Primer día de la Cerdanya y el Ripollès confinadas y sin restauración: "No pueden cerrarnos de la noche a la mañana"


Los controles de 200 mossos d'esquadra han provocado atascos kilométricos de trabajadores en la C-17 y la C-16
Las restricciones en ambas comarcas pirenaicas han levantado un alud de cancelaciones: "Hemos perdido el 45% de nuestra facturación en invierno"
Cada infectado en la Cerdanya contagia a dos de sus contactos mientras su hospital aún no está colapsado: "Si los ingresos aumentan, será insostenible"
La historia no es nueva, pero no por ello es menos esperada y, de hecho, despierta los peores augurios de otros momentos de la pandemia. Al estilo del Segrià (Lleida) en julio y al de la Conca d'Òdena e Igualada (Barcelona) días antes del estado de alarma de marzo, 44.000 catalanes en la Cerdanya y el Ripollès en Girona se han despertado esta mañana sin poder salir de ambas comarcas pirenaicas si no es por motivos esenciales.
Para asegurarse de ello, 200 agentes de los Mossos d'Esquadra controlan el perímetro, con un despliegue de ocho controles en carreteras principales y secundarias. Como resultado, se han producido kilométricos atascos en la C-17 y en la C-16 en el Túnel del Cadí de conductores que, bajo el salvoconducto de desplazarse para trabajar, daban las explicaciones oportunas a los policías para entrar o salir y lo hacían pacientemente, a pesar del retraso que les ha ocasionado.
Las únicas excepciones que permiten el movimiento son esta, cuidar de personas vulnerables, acudir a un centro sanitario o educativo o volver a la residencia habitual por "una necesidad justificada", entre otras. También se puede atravesar el territorio para acceder a otro que no esté confinado, pero no para ir a Andorra o Francia. Por ello, quien no aportara un motivo o documentación válida para desplazarse, ha tenido que darse media vuelta.
ℹ Hi ha controls policials per fer complir el confinament perimetral a la Cerdanya i al Ripollès
— Trànsit (@transit) December 23, 2020
🔴 En aquests moments es registren 2 km de retencions a la C-17 a Ripoll#precaució #Covid19 pic.twitter.com/xT8wfA2jle
"No soy de la comarca, sino que trabajo aquí y voy a tener que comerme los controles dos veces", explica uno de los conductores, mientras que un transportista prevé que entregará tarde sus paquetes a pesar de "ya contar con el atasco".
Reservas truncadas
La drástica decisión del Departament de Salut de Alba Vergés, respaldada por el de Interior de Miquel Sàmper y anunciada la noche del 22 de diciembre, deja en la estocada a restauradores, hoteleros y miles de familias. El día 18, el Govern reivindicó el plan de Navidad anunciado a principios de diciembre que permitía los viajes familiares por todo el territorio si el desplazamiento tenía como objetivo volver a una segunda residencia, irse de hotel, visitar a un familiar o esquiar. Es decir, cualquier actividad llevada a cabo con la unidad familiar, dando lugar a multitud de reservas en hoteles y la compra de género por parte de restaurantes en estas dos comarcas turísticas por excelencia del Pirineo catalán.
Ahora, cinco días después, ninguno de los supuestos mencionados permite acceder a la Cerdanya o al Ripollès y los hoteles están recibiendo tal alud de cancelaciones que la Associació d'Hotels i Càmpings de la Cerdanya aún no tiene contabilizado su impacto. "Nos pusieron hace dos días unas restricciones que nos permitían trabajar, por lo que todos los negocios han contratado personal, han llenado neveras y lo han puesto todo a punto", insiste su presidenta Núria Vidal, que expresa la "angustia" que sienten los responsables de los 21 establecimientos que agrupa.

Un ejemplo de ello es el Hotel Martínez, cuyo responsable lleva horas recibiendo llamadas y cancelando reservas que cubrían todas las Navidades. Su ocupación era del 90%, una cifra que se reducirá a 0, aunque la pérdida de clientes empezó anoche mismo, con la marcha de huéspedes motivada por el miedo a no poder volver a casa la primera mañana de confinamiento perimetral. "Podría cobrar las cancelaciones, pero no lo hago porque ellos no tienen la culpa de este cambio tan repentino", insiste Juan Martínez.
"No sabemos cómo el Govern puede actuar así, cerrándonos de la noche a la mañana, si nos lo hubiesen dicho hace dos días, lo hubiésemos frenado... es ilógico y una gran falta de respeto para los empresarios", lamenta Vidal, que presiona a la administración catalana por conseguir compensaciones y el aplazamiento del pago de impuestos. De hecho, el puente de diciembre y las fiestas navideñas. suponen cerca del 45% de la facturación de la temporada de invierno y los hoteles y cámpings no pueden aprovechar ni uno ni otro. "Vamos aguantando, pero todo tiene un límite, esto no puede ser".

Esta mañana, representantes del sector de la restauración y la hostelería han protestado frente al Ayuntamiento de Puigcerdà, la capital de la comarca, con lanzamiento de huevos y carteles de "políticos nefastos" y "hambre, ayudas y no impuestos" incluidos. Una de las manifestantes insistía: "No es justo, tenemos dos restaurantes, ya nos hacían cerrar a las noches y ahora nos hacen cerrar también en las comidas y los desayunos", y añade: "A dos días de Navidad, tenemos más de diez cámaras llenas de comida, no sabemos que hacer con ella y nos vamos a ir a la ruina".
Plaça de l’Ajuntament de #Puigcerdà #LaCerdanya 23/12/2020 12:15 pic.twitter.com/6L18AYMXsh
— Francesc PB (@cescpb) December 23, 2020
Por su parte, vecinos de Puigcerdà lamentan que las restricciones "deberían haber llegado antes porque hace 15 días que se sabe que esto no va bien" y, ahora, muchos de ellos no podrán recibir la visita de familiares residentes en otras zonas de la comunidad por Navidad. "Perjudicará a los negocios, que dependen mucho de las segundas residencias, y se notará mucho en Navidad y Año nuevo", auguran algunos.
Cada infectado contagia a dos personas en la Cerdanya
La consellera de Salut, Alba Vergés, ha justificado estas "medidas necesarias" explicando los datos epidemiológicos de ambos territorios y trató de capear la inminente oleada de indignación al informar de la convocatoria de los Consells Comarcals para "trabajar en medidas económicas que ayuden a hacer frente a esta situación". Por su parte, el coordinador de la unidad de seguimiento de la covid-19 en Cataluña, Jacobo Mendioroz, ha insistido en haber "luchado" durante dos semanas por "romper las cadenas de contagio con acciones preventivas, pero ahora se ha llegado a unos niveles de reproducción que ha hecho difícil no ir más allá".
La boira a tocar del riu Segre i la humitat alta fa que la gebrada hagi estat general a la zona de Bellver de Cerdanya. Al fons la Serra del Cadí en aquest primer matí de confinament perimetral. pic.twitter.com/RfBhKAZAHh
— Jordi Rubira(Llívia) (@Jordi_Rubira) December 23, 2020
De hecho, en la Cerdanya cada infectado contagia a prácticamente dos contactos, ya que la velocidad de reproducción en este territorio es de 1,85; hace una semana, este valor se encontraba en 2,10. Asimismo, registra un riesgo de rebrote extremadamente alto, de 3.521 puntos. Por su parte, el Ripollès reporta un riesgo de rebrote inferior, pero roza los dos millares de puntos con 1.907. Aquí, además, la transmisión del virus es de 1,43 y aumenta respecto a la semana anterior.
El secretari de Salut Pública, Josep Maria Argimon, también se ha referido a los datos de la pandemia en ambas zonas y lo ha hecho en RAC1. "Hace 15 días, las cifras eran cuatro veces menor, ahora tenemos 2.000 casos por cada 100.000 habitantes", ha insistido, tras contemplar que el siguiente paso no es seguir confinando comarcas, sino ampliar las restricciones al resto de la comunidad.
La Cerdagne se réveille en confinement territorial
— Hospital de Cerdanya (@HospiCerdanya) December 23, 2020
Les mesures + importantes: Déplacements sans motif valable INTERDITS entre 23 déc et 6 jan. Les visites aux proches ne sont pas autorisées. Sport: uniquement en plein air. Restauration fermée, sauf pour emporter. Groupes max. 6 pic.twitter.com/iaH48fvKk2
Las medidas adoptadas van encaminadas a proteger los hospitales, que están "en una situación complicada" al haber tenido que derivar pacientes, según la consellera. El director adjunto del Hospital de Cerdanya ha asegurado que su situación "es inestable pero tampoco es de máxima urgencia". Su centro es de nivel 1 y no dispone de UCI, por lo que augura que sus instalaciones no darían abasto en caso de recibir más ingresos. Por el momento, atienden a 12 pacientes (el 21 de diciembre igualó la cifra registrada en la primera ola) y la unidad de urgencias sigue sin colapsarse, pero concluye: "Si los datos aumentan, será insostenible".
Por su parte, el Hospital de Campdevànol (Ripollès) hay 22 personas con coronavirus en la uci y un brote que afecta a un total de 21 trabajadores. En el Hospital de la Cerdanya hay 10 en aislamiento.
Las restricciones por las fiestas en ambas comarcas
Las nuevas restricciones aprobadas y aplicadas en La Cerdanya y el Ripollès desde este 23 de diciembre hasta el 6 de enero son las siguientes.
- Prohibición de acceder o salir de la Cerdanya y el Ripollès salvo motivo justificado. Los Mossos d'Esquadra tampoco permiten el desplazamiento de una comarca a otra.
- Bares y restaurantes tan solo pueden servir para llevar y a domicilio.
- Centros comerciales cerrados, excepto tiendas de productos de primera necesidad.
- En los encuentros navideños, el Govern reduce de diez participantes a seis con un máximo de dos burbujas de convivencia.
- Las estaciones de esquí y el resto de instalaciones deportivas y culturales en abierto sí pueden seguir abiertas, aunque no pueden albergar locales de restauración.
- El resto de restricciones son las aplicadas en el resto de la comunidad.

La Cerdanya acoge estaciones de esquí como La Molina o la Masella, que verán disminuida la afluencia de esquiadores ya que, estas Navidades, tan solo podrán disfrutar de ellas los residentes de las dos comarcas o aquellos que tengan una segunda residencia.