La primera comarca catalana que se confinó presenta un riesgo alto de rebrote un mes después del fin del aislamiento

Quim Torra mantiene que el confinamiento sirvió para "evitar una situación muy grave"
Expertos advierten de que el aislamiento debe ir acompañado de pruebas masivas y medidas preventivas para no volver a la casilla de salida
A falta de vacunas eficaces para tratar o prevenir la Covid-19, las medidas restrictivas de salud pública como el distanciamiento físico, la cuarentena y el confinamiento de determinadas zonas se han convertido en herramientas para luchar contra la pandemia. Sin embargo, en territorios como la comarca del Segrià (Lleida), primera población confinada perimetralmente tras el estado de alarma, los datos de los últimos días vuelven a arrojar a arrojar un riesgo de rebrote alto (249,83) y un aumento de la velocidad de propagación (0,99) que invitan a reflexionar acerca de la efectividad de estas decisiones.
El pasado sábado 4 de julio, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, comparecía para anunciar el confinamiento perimetral de la comarca del Segrià. La población de 38 municipios, entre los que se incluía la ciudad de Lleida, sufrían de nuevo restricciones a la movilidad.
Los 541 nuevos positivos confirmados por PCR detectados la semana anterior al aislamiento (del 27 de junio al 3 de julio), frente a los 208 que se habían dado una semana antes, despertaron todas las alarmas para decretar un nuevo aislamiento que se mantuvo durante 15 días.
Después de poco más de un mes desde la finalización del confinamiento perimetral, los índices que miden la incidencia del coronavirus en la zona reflejan una tendencia al alza durante los últimos días. Según los últimos datos publicados por el departamento de Salud de la Generalitat, el riesgo de rebrote se sitúa en 249,83, una cifra superior a la media del territorio catalán que es de 180,13. En tan solo dos días, este indicador ha subido en la comarca 22 puntos.
En cuanto a la velocidad de reproducción de la enfermedad durante la última semana (del 14 de agosto al 20 de agosto), es de 0,99, mientras en las anteriores se mantenía entorno a 0,80. De seguir así, todo apunta a que volverá a superar la barrera del 1.
De este modo, la comarca del Segrià es, junto a el Alt Urgell (668,63), la Noguera (509,86), Baix Ebre (300,86), Urgell (272,89) y Baix Camp (232,64), una de las que está en peor situación y se encuentra en riesgo alto de rebrote.
"El confinamiento perimetral es una herramienta a medias"
Con todo ello, la situación genera preguntas sobre la efectividad del confinamiento y el modo con el que evitar volver a la casilla de salida cuando las restricciones se levantan.
Los expertos no dudan sobre su eficacia. Sin embargo, durante este tiempo se han establecido diferentes modalidades a la hora de limitar el movimiento de las personas para frenar la cadena de transmisión del virus. Desde el confinamiento perimetral, pasando por el confinamiento de edificios o barrios, hasta el encierro en el hogar como se vivió durante el estado de alarma.
"Desde el punto de vista sanitario, el confinamiento total es efectivo y funciona. El problema es que en el confinamiento perimetral la población podía seguir saliendo de su domicilio. Así, se convierte en una herramienta a medias", señala Genís Carrasco, médico intensivista del Hospital de Barcelona. Aunque reconoce la eficacia sanitaria del confinamiento, Carrasco considera que sería, desde el punto de vista económico y social, una "catástrofe" para el país.
Precisamente, durante el anuncio de nuevas medidas restrictivas en Cataluña, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha mantenido que "el esfuerzo" en la comarca del Segrià sirvió para frenar un crecimiento "que podría haber conducido a una situación muy grave"
Confinamiento y pruebas masivas
El problema, que advierten los expertos, en una segunda ola, no está exclusivamente en el virus, sino también en la invisibilidad de su contagio. Esta circunstancia provoca que el confinamiento sea insuficiente para plantar cara a la pandemia.
"Al confinamiento perimetral se debe añadir el seguimiento de las cadenas de contagio. Si se éste se realiza, puede, incluso, no ser necesario el confinamiento", explica Benito Almirante, infectólogo jefe del Hospital Vall d' Hebron de Barcelona.
En este sentido, Cataluña ha puesto en marcha cribados masivos en diferentes localidades para detectar contagios entre población asintomática y frenar las cadenas de propagación. Una estrategia que los dos expertos consultados valoran de manera muy positiva.
"Hay que vigilar que los positivos asintomáticos cumplen el aislamiento"
Hasta el momento, los cribados masivos dirigidos a ciudadanos asintomáticos, con especial atención a la población joven, desarrollados en Cataluña han revelado en torno al 3% de casos positivos confirmados por PCR.
Sin embargo, Genís Carrasco señala que, pese a que se trata de una estrategia adecuada, no basta sólo con realizar pruebas. "Los cribados masivos detectan entre un 3% y un 5% de casos en asintomáticos. Si esas personas no se aíslan en casa, no sirve para nada. Creo que, ahora mismo, no hay suficientes mecanismos para controlar que están cumpliendo con ese encierro domiciliario durante 15 días", sostiene.
"Falla el comportamiento social"
Benito Almirante y Genis Carrasco achacan la expansión de esta segunda ola de Covid-19 en toda España al comportamiento social de los ciudadanos. Ambos apelan a las medidas de prevención como una de las claves fundamentales para evitar volver a la casilla de salida cuando finaliza el confinamiento.
Sin embargo, el mantra de mascarilla, distancia y limpieza de manos, parece estar encontrando dificultades con el carácter social del país. "Lo que está fallando es que, por cuestiones características del comportamiento social durante esta época, se están celebrando reuniones en las que no se adoptan las medidas de precaución", explica Benito Almirante. Disciplina y falta de concienciación, es lo que parece estar faltando, según sostiene Genís Carrasco
"La desescalada se hizo demasiado rápido"
Tras meses de confinamiento absoluto en el país, llegó una desescalada que algunos expertos tildan de "demasiado rápida". "Llegaba el verano y se temía por la llegada de turistas y la economía, así que la desescalada se hizo demasiado rápido", sopesa Carrasco.
Para los sanitarios, es fundamental que este proceso siga pasos más lentos, que garanticen su efectividad, y vaya acompañado de pruebas masivas dirigidas a la población. "Ahora se están haciendo estas pruebas, pero con curvas de contagio ascendentes. La clave hubiera sido un desconfinamiento lento, un cribado extenso a la población y haber reconfinado los núcleos donde se detectara un contagio social", añade el medico intensivista del Hospital de Barcelona.
Las últimas cifras de contagios en el país hacen indicar que estamos lejos de un panorama alentador de cara al inicio del curso escolar y la vuelta a la rutina laboral. Con el fin de las vacaciones, muchos hacen la maleta y vuelven a casa, esperando no llevar consigo un pasajero no deseado: el coronavirus. La movilidad aumenta en estos días y persiste el temor a un nuevo confinamiento donde ya se había conseguido desacelerar el contagio con estas medidas restrictivas.