Primer día de apertura sólo para desayunos y comidas en Cataluña: "Ya no puedo tomarme ni un café tranquila"

Bares y restaurantes pueden servir en dos franjas: desayunos de 7:30 a 9:30 y comidas, de 13 a 15:30
“He tenido que advertir a muchos clientes que no les daría tiempo a consumir”, explica Sergio, propietario de un bar, que califica de "despropósito" las nuevas medidas
Los bares y restaurantes han optado por no desmontar la terraza después de servir la franja de desayunos
Cataluña inicia hoy las nuevas restricciones en la restauración. Bares y restaurantes solo podrán servir desayunos y comidas en dos franjas horarias: desayunos de 7:30 a 9:30 y comidas, de 13 a 15:30. Las medidas limitan, de nuevo, la actividad en el sector de la restauración. Tanto propietarios como clientes han tenido que cambiar sus hábitos pendientes de las franjas que regula el Govern.
“Es un auténtico despropósito. En la hora punta del desayuno, que es entre 9:30 y 11:00 no podemos abrir. Me duele tener que decir a la gente que se tiene que ir”, explica enfadado Sergio, propietario de un bar en el barrio de Poblenou. El sector de la restauración califica de “ruina” las nuevas restricciones. “He tenido que advertir a muchos clientes que no les daría tiempo a consumir”, afirma Sergio. Algunos han optado por desayunar sentados en un banco ante la imposibilidad de acudir a un bar.
Unas franjas que los clientes no ven con buenos ojos y les hace estar pendiente del reloj para poder desayunar o comer. “Ya no puedo tomarme ni un café tranquila, ahora estoy pendiente del tiempo”, explica una clienta, que ha decidido madrugar para consumir y “aportar mi granito de arena” en el sector de la restauración.

Comida para llevar
El aforo en el interior de los establecimientos es del 30% y un máximo de cuatro personas por mesa. En el caso de que sean del mismo grupo burbuja puede ser hasta seis. Los restaurantes, para suplir la falta de ingresos y la franja de la cena, podrán servir comida para llevar, de 19:00 a 22:00, y a domicilio hasta las 23:00.
Muchos restaurantes han optado por el servicio para llevar, conocido como take away, para intentar compensar las pérdidas, aunque no aguardan que mejore mucho la facturación. “El take away no soluciona nada. Como mucho aguantaré una semana y luego decidiré si mantengo abierto o cierro en los ratos libres, reitera Pablo Davi, propietario de Boccaccio, en Barcelona.
Muchos bares han preferido no desmontar la terraza después de servir la franja de desayunos. En su lugar, ponen una mesa arriba “para no cargar la espalda quitando las mesas” y dejan claro que están fuera de servicio hasta la hora de comer.