Protestas y enfrentamientos con la Policía por el confinamiento de 230 temporeros en Albacete

Según la Policía Local, varios han salido del recinto, pero "no se han dado a la fuga"
La policía ha lanzado pelotas al aire y se han visto objetos volando
Nerviosos tras 15 días confinados y sin saber cuándo podrán salir ni a dónde irán
Pelotas al aire, objetos volando, sirenas de la Unidad de Intervención Rápida de la Policía Nacional... Todo eso se ha visto hoy en el entorno del recinto ferial de Albacete donde desde hace 15 días están confinadas 230 personas.
Se trata de un asentamiento de migrantes en el que se detectó un brote de coronavirus y que quieren salir de ahí. Así lo decían algunos de ellos encaramados a un pequeño muro mientras la Policía Nacional se enfrentaba a otro grupo de personas congregadas en el exterior.
Según la Policía Local de Albacete, que ha cortado el tráfico a primera hora, varias personas han salido del recinto donde estaban confinadas, aunque "no se han fugado", sino que han salido a la parte exterior, saltándose el aislamiento.
La Policía Local de Albacete ha cortado a la circulación la carretera de acceso a la Institución Ferial de Albacete (IFAB), donde permanecen aisladas desde hace 15 días unas 230 personas del asentamiento de inmigrantes en el que se detectó un brote de coronavirus.
"Los chicos están nerviosos, porque no tienen información", ha declarado Cheikhou Cisse, portavoz del Colectivo de Apoyo al Inmigrante (ACAIM). Según sus declaraciones a EFE, después de dos semanas encerrados "muchos han dado negativo en las pruebas hasta tres veces y no entienden por qué no pueden ir a trabajar".
Al despliegue policial se ha sumado la visita del vicealcalde de la ciudad, Emilio Sáez, que junto a Chikhou está hablando con los temporeros para tratar de calmar la situación.
El problema con el que se encuentran, continúa el portavoz de ACAIM es que "llevan dos semanas sin trabajar y sin dinero, y no saben dónde podrán ir al salir, ni cuándo podrán salir".
Asentamiento clausurado
Los 230 trabajadores temporales del campo, no pueden regresar al asentamiento donde se quedaban y donde surgió el brote.
Al principio estuvieron confinados en ese asentamiento un paraje al lado de la carretera, pero tras la fuga de un centenar de ellos y los altercados registrados, el ayuntamiento optó por clausurarlo.