La policía irrumpe en un chiringuito de Cangas y dispersa a una multitud que esperaba para ver un concierto


Muchos no respetaban las distancias de seguridad y, además, algunos de los asistentes no llevaban puesta la mascarilla
Los vecinos avisaron a las fuerzas del orden sobre los riesgos que aquella multitud podía generar para la salud pública
Ha ocurrido este fin de semana en un chiringuito de esta localidad de Pontevedra
Cientos de jóvenes se agolpan en las inmediaciones de un chiringuito de playa en Cangas do Morrazo (Pontevedra). Está a punto de comenzar un concierto de la banda viguesa The Soul Jacket. Las mesas del local se quedan pequeñas para acoger a los asistentes. Diferentes grupos se juntan en las inmediaciones. No respetan las medidas de distanciamiento interpersonal. Algunos tampoco la obligación de llevar mascarilla.
Alertados por la multitud y por las retenciones de tráfico que se están produciendo en la zona, varios vecinos avisan a las fuerzas policiales de la situación y de los riesgos que puede generar para la salud pública. Los agentes irrumpen en el concierto antes de que empiece y dispersan a los asistentes, mientras que el grupo recoge sus instrumentos y se marcha sin actuar.
Ha ocurrido este fin de semana en este municipio pontevedrés. El concierto se había anunciado a través de las redes sociales, al igual que otros que había celebrado el chiringuito este verano. “No reservamos mesa, para los bolos tenéis que venir con tiempo y en el caso de no coger sitio podéis ver el concierto desde el paseo, en este caso respetando siempre las medidas de seguridad”, publicaba el establecimiento horas antes del concierto. Sin embargo, la situación se desmadró.
Doce horas después, todavía había gente
Con la llegada de los agentes, la mayoría de los asistentes optaron por marcharse sin provocar incidentes. Sin embargo, doce horas después de la irrupción de la policía, a primera hora de la mañana siguiente, el chiringuito estaba abierto y con los clientes consumiendo.
Los vecinos llevaban tiempo quejándose de la situación. De la peligrosidad de permitir la celebración de eventos que pueden generar aglomeraciones de personas. Ahora, el ayuntamiento estudia las medidas a tomar para que no vuelva a ocurrir y por si lo ocurrido conlleva algún tipo de sanción.