El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista este mes de marzo ha alcanzado la cifra más alta desde que se tienen registros
La factura de la luz mensual asciende a 157 euros en un hogar sin pacientes electrodependientes, con ellos, la cifra puede ser incluso más del doble
Eso preocupa mucho a los nefrólogos, ya que la luz se está convirtiendo en "un lujo que no se pueden permitir"
La subida del precio de la electricidad está llevando a muchos pacientes en diálisis a desistir de las modalidades domiciliarias por su alto coste energético, que puede hasta duplicar su factura respecto a la del resto de hogares dependiendo del tratamiento.
El mismo día en que se ha conocido que el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista este mes de marzo ha alcanzado la cifra más alta desde que se tienen registros, 283,30 euros por megavatio hora (€/MWh), la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y la Federación Nacional de Pacientes Renales (Alcer) han advertido de las consecuencias que esta escalada está teniendo en estos enfermos.
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Según sus cálculos, la factura de la luz mensual asciende actualmente a 157 euros en un hogar sin pacientes electrodependientes; con ellos, la cifra puede ser incluso más del doble dependiendo del tipo de tratamiento que necesite.
Y eso preocupa mucho a los nefrólogos, ya que la luz se está convirtiendo en "un lujo que no se pueden permitir" los pacientes en Tratamiento Renal Sustitutivo (diálisis peritoneal y hemodiálisis domiciliaria), por lo que piden que no tengan que pagar por el sobrecoste de la electricidad o lo hagan a uno muy reducido.
Las razones para acometer este esfuerzo, que han reclamado a los grupos del Congreso de los Diputados, son "sobradas": la diálisis domiciliaria no tiene solo mejores resultados sanitarios que la hospitalaria, sino que además puede llegar a costar 25.000 euros menos al año, lo que supondría más de 40.000 euros de diferencia por año de vida ganado ajustado por calidad.
"Ayudar a pagar a la luz a los pacientes en diálisis domiciliaria costará menos que tratarlos en el hospital", ha resumido la presidenta de la SEN, Patricia de Sequera.
En esta línea, el presidente de Alcer, Daniel Gallego, ha considerado que "los tratamientos sanitarios de la cartera básica se financian con impuestos y no pueden suponer un coste extra por llevárselo a casa, más cuando encima supone un menor coste para el sistema público de salud".
La tasa de personas en Tratamiento Renal Sustitutivo -diálisis o trasplante- en España es de 1.363 personas por millón de población (pmp) y la incidencia es de 141 pmp, lo que supone que más de 6.700 personas iniciaron diálisis o trasplante en 2020. En total, más de 64.600 pacientes necesitaron un tratamiento que reemplace la función de sus riñones.
Pese a su menor coste, solo un 11 % del total reciben las modalidades domiciliarias; aunque en la última década han subido un 37 %, los nefrólogos temen que el impacto de la subida de la luz rompa esta tendencia ascendente.
Tan solo ocho comunidades (Asturias, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Andalucía, Islas Canarias y País Vasco) tienen en este momento algunas ayudas para estos pacientes, aunque no superan en ningún caso los 80 euros mensuales, "insuficientes para compensar la diferencia de la factura eléctrica".
De ahí que insistan en la necesidad de medidas económicas, coordinadas entre todas las administraciones, para fomentar las terapias domiciliarias por las ventajas que ofrecen en calidad de vida y su impacto positivo en los resultados clínicos, concluyen.