera de Salud, Alba Vergés, para que la movilidad de los niños se haga con la máxima seguridad, evitando las horas de entradas y salidas de los trabajos.
También discrepa el Govern en el tema de las mascarillas, ya que el departamento de Salud recomienda que los mayores de 3 años la lleven por la calle.
Soler recuerda que ha habido muy pocos casos de niños enfermos por COVID-19 y que a su hospital han llegado 24 enfermos y ninguno ha fallecido, "por suerte para todos, padres, médicos y sociedad en general".
Diversos estudios preliminares efectuados en Italia, Alemania y Francia indican que los niños tienen una menor capacidad transmisora del coronavirus, a diferencia de lo que suele ocurrir con otras enfermedades víricas, como la gripe.
Estos estudios, que se deberán ampliar y completar en los próximos meses, ha precisado el pediatra, rompen con la idea de que los niños pueden ser los grandes contagiadores de esa enfermedad.
Por el contrario, los grandes afectados de esta pandemia en España son las personas mayores, entre las que el coronavirus se ha cebado, lo que nos debería llevar "a reflexionar sobre cómo estamos cuidando a nuestros ancianos y si el modelo de residencia actual es el más adecuado", opina Soler.