Los pubs de Gandía se hunden después de reabrir: "Estamos muy mal"


Los pequeños pubs de la localidad costera valenciana son los más afectados tras la clausura de dos semanas por los brotes de coronavirus
Los propietarios denuncian que este parón ha hecho que desaparezcan los clientes
El viernes la Conselleria de Sanitat anunció que los locales de ocio nocturno decían adiós a los 15 días en los que habían estado cerrados. Dos semanas después, estos establecimientos volvieron a abrir sus puertas. "La situación epidemiológica en la ciudad de Gandía ha mejorado", aseguró la consellera Ana Barceló.
El brote en uno de los pubs de la ciudad valenciana provocó el cierre de los locales hace dos semanas y convirtió a la localidad en una de las más contagiadas de España, con un total de 158 casos hasta el momento. Este sábado los locales volvieron a abrir y los pequeños pubs son los más afectados.
Isidro es dueño del pub Temple, en la playa de Gandia. El viernes, después de 15 días con la persiana bajada, por fin pudo hacer la reapertura: "Fue muy tranquila, había poca gente".
El propietario explica que la poca afluencia de clientes no está ligada de forma íntegra al miedo: "Hemos parado medio mes la actividad de la playa de Gandía y nos hemos cargado a los turistas. Ya no hay gente".
Además, creen que los pocos clientes se debe, entre otras causas, al anuncio tardío de la resolución de Sanitat, que llegó el viernes por la tarde. "Si avisan antes, nosotros podemos organizar con tiempo las reservas, pero de esta manera es imposible". También culpa a los órganos públicos: "No han tenido consideración por el sector, estamos muy mal".
La parálisis de la actividad del ocio nocturno en Gandía durante dos semanas ha dejado en shock al sector, además de ponerlo en el punto de mira, como cuenta Nuria, la gerente del pub Rockadelic: "Parece que los únicos culpables de los contagios seamos el ocio nocturno, cuando tú si quieres podías ir a tomarte una copa a una heladería".
"Fue un golpe muy duro"
Los dueños de los pubs de la zona cuentan que a mitad mes de julio la afluencia de clientes estaba aumentando y, como explica Nuria, "parecía que se animaba". No obstante, la orden de Sanitat del cierre de los locales truncó cualquier esperanza locales de salvar la temporada de verano: "Fue un golpe muy duro".
Nuria siente impotencia y explica, sin echar nada en cara a los bares y restaurantes, que no entiende porque ellos podían estar abiertos y ellos no: "Esto es muy duro, ahora abrimos y a las 12 ya no hay prácticamente nadie".
Los propietarios de los pubs sienten que se ha centralizado "demasiado" la culpa de los contagios de Gandía en el ocio nocturno y que "podría haber pasado en cualquier otro sitio".
La gerente explica que si ellos tenían que cerrar, tendrían que haber unificado las medidas a los otros pueblos de la zona: "La gente se iba a Oliva, a Xeraco, a donde sea que estuviera abierto".
El sector se siente utilizado como excusa del foco de contagios y entiende que "han metido a todos en el mismo saco". Ahora, lejos de ser positivos, esperan que la baja afluencia este fin de semana haya sido un espejismo y que empiecen a llegar clientes para poder calmar el desastre.