Una peluquería de A Coruña 'vuelve' voluntariamente a la fase 1: “Un cierre de 15 días sería el fin”


Asunción y Verónica, las propietarias, toman la decisión debido al repunte de casos que se ha producido en esta ciudad gallega en los últimos días
Prefieren ser precavidas y poner todos los medios para tratar de evitar una cuarentena forzosa que dejaría en una situación muy delicada a su negocio
Solo atenderán a un cliente por empleado y controlarán más los accesos: “Yo estoy más segura en la fase 1”, comenta Asunción a NIUS
Asunción no escatima esfuerzos. Con mucho esmero, trata cada día de evitar que el coronavirus entre en su peluquería. Limpia los tocadores y los asientos a conciencia. Lava a sesenta grados y con desinfectante la ropa de sus empleados. Utiliza materiales desechables para atender a la clientela. No permite que nadie ponga un pie en el establecimiento sin desinfectarse las manos y los pies. Su mayor preocupación es volver al confinamiento o que un contagio dentro del local le obligue a bajar la persiana. “Un cierre de 15 días sería el fin del negocio, supondría ya el cierre permanente”, comenta Asunción Catoira a NIUS.
Por eso, ella y su socia Verónica han decidido tomar una drástica decisión. Una medida que les hace afrontar con más seguridad sus jornadas laborales: han anunciado a la clientela que el negocio da marcha atrás y vuelve a la fase 1. “Debido al repunte de contagios en A Coruña hemos decidido voluntariamente volver a la fase 1, por lo que no atenderemos a más de un cliente por trabajador y siempre con cita previa. Por tu salud. Por la nuestra. Seamos prudentes”, reza un cartel colgado en la entrada del establecimiento.
Los casos de coronavirus que se han producido en los últimos días en la ciudad gallega y su área de influencia han encendido las alarmas de estas empresarias. En Arteixo, municipio limítrofe, un brote alcanza ya los 56 infectados. “Ayer mismo tuvieron que cerrar un comercio de moda por el positivo de un trabajador y poner en cuarentena a toda la plantilla. Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, sentencia Asunción.
Algunos clientes veían excesivo su protocolo higiénico sanitario
Regresar a la fase 1 supone para Verónica y Asunción el poder controlar más el aforo y el acceso de los clientes al establecimiento. “La nueva normalidad que nos impusieron da libertad a mucha gente y cada uno interpreta las normas como quiere. ¿Qué me encontraba? Pues a algunos que veían exagerado el protocolo higiénico sanitario que teníamos en la peluquería, gente que te decía que no estaba obligada a que le pusieras gel o le desinfectaras el calzado. Incluso, me he encontrado con alguna persona que se negaba a ponerse la mascarilla cuando aún no era obligatoria. Yo estoy más cómoda y más segura en la fase 1. Lo hago por responsabilidad y por prudencia”, comenta.
Porque a lo largo de estas últimas semanas se ha encontrado comportamientos impropios en una situación sanitaria tan grave como la actual. “Para que la gente esperase a ser desinfectada antes de entrar, colocaba una silla atravesando la puerta. ¡Pues había quien que se la saltaba! No entendían por qué yo les quería pulverizar el calzado”, comenta.
Volver a la fase 1 conlleva una serie de limitaciones, como la de solo atender con cita previa y a un cliente por empleado. “Ahora mismo solo pueden estar cuatro personas en el salón. Antes había una sala de espera, pero ahora la hemos retirado. Si viene un niño a cortar el pelo con sus padres y su hermano, entra el niño y los demás tienen que esperar en la calle”, asegura.
Quiere proteger al máximo la salud de sus clientes y empleados. Por eso, todos trabajan con mascarillas FFP2, más seguras que las quirúrgicas. “Una de las novedades es que los uniformes de los trabajadores se lavan aquí, a 60 grados. Así me cercioro de que se desinfectan bien”, comenta.
Asunción entiende que no hay que bajar la guardia y que, como dice el dicho popular, es "mejor prevenir que lamentar".